ALCALA DE JUCAR-EMBALSE DEL MOLINAR - TUNELES - SENDAS

Hoy, de nuevo un año más tenemos la CAZORLENSIS 2017, en esta ocasión no hacemos honor geográfico a su nombre, es decir, el recorrido no se realiza por las Sierras de Segura, Cazorla y las Villas como en años anteriores, si no que nos desplazamos hasta otro lugar tan bonito, natural y exigente deportivamente como es Alcalá de Júcar en la provincia de Albacete.

En esta ocasión viajamos a través de las inmensas llanuras albaceteñas, hasta el mismo Alcalá del Júcar, parte de los participantes en la noche anterior a la ruta, y otros madrugamos para desplazarnos en el mismo día, después de casi 200 kms. de distancia.

Respecto al trazado de la ruta como habitualmente todos los años nuestro amigo y explorador Javi Tudela, nos lo tiene preparado, rodeado de auténtica aventura, ya que los sitios que recorremos normalmente son desconocidos, por lo que las aventuras “bikes” son totales, en este caso aprovecharemos el curso del río Júcar, hasta la central hidroeléctrica abandonada, con un aliciente nuevo un túnel de 4 kms. de largo que atraviesa toda la montaña.

Inicialmente partimos de las casas rurales en donde habían pernoctado la noche anterior en concreto Las rochas, sobre las 8,30 de este especialmente caluroso día y que marcaría su dureza por la temperatura ya que la preparación de los participantes es más que sobrada, comenzamos descendiendo siguiendo el curso del río, descubriendo unos paisajes impresionantes de ribera del río, con unas muy escarpadas pendientes que se han moldeado durante millones de años, aportando una espectacularidad muy especial y singular al paisaje, que a la vez deshabitado y las pocas edificaciones que existen abandonadas, por la zona que vamos avanzando, rápidamente alcanzamos el molino de Don Benito, la cueva de la Bastida, hasta llegar a unas casas abandonadas que en otro tiempo servirían de pequeños saltos aprovechados para generar energía hidroeléctrica, denominadas Tranco del Lobo, descendiendo por una senda, hasta cruzar el puente al otro lado del río, rodeado de frondosos álamos y otras muchas especies arbóreas de ribera. Aquí comenzamos la primera subida ascendiendo en poco más de tres kilómetros, 400 mtrs. de desnivel, hasta alcanzar el carril que nos llevaría rápidamente hasta Villa de Ves, un pequeño pueblo en la parte alta del cerro San Cristóbal, y que curiosamente hoy celebraban el día de la bicicleta . Cruzamos esta pequeña aldea, hasta desviarnos por una bajada muy técnica, y con muchas piedras sueltas y desniveles, originando la primera y única caída del día que por fortuna no tuvo más consecuencias, que alguna brecha y golpes no impidiendo a nuestro compañero Juan Antonio el proseguir la ruta.

Durante la bajada, muy espectacular como a nosotros nos gusta el máximo riesgo,en lo técnico de la misma como los paisajes que se pueden disfrutar de todo el valle del río, con el pequeño embalse del Molinar al fondo con una capacidad de no más de 5 hm.3, que más bien sirve como regulador del caudal, abrigado por las casas del Barrio del Santuario, rincón y bonito y acogedor al abrigo de la ladera montañosas, dominada a lo alto por el santuario del Cristo de la vida uno de los muchos castillos y fortalezas que salpicaban esta zona albaceteña en época musulmana, este es un lugar privilegiado por su situación elevado por encima del embalse y desde el que se visualizan una vistas impresionantes. Aquí aprovechamos para hacer un pequeño descanso, repostar un poco de agua, aunque la temperatura de la misma no invitaba a beber en abundancia, utilizándola más bien para intentar refrescarnos, la temperatura a esta hora es ya muy alta unos 38 grados y mucha humedad.

Llegamos al embalse del Molinar en descenso, cruzamos la presa hacia el lado opuesto, y seguimos descendiendo río abajo, dirección a la garganta del molinar, lugar donde el río se estrecha considerablemente, nos dejamos a la derecha la salida del túnel de la central Eléctrica por el que volveríamos más tarde, para introducirnos en una senda muy cerrada y con cierta peligrosidad, discurre entre inmensos cortados de piedra caliza y salpicada de árboles caídos, diversos tipos de matorrales que crecen totalmente al abrigo de esta inaccesible zona, y que nos acarician las piernas con demasiada suavidad, ahora eso sí pone a prueba todos nuestros reflejos y equilibrios para avanzar por ella, sorteando los cortes abruptos de esta zona con paredes verticales de más de 150 mts. zona perfecta para los animales sobre todo aves de todo tipo, ya que su accesibilidad para el hombre es prácticamente nula e inhóspita y parece que solo unos pocos atrevidos y alocados suelen utilizarla, una senda que a veces se ha ganado a la roca y otras veces a través de ella, no así en otro tiempo cuando estaba salpicada de pasos continuos de gente en dirección al edificio donde se construyó la primera central eléctrica de gran potencia en España allá por los años 1900 a 1910, donde se congregaron en su tiempo miles de trabajadores que construyeron esta imponente obra de ingeniería impropia para esta época, y de la que quedan aún en pie las partes principales de la construcción después de más de 100 años construida y en la actualidad totalmente engullida por la vegetación, del lugar, encontrándose la zona salpicada de cuevas y oquedades en las que se refugiaban y vivían todas aquellas personas.
Nosotros después de avanzar estos últimos metros antes de la central con mucha lentitud, accedimos en zigzag por una senda casi perdida en el tiempo. hasta la parte alta de los túneles por los que tuvimos que acceder de manera bastante complicada con tantas bicis y que conseguimos sortear, aquí nos colocamos los frontales para atravesar este túnel de casi 4 kms. de largo, eso si aprovechando la diferencia de temperatura con el exterior, que nos alivia un poco el calor tan sofocante que nos persigue.

Una vez en el otro extremo del túnel, ascendemos otro fuerte desnivel por la cuerda del molinar, son casi otros 400 mts. De desnivel en poco más de 4 kms. hasta llegar a lo más alto, seguimos por el camino sorteando unos cortijos, ya por llanura, disfrutando de unos paisajes espectaculares en este caso por la parte alta del curso del río Júcar, otra perspectiva del mismo, a esta altura casi nos quedamos sin agua, cuando de repente sin esperarlo nos encontramos con un depósito de agua construido para su posible utilización contraincendios, y una fuente donde repostamos y nos refrescamos, incluso baño incluido ya que la temperatura no era calurosa sino agobiante, en este punto nos planteamos el descender de nuevo a las casas del tranco del lobo, y llegar lo más rápido posible hasta Alcalá del Júcar, donde nos esperaban para comer, eso sí aprovechamos el río para darnos un buen baño, buena comida y buena gente.

HASTA LA PROXIMA CAZORLENSIS AMIGOS ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