Almansa Pura Vida¡¡ Festival de sendas gracias a Daniel y sus compañeros. No hay ruta mejor. Diversión y solo diversión

Qué grande es este deporte¡¡
Si lo analizamos desde el punto de vista amateur, fuera de la competición, el resto de ciclistas son compañeros y amigos, gente en la que apoyarte y con la que compartir un buen rato. Hay otros deportes en los que aún estando de pachanga, el equipo contrario (ya con esta palabra empezamos mal) es un equipo de rivales a los que superar.
Con la bici de montaña la idea es superar las dificultades del terreno, disfrutar de las sendas, de los caminos, del aire en la cara, del olor del monte, del amanecer, del canto de los pájaros, etc. Esto lo podemos hacer nosotros solos, pero si es con amigos y compañeros mucho mejor, siempre avisando de obstáculos, adecuando nuestro ritmo al del resto, superando la etapa y disfrutando de ella en grupo. Hay muchos deportes, pero este es el mío.
Con esa filosofía que creo común en la mayoría de los ciclistas no será raro que nos pongamos en contacto unos con otros y nos pidamos opinión sobre rutas trazados etc y así ha sucedido este fin de semana.
Daniel nuestro guía local de esta mañana, se puso en contacto conmigo para que le indicara alguna ruta con sendas por la zona de Albacete, en mi respuesta le propuse que los pura vida fuésemos a sus dominios y que ellos nos devolvieran la visita, y sin conocernos más que de cruzar cuatro palabras con el whatsapp, aquí tenemos a 7 entusiastas de la bicicleta de montaña dispuestos a disfrutar de una mañana de las que no se olvidan nunca.
Tras las presentaciones nuestros anfitriones Dani, Domingo, Delfín y David, seguidos de Carlos, Juanto y un servidor por parte de los Pura Vida, tomamos camino en dirección a los montes de la zona sur-este de Almansa. Sin tiempo para apenas conocernos entramos en faena con la primera senda, la del molino alto que hacemos por su parte alta. Senda limpia y estrecha que rodea un antiguo molino convertido hoy en un aula de naturaleza. Un par de caminos de enlace y antes de entrar en la siguiente senda Delfín sufre un percance con la cadena que le obliga a abortar la salida. David decide acompañarle y por desgracia perdemos a dos compañeros del grupo.
El resto seguimos por caminos para coger la senda de los barreros, una preciosidad de sendero con algunos toboganes y curvas cerradas que trascurre entre pinos. Divertido y bonito, ya nos gusta de subida y Dani nos avisa de que lo disfrutaremos más aún a la vuelta, cuando lo hagamos de bajada. Salimos a la valla de la cantera y seguimos bordeándola en subida por camino pedregoso. De momento la niebla nos impide disfrutar del amanecer y el sol pugna con la bruma asomándose entre las lomas y los valles. Bajada por monte bajo para buscar Casa martinez que dejamos a la izquierda y comenzamos subida por camino para buscar la senda de los palos. Una delicia de trazado revirado con algo de recortes de poda en el terreno, por lo que debemos tener cuidado para evitar averías, y disfrutar de una senda rápida y bonita que serpentea en un cerrado bosque de pinos. Tramo despejado con alguna afloración rocosa, que nos lleva tras cruzar un camino a la rambla de los sumidores. Tenemos un par de escalones en roca que podemos pasar sin problemas con un poco de fuerza y equilibrio, y la senda bordea zona boscosa a la derecha. A la izquierda tenemos un profundo reguero escavado en roca que personalmente me parece una formación muy interesante. A la izquierda tomamos camino despejado entre matorral que atraviesa dos grandes losas de roca. Domingo nos comenta que los lugareños les llaman cinglas y de nuevo son curiosas formaciones que casi parecen artificiales. Al final de este camino tenemos la senda de las losas, donde tenemos algunos escalones bajando losas de piedra y algunas curvas técnicas sin llegar a ser difíciles.
Bajamos camino y subimos bordeando la falda del monte tres picos, en dirección a la casa del aire que dejamos a la derecha para seguir por pista. No tardamos en dejarla atrás para coger la senda del gorrino que comienza en zona arenosa para cambiar a senda estrecha entre bosque, con alguna curva rápida donde trazar con pericia y algún tobogán pronunciado. Senda divertida y rápida en la que ir atento y disfrutar de la trazada. Pasamos junto a una charca de barro con evidentes huellas de animales, donde Dani nos indica que es fácil ver a jabalíes revolcándose a placer. Ahora entendemos el nombre de la senda, que enlaza con la del mar de piedra ya que discurrimos por una zona de largas losas de piedra. A estas alturas el astro rey ha ganado la batalla a la bruma de la mañana y radiante nos saluda. Giro a la derecha para afrontar un duro repecho que solo Juanto es capaz de superar montado, dándonos una clase de fuerza, equilibrio y trazado al resto.
