Almoharín, sierras y dehesas

Intento de rodear las sierras al norte de Almoharín, con subida al pico Cancho Blanco, que con 940 m sobre el nivel del mar debe tener estupendas vistas tanto hacia el Sur (valle del Búrdalo, con unos 300 m sobre el nivel del mar), como hacia el Norte (en torno a 500 m).
Y digo intento porque llovío desde antes de salir y no paró en toda la ruta, lo que unido al frío y viento me hizo cambiar de planes sobre la marcha.

DESCRIPCIÓN DE LA RUTA

Salida desde la casa rural Las Gamitas, por una buena pista hasta el pueblo de Almoharín, para luego intentar remontar algo la sierra y evitar así grandes pistas. Pero las pistas trazadas en el plano son más bien sendas y en seguida me vuelvo para buscar pistas ciclables, en paralelo a la carretera, por zona de dehesas y con un firme bastante pegajoso por la lluvia, endureciendo mucho la ruta.
La pista tiene alguna rampa muy dura antes de Valdemorales, incluso habiéndola hormigonado, pero en general llevamos una subida tendida, tanto antes como después de incorporarnos al Cordal de Mérida a Trujillo.
Una vez en este, pasamos algunos tramos donde la pista casi se pierde, y manteniendo la ciclabilidad, rodea pequeñas huertas por un sendero minúsculo.
Posteriormente, la pista vuelve a tomar un porte y condiciones muy cómodas, hasta cruzarse con una carreterilla asfaltada que nos sube a Cancho Blanco con buena pendiente, bastante más que la que traemos hasta ahora (desde Almoharín, todo en ascenso).
De este tramo me acuerdo poco, porque casi no se veía nada con el viento y la niebla, y hacía mucho frío. De vistas nada, aunque sí me pareció ver alguna mancha de robledal.
Subida hasta la cima por carretera, aunque al final hay una valle que impide coronar junto a las antenas.

Desde poco más abajo de la cima pretendía seguir un camino marcado en el plano que desciende hacia un embalse por la Casa del Coto, pero era un sendero estrecho y con mal firme, y al ir solo y en malas condiciones meteorológicas, decido acelerar la vuelta bajando por la carretera (o más bien pista asfaltada) hasta Zarza de Montanchez, de nuevo entre dehesas, y sin tráfico.
En dicho pueblo, con los piés helados, decido no complicarme y seguir por carretera hasta Robledillo de Trujillo, desde donde tenía marcado un camino que ataja de vuelta hacia Las Gamitas o Almoharín, evitando carretera. Por las circunstancias en las que estaba, pregunto a un paisano sobre el estado del camino y me dice que es malo, y que además hay vallas y atraviesa una finca de ganado bravo. Como para investigaciones andaba.
A lo fácil de nuevo, carretera hacia Ibahernando hasta que aparece una pista asfaltada a la derecha que circula entre prados, y que sin problemas, y sin grandes desniveles ni tráfico, me devuelve a Las Gamitas, donde tardo alfo en recuperar la sensibilidad en los pies, pero un cordero asado lo cura todo ...

Unos 50 km, y 1.000 m de desnivel acumulado.
La zona agradable paisajísticamente, y sencilla de rodar por la abundancia de tramos por pista asfaltada.