Almería-alrededores Enix-vuelta por La Carrasquilla

Ruta Almería-Enix sin llegar al pueblo y volviendo por La Carrasquilla, como variante al asfalto.

El sempiterno camino pedregroso hacia Enix, esta vez con el aliciente de comprobar cómo está tras el paso de la marcha La Desértica, el otro día: igual algo más empolvado, pero la tarea de seguir moliendo piedra no hay quien nos la quite; claro que menos piedra habrá en el sofá de casa. Ahí sigue el camino, poniendo un punto más de dureza tras el cruce de la presa y otro punto más de inclinación durante el par de kilómetros finales hasta el asfalto. Recuerdo la primera vez que pasé por ahí con mi Agece, años atrás, jurando que nunca más lo haría. Ahora al menos hay un lado del camino más limpio de pedrolos.

Tras la bajada por asfalto tomaremos el desvío a la izquierda antes del extenso cortijo vinícola de la Hoya. El motivo es ir entre pinos por la disfrutable pista del Collado de Los Gatos, que nos bajará hasta su barranco; tras el desvío a la izquierda de "Las veredas del Saladares", el camino se pone complicado por momentos: nunca conviene subestimar los regueros.

La propuesta pasaba por tomar la línea que en el mapa enlaza con la pista de Los Salmerones, y dejarla para tomar posible vereda que nos deje en el cruce de Felix sin pisar el asfalto. Pero como todos sabemos una cosa es el papel y otra el terreno que nos encontramos... El caso es que, debido a la inclinación y tierra suelta de ese enlace, no queda otra que bajarse y subir la pendiente empujando la bici. La vereda que tomamos a continuación, si bien no tan extrema, mantiene un porcentaje y terreno que obliga a seguir haciendo "sendebike", que se dice en Espanglish.

No entraremos a Enix, sino que lo rodearemos por arriba, por El Rayo, enlazando con el tramo de La Desértica que nos deja un umbroso paso por el cortijo Cañada de Andrea, unas bonitas vistas por La Ventilla y la tarea técnica de negociar con una rocosa vereda antes del desvío hacia la balsa del Marchal Alto. Merece la pena esta variante propuesta por esa marcha ciclista.

Ya con la balsa a nuestra izquierda buscaremos la larga vereda de la Carrasquilla, que es el gran objetivo exploratorio del día. Nos llevará por la antigua cañada real de la sierra de Gádor. La vereda carrasquea por momentos, punteada aquí y allí por escalones de piedras, y con la pendiente ladera a nuestra derecha, así que la opción de apoyarse con el pie en según qué paso es más que comprensible.

Pasaremos por el cortijo de Torelló, con su aljibe, y pronto estaremos en el cruce del camino a Enix por el que habíamos pasado unas dos horas y media antes.

La propuesta de volver por La Carrasquilla mereció la pena.

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La banda sonora queda en manos de Ronnie D'Addario, recuperado para deleite de los amantes de la gran melodía blanca setentera por el señor Pedro Vizcaíno con su sello You Are The Cosmos. Aún se siguen haciendo algunas cosas bien.

Y el refrigerio hidratante hoy es cosa de St. Georgen con una pilsener de libro: toque afrutado para redondear el equilibrio entre la malta y el esperado -pero tan poco encontrado en tantas y tantas "tipo Pilsen"- amargor y toque herbáceo del lúpulo. Otros con años y años de saber hacer bien las cosas.