Almadén - Estación de Belalcázar

Ruta mixta, iniciando por el camino de las Fuentes de Chillón, con su carretera recién renovada.
Antes de llegar a la estación depuradora, sale un camino a la derecha que atrocha hacia Guadalmez. Hay una cuesta importante y hay que hacerla con piñón grande y mucha calma, pero después se deja caer suavemente rodeado de espectaculares montañas hasta llegar al mismo Guadalmez.
La carretera hacia Peñalsordo se inicia con buen firme, pero al llegar al término de Badajoz se convierte en un camino de cabras. No es un problema para la bici, y menos cuando vas acompañado por montañas y paisajes de una gran belleza.
Llegando al pantano de la serena, con la sequía, las aves están concentradas en un par de charcos. Gran cantidad de cigüeñas y garcetas, una gozada verlas tan cerca. Después del puente del pantano, tomando a la izquierda, buscamos acceder a la estación de Belalcázar; es un tramo de carretera un poco largo, que te está avisanto todo el rato que es una carretera cortada, pero paradójicamente el firme está mejor que la que hemos traído anteriormente. Llegamos al entorndo de la estación, y el pantano todavía conserva un par de charcos, donde también se ven patos y garcetas. La estación es un entorno particular: con las vías del 'tren lento' operativas, pero con el edificio congelado en un pasado cuyas espectativas eran otras.
La vuelta, atrochando por los caminos de la Ruta del Azogue, pero cruzando un par de fincas, con cancelas. Me da mucho apuro abrir cancelas, pero siempre hay que pensar que, si no tienen candado, son caminos públicos y por tanto libres de acceso. Algún perro ladrador lejano y sin problema, pero sobre todo muuuchos ciervos moviéndose de acá para allá.
La llegada a la Ermita de Guadalmez por el Camino del Azogue y después la visita a la estación de Guadalmez (esta, un poco más operativa, aunque la sala de espera da penilla) y después la incorporación de la N502 con viento a favor para llegar con buena hora a Almadén.
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