Aldea del Pinar-Navas-Espejón-Huerta de Rey-Rabanera-Aldea del Pinar
near Aldea del Pinar, Castilla y León (España)
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Itinerary description
La ruta no te la voy a describir, la tienes que descubrir tú, con tus ganas de conocer.
Huerta de Rey es villa burgalesa que pertenece al partido judicial de Salas de los Infantes y archidiócesis de Burgos, capital de provincia, de la que dista a unos 80 kilómetros. Está situada al sureste de la provincia, lindando con la de Soria, a 1.000 metros de altitud, en terreno quebrado entre sierra y ribera junto a la cabecera de los ríos Arandilla y Arancuelo, afluentes del Duero, limitando, al norte, con Pinilla de los Barruecos, al sur con Quintanarraya, al este con Espejón, y al oeste con los Arauzos de Miel, Salce y Torre.
Comprende el término municipal 41.97 kilómetros cuadrados. Aunque en el término se han hallado cuevas posiblemente pobladas en el Paleolítico y en el Neolítico, las primeras noticias del poblamiento datan del siglo VII antes de Cristo, cuando se producen las primeras migraciones célticas, siendo posterior la habitación de los arévacos. El nombre de los ríos Arandilla y Aranzuelo, cuya raíz arévaca significa espino, así lo atestigua.
La civilización romana estuvo también presente en la zona: recordemos que Clunia, la capital de la provincia latina, está situada a tan sólo nueve kilómetros de Huerta de Rey. Ha y en ella restos de una calzada y de otras edificaciones romanas. Pero, aparte de esos vestigios, sus orígenes en la historia surgen, como en la mayoría de las poblaciones de la Extremadura castellana, a partir de la repoblación de estas tierras durante el reinado de Alfonso III (866-910), quizá alrededor de un castillo o fortaleza del que apenas quedan restos pero sí un constante testimonio histórico. Cabeza e un extenso alfoz ya en el siglo X, desde Huerta de Rey se administraban las aldeas de Tornillos, Villa Quemada, Rocalla, Quintaniella, Oleros, Pérex, Rodiella, Piniella de Reposteros, Vexares, Espinosiella, citada en el Cantar de Mío Cid, Pumaejos, Sant Yagüe, Las Aceñas y Molinterrado. Esta preeminencia le atrajo las iras de los mahometanos, y así el califa Abderramán III asoló la villa en los años de 920 y 934, como narran los cronistas árabes nombrando al pueblo Warta.
Todavía sería asolada una vez más en los días terribles de Almanzor. A partir del reinado de Alfonso VI, Huerta de Rey pasó a depender de la jurisdicción abacial del Monasterio de Santo Domingo de Silos, dependencia confirmada por bula del Papa Eugenio III datada a 9 de abril de 1148. Señorío que daría lugar a no pocas diferencias entre el concejo de Huerta y el monasterio de Silos, y que sólo terminaría cuando el Rey Don Felipe IV concedió a Huerta de Rey privilegio de villazgo con exención de la jurisdicción silense, con fecha de 22 de junio de 1637, previa composición pecuniaria del concejo con la Real Hacienda, valuada en 20.000 ducados. Desde esa fecha al fin del Antiguo Régimen, Huerta de Rey fue dueña de su propia administración, sin apenas novedad digna de mención en su tranquilo devenir histórico, sólo alterado entre 1808 y 1813 por la ocupación francesa y la resistencia contra ese invasor. La catástrofe de un vasto incendio, ocurrido en marzo de 1918, asoló la mayor parte del pueblo.
Huerta de Rey es villa burgalesa que pertenece al partido judicial de Salas de los Infantes y archidiócesis de Burgos, capital de provincia, de la que dista a unos 80 kilómetros. Está situada al sureste de la provincia, lindando con la de Soria, a 1.000 metros de altitud, en terreno quebrado entre sierra y ribera junto a la cabecera de los ríos Arandilla y Arancuelo, afluentes del Duero, limitando, al norte, con Pinilla de los Barruecos, al sur con Quintanarraya, al este con Espejón, y al oeste con los Arauzos de Miel, Salce y Torre.
Comprende el término municipal 41.97 kilómetros cuadrados. Aunque en el término se han hallado cuevas posiblemente pobladas en el Paleolítico y en el Neolítico, las primeras noticias del poblamiento datan del siglo VII antes de Cristo, cuando se producen las primeras migraciones célticas, siendo posterior la habitación de los arévacos. El nombre de los ríos Arandilla y Aranzuelo, cuya raíz arévaca significa espino, así lo atestigua.
La civilización romana estuvo también presente en la zona: recordemos que Clunia, la capital de la provincia latina, está situada a tan sólo nueve kilómetros de Huerta de Rey. Ha y en ella restos de una calzada y de otras edificaciones romanas. Pero, aparte de esos vestigios, sus orígenes en la historia surgen, como en la mayoría de las poblaciones de la Extremadura castellana, a partir de la repoblación de estas tierras durante el reinado de Alfonso III (866-910), quizá alrededor de un castillo o fortaleza del que apenas quedan restos pero sí un constante testimonio histórico. Cabeza e un extenso alfoz ya en el siglo X, desde Huerta de Rey se administraban las aldeas de Tornillos, Villa Quemada, Rocalla, Quintaniella, Oleros, Pérex, Rodiella, Piniella de Reposteros, Vexares, Espinosiella, citada en el Cantar de Mío Cid, Pumaejos, Sant Yagüe, Las Aceñas y Molinterrado. Esta preeminencia le atrajo las iras de los mahometanos, y así el califa Abderramán III asoló la villa en los años de 920 y 934, como narran los cronistas árabes nombrando al pueblo Warta.
Todavía sería asolada una vez más en los días terribles de Almanzor. A partir del reinado de Alfonso VI, Huerta de Rey pasó a depender de la jurisdicción abacial del Monasterio de Santo Domingo de Silos, dependencia confirmada por bula del Papa Eugenio III datada a 9 de abril de 1148. Señorío que daría lugar a no pocas diferencias entre el concejo de Huerta y el monasterio de Silos, y que sólo terminaría cuando el Rey Don Felipe IV concedió a Huerta de Rey privilegio de villazgo con exención de la jurisdicción silense, con fecha de 22 de junio de 1637, previa composición pecuniaria del concejo con la Real Hacienda, valuada en 20.000 ducados. Desde esa fecha al fin del Antiguo Régimen, Huerta de Rey fue dueña de su propia administración, sin apenas novedad digna de mención en su tranquilo devenir histórico, sólo alterado entre 1808 y 1813 por la ocupación francesa y la resistencia contra ese invasor. La catástrofe de un vasto incendio, ocurrido en marzo de 1918, asoló la mayor parte del pueblo.
Waypoints
Geocache
3,316 ft
Piscinas de huerta
Piscinas de huerta
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