Ávila - Alto de Gaznata - Ávila

Primavera de 1995. La revista Bike publica el fallo del concurso de rutas por España. Ganadora, una ruta que discurre por Ávila. Aprovechando mi estancia en esta preciosa ciudad, decidí hacerla. Me encantó.
20 años después he vuelto a esta ciudad. Y conmigo, mi bici.
¿Por dónde discurriría aquella preciosa ruta? Apenas conservo livianos recuerdos y unas pocas fotos. Pregunto por doquier y nadie me aporta nada. Escribo a Bike en tres ocasiones y ni me contestan. No conservo el ejemplar de la revista. Difícil tarea. Pero me obceco. Quiero encontrar esa ruta. Quiero volver a hacerla.
Mis viajes de Madrid a Ávila en tren discurren por un profundo valle cercano a Ávila que me provoca flashes. Recuerdo que en la descripción de la revista la ruta discurria por la estación más alta de España. Esa es la estación de La Cañada. ¡Sí, ya tengo algo! Por aquí pasaba la ruta. Ya voy acotando terreno.
Navegando en la red aquí y allá, en páginas de artículos de segunda mano, coleccionistas, etc., doy con algún vendedor que ofrece lotes de revistas de Bike antiguas. Contacto con dos de ellos y les hago saber mi propósito. No se lo pongo muy fácil, puesto que no sé ni el número de la revista ni la fecha en la que se publicó. Solo la fecha aproximada. Aún así, un tío majo se enrolla y se toma la molestia de ojear todas las revistas de los años 1994 y 1995, hasta que da con la que cree que es, le saca una foto y me la envía por correo electrónico. ¡Eureka! ¡Esa es la revista y esa es la ruta! Como el ejemplar era de su colección personal no me la pudo vender. No obstante, con estos nuevos datos seguí buscando y encontré a una chica que, no solo renunció a vender el lote completo, que era su propósito, sino que tras concertar una cita cerca del Port Aventura en Tarragona, lugar donde vivimos los dos, además de facilitarme la revista, no me la quiso cobrar. ¡Muchas gracias a los dos!
Domingo 16 de noviembre de 2014. Tras crearme el track de la ruta con la descripción y el mapa facilitado, me dispongo a cumplir este reto.
Ahora sí, me dejo de rollos y paso a la descripción de la ruta. No me recrearé mucho porque a modo de foto os dejo escaneada la descripción inicial. Mis más sinceros agradecimientos a los creadores: Antonio, Raúl, Valeriano y José A., vecinos todos de Tornadizos de Ávila.

Saliendo de Ávila, nuestro primer pueblo de paso es Bernuy Salinero. A él llegamos por la Cañada Real de Campo Azálvaro. Obligado desviarse de la ruta original para ver el dolmen de más de 7000 años de antigüedad.
De Bernuy vamos a Tornadizos por caminos sin ninguna complicación siguiendo el track o las indicaciones originales. Como indican sus creadores, de momento no entramos en el pueblo y seguimos subiendo suave paralelos a la carretera que va a El Escorial. Aquí es donde nos encontramos con el primer problema: antes de tomar el obligado tramo de asfalto que nos dejará en el alto de las Pilas, el camino de tierra nos lleva a las puertas de lo que hoy es una finca particular con el paso prohibido. Así que el tramo de asfalto que se debería hacer será algo más largo. O bien hacer lo que hice yo, que empeñado en hacer la ruta original, salté la valla y crucé el tramo de finca hasta abandonarla un poco más adelante.
Abandonamos el asfalto para acercarnos al apeadero de Navalgrande. Aquí cogemos lo que en la revista llaman un sendero técnico. Es una pena, pero a día de hoy está muy destrozado, primero por las motos y después por el agua al discurrir por los trazados de las devastadoras ruedas de tacos. Así que en muchos tramos hay que poner pie a tierra. Aún así, el recorrido es tan bello como se describe en la revista.
Llegamos al río Gaznata. Originariamente, la "larga y dura subida" era una pista forestal. Hoy se encuentra asfaltada, pero sigue siendo durísima. Por lo que pude ver, hay alternativa de caminos y sendas a la izquierda según se sube, pero como ya he dicho en un principio, yo he querido "calcar" la ruta original.
Siguiendo el track no tendréis problema en llegar a lo alto del valle que forma el arroyo Gaznatilla. Empieza de nuevo la bajada, y ocurre aquí lo mismo que con el descenso de Navalgrande: hay muchos tramos en mal estado, aunque sigue siendo un descenso precioso.
Llegamos a Herradón de Pinares. Este pueblo sufrió unas graves inundaciones hace aproximadamente 15 años, poco después de hacer yo la ruta por primera vez. Como podéis ver en las fotos que adjunto, cambió hasta la orografía del lugar.
Subimos al Puerto de Las Pilas por un camino que se convierte en senda, en muchos casos impracticable por los repetidos motivos. Pie a tierra y a empujar la bici. Una vez arriba, siguiendo el track llegaréis de nuevo a Tornadizos de Ávila, y por un itinerario precioso, al punto de partida.
Espero que la disfrutéis tanto como lo hice yo.

https://www.youtube.com/watch?v=lLmBVB9bkJA