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rutadura

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Trail stats

Distance: 39.27 mi
Elevation gain: 4,682 ft
Technical difficulty: Difficult
Elevation loss: 4,682 ft
Max elevation: 2,530 ft
TrailRank: 87 4.9
Min elevation: 1,398 ft
Trail type: Loop

Time: 8 hours 6 minutes
Coordinates: 3733
Uploaded: July 29, 2013
Recorded: July 2013

Rating
4.9 9 Reviews
Information
Easy to follow
Scenery

4 Claps 89 comments

near Casas del Cerro, Castilla-La Mancha (España)

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Itinerary description

En la presa de El Molinar, el Júcar inicia un descenso vertiginoso hasta Tous que ha permitido generar millones de kilovatios.
Aqui se explica muy detalladamente la importancia de esta majestuosa obra de ingeniería. Blog Vicente Jiménez:
http://olmodevilladeves.blogspot.com.es/2013/08/central-hidroelectrica-en-el-molinar-de.html
JOSÉ SIERRA:
COFRENTES En 1901, un grupo de vascos se asomó al cañón del río Júcar unos pocos kilómetros antes de que sus aguas entren en Valencia. Lo que vieron debió de parecerles el Dorado, aunque había que ganarlo. Se trataba de un pequeño azud, justo donde el Júcar deja el surco que abre en la llanura manchega e inicia un descenso frenético desde los 476 metros sobre el nivel del mar a la sombra del Santuario del Cristo de la Vida, en Balsas de Ves, hasta los escasos 52 metros de la presa de Tous, a tan solo 56 kilómetros en línea recta.
Aquel grupo, liderado por Juan de Urrutia, creyó en el potencial del Júcar y adquirió los derechos del pequeño azud que poseía un industrial papelero de Albacete, Enrique Gosálvez. Hacía solo 20 años que había entrado en servicio la primera central hidroeléctrica en Appeltown (Winsconsin) y aquella inversión de Hidroeléctrica Ibérica, transferida después a Hidroeléctrica Española, marcó el inicio de Iberdrola, una empresa «global».
La central de El Molinar, hoy abandonada, se terminó en 1909 con tres grupos y 19 MW de potencia. Cien años después, Iberdrola dispone de una capacidad instalada de cerca de 44.000 MW, opera en 44 países de cuatro continentes, incluidos Gran Bretaña, Estados Unidos o Brasil, donde construye o proyecta 11 nuevas centrales, y es una de las grandes eléctricas del mundo.

Ojos expertos:
Pedro Poveda, ahora jubilado, es ingeniero técnico en centrales hidráulicas y líneas eléctricas. Nació en Jalance y durante más de una década dirigió la central Lucas de Urquijo, en el Cabriel, antes de asumir responsabilidades en la gestión hidroeléctrica del Júcar.
A la pregunta de qué vieron en el Júcar aquellos aventureros que no hubieran visto en ríos más caudalosos como el Ebro o el Tajo, donde Hidroeléctrica consolidó su imperio, Poveda responde: «Aquí había unos rápidos y un par de buenas cerradas donde retener el río y vieron que con apenas cinco kilómetros de túnel y canales se podían conseguir 65 metros de salto. Entonces no había casi financiación y la empresa no construía nuevas centrales hasta que las anteriores comenzaban a dar beneficio».
«Además—añade—, había algo que ahora falta: agua. En unos pocos kilómetros había 11 manantiales y aquí se conseguían caudales medios de 27 metros cúbicos por segundo». El río de oro nunca falló. Hasta que llegaron los pozos.
Todavía hoy, el viajero puede asomarse al borde del precipicio y ver el hilo verdeazulado del Júcar, pero descender es otra cosa y bajar al lecho del río equipos y maquinaria una epopeya nunca contada que oscurecería muchas de las que el «National Geographic» ofrece en sus afamados reportajes. Hubo que recurrir a mulos y borricos para explorar ignotas sendas y abrir a pico y pala un camino en la margen derecha antes de iniciar, a golpe de barreno, la excavación de los túneles.
Además de la maquinaria hubo que «importar expertos» en bueyes, un animal poco empleado en el interior de Valencia y Albacete. Largas galeras arrastradas por estos animales bajaron el material pesado mientras unas carretillas sujetadas por cable suministraban los equipos más livianos.
Enrique Cerver, responsable de la central de Millares, asegura que la empresa tenía «en nómina» a tratantes de ganado mientras que Pedro Poveda, cuyo padre trabajo de «listero» en el Molinar desvela que solo los capataces cobraban algo más que los barreneros, piedra angular en la construcción de todas las centrales del Júcar. Los ingenieros se alojaron en las poblaciones cercanas y Urrutia y el resto de accionistas viajaban en tren hasta Almansa donde les recogía una diligencia.
En apenas unos meses desembarcaron en el lugar miles de trabajadores, se construyeron tres poblados y la vida de decenas de familias cambió para siempre de la mano de Hidroeléctrica Española. Algunos de los actuales empleados de Iberdrola son la tercera generación de aquellos que iniciaron la aventura del Molinar.

Reforma y ocaso
En 1948, Hidroeléctrica acometió una modificación sustancial de la central de El Molinar construyendo una nueva presa que inundó la anterior y derivando los caudales del Júcar hasta unas turbinas situadas cerca de Cofrentes. En 1952 terminaron las obras y, poco a poco, El Molinar se fue despoblando. Hoy todos los equipos están automatizados y el silencio solo se rompe una o dos veces por semana cuando llega la brigada de mantenimiento o cuando un programa informático decide abrir las compuertas. Las piedras caen por los acantilados y en el estrecho habitan la nutria, las águilas y los murciélagos, a quien también miman los de mantenimiento. Una garduña se cuela a veces en la blindada central aunque la reina, según uno de los mecánicos, es una culebra «grande», el último habitante de El Molinar.

