Ayna Pura Vida: Senda del Griego, de la casa del Arroyo, de Royo Odrea, de Las Hoyas y del camping.

Ayna es un privilegiado enclave arropado en lo más profundo de la garganta del río mundo. La singular coreografía de peñas, collados y valles que salpican la zona le convierten en uno de los pueblos más pintorescos de la provincia, un verdadero disfrute para los sentidos. Todo el valle del río desde Ayna a Los Carcavos es una sucesión de encantadores rincones y será tarea de hoy disfrutarlos con nuestras bicicletas. Debido a su especial ubicación y lo abrupto del terreno los habitantes de la zona han esculpido terrazas destinadas a cultivos que entrelazan con angostas sendas, y por ellas pedalearemos hoy.
Mi compañero Juanto y un servidor saldremos de Ayna al despuntar el alba por la dura subida de la cuesta de los toros, por donde bajan los asustados animales en las fiestas del pueblo. Dura rampa empedrada que nos quita el frío en apenas unos metros.
Pequeño tramo de carretera y salimos por la izquierda para entrar en zona de pistas y monte donde seguir templando el cuerpo y familiarizándonos con el terreno. Pasamos por un bonito valle de cultivos donde comienzan a despuntar las primeras siembras y dispersos almendros salpican de blanco los márgenes del camino. Casi confluimos con la nacional y comienza una exigente subida por pista hasta llegar a El Griego donde tenemos una senda idílica.



Senda larga y limpia para disfrutar de la bicicleta, con apenas un paso en roca, un contra peralte y un par de troncos que quedaron cruzados en el camino, como obstáculos destacables. Discurriremos en ocasiones por una rambla con algo de arena y en ocasiones paralelos a ella. Imprescindible dejarse llevar y disfrutar del sonido de las ruedas en el terreno y del viento en la cara.
Llegamos a Fuente la Parra donde tenemos un imponente árbol que da sombra a una fuente donde podemos llenar los bidones.
Seguiremos el camino que poco a poco se difumina y para nuestro deleite nos deja inmersos en una nueva senda. Un poco más pedregosa en algunas zonas y un poco más exigente que la anterior, pero con unas preciosas vistas a su paso por la casa del Arroyo, donde se abre el valle y la sierra de Ayna se muestra grandiosa.
Cortaremos el disfrute pues debemos acometer una dura subida primero por senda y después por pista, para escapar del barranco de fuente la parra que deja dos grandes peñas a los lados en su salida al cañón del río mundo.

Zona de rápidas pistas en ligera bajada con preciosas vistas en dirección a algunas terrazas escondidas en lo alto de Royo Odrea. Desde ellas parte una senda pedregosa en la que disfrutar con los cinco sentidos y especial atención a algunos pasos técnicos. Nos lleva a Royo Odrea donde terminamos de bajar hasta el río por empinadas cuestas de cemento rallado.
Cruzamos el río y tenemos una bonita subida por senda hasta el pueblo de Las Hoyas donde nos encontramos por primera vez con el canal que abastece la central hidráulica de Híjar y Juanto y un servidor decidimos parar, disfrutar del entorno y reponer fuerzas, pues nos queda una dura subida y la senda más técnica de la etapa.
Antes de acometer esta subida será de obligada visita el mirador de los infiernos, que tenemos en pleno trazado y nos ofrece una envidiable vista de todo el cañón del río mundo, con Royo Odrea a un lado, el puente de la nacional a nuestros pies y Ayna a la derecha. Frente a nosotros se yerguen imponentes el cañón de fuente la Parra escoltado por sus dos altivas peñas.



Comenzamos la subida por pista, de las de sierra de verdad, de las que hay que tomarse con calma, con una primera rampa muy exigente que mejor hacer empujando la bici para no terminar quemado antes de empezar. Calma y a disfrutar de las vistas que vamos encontrando a la izquierda.
Una vez arriba pequeño respiro para visitar la aldea de El Ginete y soltar piernas y brazos que necesitaremos en la exigente senda del camping. Esta senda sigue el sendero de la umbría y nos baja desde el repetidor de Ayna hasta la zona de huertas del pueblo. Se trata de un sendero lleno de piedra suelta con una inclinación constante conseguida a base de zetas con cerradas curvas. Sin duda es una senda técnica en la que el dominio de este tipo de terrenos es fundamental así como una plena confianza en nuestra montura y nuestra pericia. Será un disfrute para los más técnicos y una pesadilla para quien no esté familiarizado con este tipo de terreno. Las vistas que nos va dejando del pueblo de Ayna son sencillamente únicas.



Cruzaremos de nuevo el canal y pasamos por una parte final empedrada un poco más asequible pese a ser más empinada y terminamos en el río al pié de Ayna.
Seguiremos el río para ver algunos enclaves donde se rodó la famosa película de José Luis cuerda “Amanece que no es poco” y subiremos al pueblo por una de sus innumerables cuestas con el aliciente de poder refrescarnos en una fuente apostada en un recodo.
Terminamos así una dura, preciosa e inolvidable ruta en lo más recóndito de la sierra de nuestra provincia.