Llegamos de nuevo a las inmediaciones de la casa del aire, pero al otro lado del camino y Dani nos enseña un valle al que llama el barranco del agua y nos dice que lo bajaremos entero. El énfasis en sus palabras ya nos anticipa que se trata de una senda larga e intensa en la que disfrutaremos de toboganes, saltos, curvas en apoyo y todo tipo de chucherías que hacen que los pura vida vayamos gritando de puro placer. Comenzamos con la senda del cura, con una entrada en bajada pronunciada y senda limpia con pequeños saltos. Enlaza con la de los toboganes donde seguimos disfrutando como colegiales en el recreo. Este barranco es sencillamente imprescindible, de lo mejor de la zona. Enlaza con el barranco de la gala en una bonita chopera y continúa bajando con suave pendiente, por camino que desemboca en una pista de subida con la sierra de la oliva al fondo, coronada por generadores eólicos.
Aprovechamos para comentar los pormenores de las últimas sendas así como las buenas sensaciones que hasta el momento nos está dejando este terreno perfectamente elegido por Dani, gran conocedor de estos montes, de sus casas, de sus caminos y de sus sendas. A estas alturas somos un grupo de felices ciclistas de montaña con nuestros chascarrillos y cachondeo acostumbrado del que comienzan a participar Daniel y domingo.
Justo cuando el estómago nos recuerda que está detrás del ombligo llegamos al paraje conocido como la fuente de Olula, perfectamente equipado con mesas, barbacoas, papeleras etc, para que los visitantes de estos parajes disfruten de un merecido descanso. Mientras los pura vida disfrutamos de unas apetecibles barritas energéticas y suculentos geles, equilibrado compendio de nutrientes, sales y minerales, indispensables para el desarrollo de nuestro deporte, Domingo saca una cerveza fresca de su mochila para acompañar el bocata de algún tipo de picadillo a base de derivados del cerdo embuchaos…inquietante fuente de colesterol, grasas saturadas y otras cosas peligrosísimas que se pegan al riñón y otras partes del cuerpo. Dani por su parte amenaza con darnos a probar un bocadillo de media barra de caballa con tomate, envuelto en doble de servilleta y papel de aluminio, que si bien parece más sano por aquello del omega 3, a saber cómo puede caer eso en el estómago a mitad de ruta.
Recogemos todo y echando de menos al sol que finalmente ha perdido la batalla con las nubes, retomamos caminos de subida en busca de la casa de Cirote, donde Dani nos promete que encontraremos sendas emboscadas bien chulas. Subida por pista y después por senda en busca de la casa y de las sendas, que con un tramo intermedio de monte hacen nuestras delicias, sobre todo la segunda parte, pues se trata de una senda rápida entre pinos con terreno propicio para el agarre y bonitos quiebros entre árboles, una maravilla.
Largo camino al que llaman el camino largo tras estas sendas, que nos lleva a las inmediaciones de la casa de Valparaiso y de la casa de Gazpacho. Giro a la derecha y subida para buscar el cuco de los Garganchines, al que accedemos por pequeña senda a la derecha del camino.
Impresionante cuco construido a base de piedras cubriendo una amplia estancia interior, dotada incluso de chimenea. Lugar ideal para hacernos algunas fotos de postureo en grupo, descansar unos minutos y seguir ruta en busca de la senda de los perros. Bonita senda que transcurre por zonas abiertas y de matorral y otras de bosque de pinos cerrado, nos lleva junto a una casa de la que salen ladridos de perros a nuestro paso, y le dan nombre a la senda. Enlaza con la rambla del pedernoso donde debemos trazar con cuidado pues tenemos arena y alguna roca, mezcla propicia para tener un susto si no se sabe negociar este tipo de terreno. Sin percances, que nosotros ya sabemos de esto, salimos al camino que ya hicimos por la mañana y que ahora subiendo nos lleva hacia la cantera, dejándonos bonitas vistas de Almansa con el mugrón al fondo. Bajamos camino con piedra suelta y terminamos en la valla de la cantera, que cruzamos para hacer, esta vez de bajada, la bonita y divertida senda de los barreros. Similar a otras que hemos hecho por la zona trascurre por bosque cerrado de pinos, con algunos toboganes y cerradas curvas donde meter bien la rueda y disfrutar de la trazada buscando salir con velocidad a por el siguiente giro…una delicia.
Si no me equivoco esta senda así como la de los palos, la segunda de las de Cirote, y alguna más de la zona, atraviesa zonas repobladas a base de pinos, donde parece que el terreno se preparó en su día a base de terrazas y se plantó de pinos siguiendo hileras. Esto favorece el trazado de sendas y el resultado lo disfrutamos hoy en día.
Nos quedan un par de sendas más y un par de caminos antes de llegar a la senda del molino alto, que de nuevo hacemos por arriba y esta vez bajando unas escaleras de piedra con cierta inclinación pero sin mayor dificultad, que nos dan el último pico de adrenalina antes de tomar la carretera que nos lleva de regreso a Almansa. Nos despedimos de Domingo que toma otro camino y seguimos con Dani para disfrutar de unas frescas cervezas que bien nos merecemos. Brindamos por la pedazo de etapa que nuestros nuevos amigos nos han preparado por sus dominios, y por la que estamos muy agradecidos, y les invitamos a que a no mucho tardar nos devuelvan la visita por nuestras tierras, donde intentaremos trazarles una ruta a su altura.
Mención especial para nuestro guía Daniel, preocupado en todo momento de explicarnos los pormenores de las sendas, cortijos, ramblas y parajes por los que pasábamos con una simpatía, naturalidad, elegancia y saber estar, al alcance solo de los mejores.
Que grades estos chicos y que grande es este deporte.
Pura Vida¡¡