Alto tajo 1 (Sta. Eulalia - Peralejos)

Primer día de los tres que nos tiramos rodando con alforjas el amigo Alakan y yo por las provincias de Teruel y Guadalajara, con el Alto Tajo como motivación y el track de hartz beltza (http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=1329414).
En esta primera ruta, casi completamente por carretera, salimos del valle del Jiloca, concretamente en Santa Eulalia, y ganamos altura rápidamente buscando Orihuela del Tremedal. El otoño nos respeta con temperaturas agradables y nada de lluvia, y pronto rodamos sobre los 1400 metros.
Un pequeño desvío por pista tras Orihuela nos hace meternos en una pista embarrada que frena mi bici, afortunadamente, era un tramo corto. Un guardabarros muy cerca del neumático juega en mi contra, pero pronto vuelve el asfalto, con el que llegamos a Checa, curioso pueblo donde crían ocas en el río y los días de fiesta bajan la mesa para echar la partida al mismo cauce. Las fotos que cuelgan del bar donde nos comimos un bocata de lomo de orza con queso así lo atestiguan. Eso nos da fuerzas para llegar a Chequilla, y vemos con pena cómo buena parte de sus pinares ha ardido este pasado verano. Alakan se sabe una pista asfaltada para llegar a Peralejos, pero como no sabe cómo son los miradores del track que seguimos, decidimos seguir el track cargado. (Si hubiéramos seguido esa pista asfaltada por Chequilla la ruta sería 100% asfalto) Nueva subida, siempre por carretera, y unos miradores con unos pedestales para posar que... glubs...
Ya estamos en el Parque Natural del Alto Tajo, y bajamos al valle de Magina, que cruzamos. Al fin abandonamos la carretera, y a la salida del pueblo, en una fuente bajo techo, nos sorprende la única lluvia del finde, cuatro gotas nada más, pero que sirven para cruzarnos con una familia y cuatro mujeres del pueblo, que vienen por la pista sin temor a la lluvia ("venimos como las de Celadas, sin setas y mojadas", decían). Y de paso conocer cómo son las endrinas y comerme unas pocas, deliciosas.
La pista sube un repechín corto del 15% y acabamos cruzando la carretera que nos llevará a Peralejos. Hemos salido tarde y la luz empieza a escasear, y aún nos queda una loma por subir hasta llegar al coqueto pueblo que hace de entrada al Alto Tajo, a donde llegamos con el sol a punto de irse a dormir; seguimos su ejemplo, tras una cena algo escasa en el mismo hotel.