Almería-Aguadulce por el aljibe

Es decir, de Almería a Aguadulce sin pasar por el Cañarete a la ida (bueno, solo hasta el desvío de Castell del Rey), así que la ruta es: Castell del Rey, con opción de subirlo hasta la vista de San Telmo; Espejo del Mar y su aire de turismo sesentero; La Garrofa, cuya rambla arenosa habrá que recorrer, pero solo unos doscientos metros para conectar con la Parra, pasando por debajo del puente de la autovía; El Palmer, donde nos aguarda la mayor subida -montados- de la ruta; y por la Loma Alta, cuyo camino amurallado no deja de recordarnos aquel atroz episodio de la guerra incivil, el del bombardeo de la población que venía a Almería huyendo desde Málaga.

Estamos ya en el sendero por encima del barranco del Cañarejo y que llamo "del aljibe" pues hasta él nos conducirá, con sus pequeños escalones de piedra. Tras él nos encontraremos con una fuerte pendiente que habrá que superar empujando la bici como se pueda. Luego llegará el tramo de bajada en el que haremos lo mismo, si la técnica de descenso -como es el caso- no da para mucho, pero para entonces, con las antenas de encima del túnel y Aguadulce a la vista, el ánimo es alto.

Queda la bajada por la cuesta que un compañero en su día llamó "El Mortirolo" y que llaman camino de los presos. Se hace sin mayores dificultades; subirla ya es harina de otro costal. Igual lo intentamos en otra ocasión.

Ah, y la vuelta por asfalto, aburridísima, pero con el objetivo logrado.
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La banda sonora de la ruta la pone el señor Horace Silver con The Jody Grind (Blue Note, 1966), un álbum que sirve para entrar en la música de tan elegante pianista, aquí particularmente rítmico y sabroso.