Bajo Aragón histórico D6 Alcorisa-Alcañiz
near Alcorisa, Aragón (España)
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Trail photos
Itinerary description
IBP 70
En esta etapa no habrá nubes ni brisa ni tío pásame el río; el sol y el calor sahariano nos machacan sin piedad. Incluso al GPS, que se achorra y pierde la fecha y los tiempos. Y eso que abrimos ruta en Alcorisa a las 7 de la mañana. Es igual, ya se sobrepasan los 20º y el habitual pedaleo por los campos de frutales no es hoy tan agradable como en las mañanas anteriores.
Seguimos el llamado Sendero de la integración, que une Alcorisa con el poblado ibérico del cabezo de la Guardia, y luego diversos carriles agrícolas que en descenso nos colocan a la altura de la abandonada estación de tren de Alcorisa. Nunca dió servicio, la Guerra Civil lo evitó. Ocurre que el paisano de la finca se ha tragado la traza de la antigua vía y tiene roturados los campos. Así pues, nos limitamos a verla desde la distancia. Más abajo existe un camino que no aparece en mi mapa ni en Earth, que carga fotos del año pasado. Quizá lo ha construído el paisano como compensación. Lo tomamos, cruzamos la carretera y bajamos hasta Foz Calanda atravesando campos de cereal prontos para la siega, y luego hasta Calanda entre melocotoneros, que -nos dicen allí- son los mejores de España e incluso del mundo entero.
Salimos de Calanda, accedemos a la carretera que sube a su pantano -el enésimo-, atravesamos la presa y comenzamos la subida pistera hasta el convento del Desierto, yacente en piltrafa gracias al ínclito Mendizábal, que en realidad nació Méndez. La subida es larga y se cuenta que temible, pero al margen de un par de cortas rampas más exigentes no merece ese calificativo. Al menos no por esta vía; la que tomamos para bajar por la sierra a la carretera de Torrevelilla sería otra historia, pero nosotros vamos en descenso y el camino se porta bien: es rápido y divertido.
Pasada la carretera seguimos por un carril agrícola también sin balizar que entre campos de cultivo desciende hasta Castelserás, pueblo con iglesia descomunal. Para ese momento calculo que, por lo bajo, la temperatura ya rondaría los 865º, así que sin dilación enfilamos hacia Alcañiz por la fértil vega del Guadalope pasando antes por el poblado ibérico del Palao y las saladas, que visitamos a la carrera porque son pura solana y la nube más próxima debe de andar por Cracovia. Entramos en Alcañiz, pueblo grande con ínfulas de ciudad, y el termómetro de una farmacia marca 36º.
En esta etapa no habrá nubes ni brisa ni tío pásame el río; el sol y el calor sahariano nos machacan sin piedad. Incluso al GPS, que se achorra y pierde la fecha y los tiempos. Y eso que abrimos ruta en Alcorisa a las 7 de la mañana. Es igual, ya se sobrepasan los 20º y el habitual pedaleo por los campos de frutales no es hoy tan agradable como en las mañanas anteriores.
Seguimos el llamado Sendero de la integración, que une Alcorisa con el poblado ibérico del cabezo de la Guardia, y luego diversos carriles agrícolas que en descenso nos colocan a la altura de la abandonada estación de tren de Alcorisa. Nunca dió servicio, la Guerra Civil lo evitó. Ocurre que el paisano de la finca se ha tragado la traza de la antigua vía y tiene roturados los campos. Así pues, nos limitamos a verla desde la distancia. Más abajo existe un camino que no aparece en mi mapa ni en Earth, que carga fotos del año pasado. Quizá lo ha construído el paisano como compensación. Lo tomamos, cruzamos la carretera y bajamos hasta Foz Calanda atravesando campos de cereal prontos para la siega, y luego hasta Calanda entre melocotoneros, que -nos dicen allí- son los mejores de España e incluso del mundo entero.
Salimos de Calanda, accedemos a la carretera que sube a su pantano -el enésimo-, atravesamos la presa y comenzamos la subida pistera hasta el convento del Desierto, yacente en piltrafa gracias al ínclito Mendizábal, que en realidad nació Méndez. La subida es larga y se cuenta que temible, pero al margen de un par de cortas rampas más exigentes no merece ese calificativo. Al menos no por esta vía; la que tomamos para bajar por la sierra a la carretera de Torrevelilla sería otra historia, pero nosotros vamos en descenso y el camino se porta bien: es rápido y divertido.
Pasada la carretera seguimos por un carril agrícola también sin balizar que entre campos de cultivo desciende hasta Castelserás, pueblo con iglesia descomunal. Para ese momento calculo que, por lo bajo, la temperatura ya rondaría los 865º, así que sin dilación enfilamos hacia Alcañiz por la fértil vega del Guadalope pasando antes por el poblado ibérico del Palao y las saladas, que visitamos a la carrera porque son pura solana y la nube más próxima debe de andar por Cracovia. Entramos en Alcañiz, pueblo grande con ínfulas de ciudad, y el termómetro de una farmacia marca 36º.
Waypoints
Waypoint
1,492 ft
Acequia colgante
Waypoint
1,096 ft
Alcañiz
Waypoint
1,901 ft
Apeadero antiguo
Waypoint
1,972 ft
Cabezo La Guardia
Waypoint
1,465 ft
Calanda
Waypoint
1,635 ft
Casa de Los Tres Tormos
Waypoint
1,187 ft
Castelserás
Waypoint
1,263 ft
Castillo de Los Calatravos1
Waypoint
1,092 ft
Catedral Sta María la Mayor
Waypoint
1,903 ft
Estación abandonada de Alcorisa
Waypoint
1,622 ft
Foz-Calanda
Waypoint
1,111 ft
Hotel Guadalope
Waypoint
2,039 ft
Monasterio de Calanda (Ruinas)
Waypoint
1,332 ft
Poblado Ibero El Palau
Waypoint
1,875 ft
Rampa dura
Waypoint
1,159 ft
Salada Grande
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