Crónica de la ruta:

En primer lugar agradecer en esta salida, al Amigo Alex (50KM en Wikiloc) su aportación en imaginación para el montaje de esta ruta y sus comentarios para realizarla, gracias a su carisma ya somos unos cuantos que la disfrutamos.

Aún habiéndola realizado en parte, la zona de la Central Hidroeléctrica y los túneles, mas las sendas al final en las Casas del Cerro, nos han aportado mas vistosidad sobre el Río Jucar. Por mi parte he ha añadido un nuevo tramo desde la Casa Sandunga, pasando por El Capaor para volver a la pista en el Abrevadero, con esto se consigue romper la monotonía de la pista y darle un toque de emoción, ya que el final del camino viejo del Capaor se convierte en senda algo perdida sin complicaciones.

La salida desde Alcalá es la típica hasta el Tranco del lobo, en el cual y tras admirar el Río y su puente de madera, ascendemos la primera subida de la mañana, para conducirnos a Villa de Ves, donde podemos hacer buena cuenta del bocata de casa y las birras del Pueblo. A su salida y tras pasar por la fuente, nos dirigimos a la senda, que sin ser radical, si que hay que poner todos los sentidos. Una vez pasado el embalse y tras ascender un km. nos desviamos a la izquierda en busca de la Antigua Central, en este tramo tuvimos la inesperada visita de dos ciervos que aparecieron y desaparecieron como una exsalación dejando nos el cuerpo mas que aturdido, ya que uno de ellos resvaló y de poco le cae encima a uno de nosotros. Seguimos perplejos por todo el encauza miento del Río y su belleza hasta la central muy abandonada. Después de dar un volteo por ella, iniciamos una fuerte subida a pie hasta el inicio de los túneles, previo ingenio para bajar las bicis por los cuatro metros de altura existentes con la ayuda de tubos de regadío, y una vez instalados los focos, nos dispusimos a circular por el interior de los dos túneles y comprobar el cambio de temperatura en su interior que llegaría a unos 15 grados menos. A su finalización retomamos la segunda subida hasta el cruce donde dejamos la pista y nos dirigimos al Capaor, tramo que resultó bueno por su trazado y que ayuda a innovar. Continuaremos por la pista y en el Puntal Blanco, tocaba recordar otras ocasiones, algo mas abajo en la fuente, parada e refrescar para terminar la subida a la Casa del Conde, desde este punto y por la época de verano que estamos, se hace un socarral con la suerte que el cielo se encapotaba y respetó el paso a las 14:30, solo faltaba llegar a las Casas del Cerro y descubrir que la bajada a Alcalá fue toda una sorpresa, ya que pensábamos que era de cemento, y resultó una senda mas que entretenida, lo cual hizo olvidar el llano de La Gila.

Se terminó la ruta a las cuatro con comentarios de que ha sido mas que fabulosa y entretenida, concluyendo que el tal Alex (50km) es un fuera serie a tener en cuenta. Por finalizar diré que con mucha calor, el paso por las diversas fuentes hace mas soportable al ruta, esta se volverá a ciclar para dar a conocer a otros compañeros.

Datos de interés:

Distancia 62 km.
Altimetría 1.105 metros de desnivel acumulado
Tiempo total 5 h.18 minutos
Tiempo parado 1 h. 36 minutos
Habrá que añadir en tiempo, 30 minutos + - de los túneles y 4 km. de túneles.

25-10-2014
Con la programación del calendario, esta salida estaba preparada en el Otoño para poder quedarnos con el encanto del época, a primera hora mañana fresquita hasta el Tranco del Lobo,

que con sus rampas hasta llanear al primer pueblo se disiparon. Con las ganas puestas en el bocata en el Villar de Ves con una mañana que todo indicaba un buen día de bici, el único pero fue el encontrarnos el único bar del pueblo cerrado por descanso del personal, en Villar de Ves,

así que bocata mirando al Júcar y la presa del molinar, sin birra, vino ni carajo, lo positivo, es que se tarda menos en ponerse en marcha. Cálidas horas antes de entrar en el cañón del Júcar

y el túnel,

doce valencianos y un Albaceteño, pero bueno Vicente 50Km, tubo la delicadeza de acompañarnos durante la ruta y posterior comida, gracias Amigo. Conocedor del terreno en lo único que le pudimos sorprender fue el paso por El Capaor,

resulta mas atractiva la bajada al abrevadero que por la pista.
El tramo mas pelado después de la Casa del Conde se nos hizo mas llevadero que el año anterior, ya que entonces las altas temperaturas hicieron mella en nuestra piel.
Las majestuosas formaciones de Tollos al rededor de las Casas del Cerro y la posterior bajada por la senda a Alcalá, completan una de las rutas que enamoran a los amantes del la montaña y el mtb.
A su atractivo recorrido se le añade el cultural y la belleza de su entorno, con sendas de todo tipo y un Río Júcar dando uno de sus pasos por el cañón hasta la central y posterior recorrido de su túnel.
Esta es una de las rutas que todo amante del mtb y la naturaleza no ha de perderse, ya que desde su inicio se empieza a disfrutar de todo su encanto, Río Júcar, Embalse del Molinar, sendas, cultura de mas de cien años y el recorrido de un túnel enorme. Si todo esto se hace con buena compañía, al acabar solo cabe decir cuando volvemos ....

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