Barjacoba-Vilaseco-Seoane-Pinza-Viana do Bolo-Penouta-Valdín-Porto-Barjacoba

Salida de Bárjacoba a las ocho y poco de la mañana por la carretera ZA-101. Después de Pías seguí la pista que sale a la derecha tras una curva cerrada, sólo al principio está sin asfaltar. Me condujo por Vilaseca de Serra, Viladermilo, Seoane de Arriba, Mosexos y Pinza para llegar a Viana do Bolo, primer alto del día. Lo más destacable del municipio: embalse de Bao que contiene las aguas del río Bibei; la gran Torre que corona el municipio, que según Monumental net:"La torre del Homenaje del castillo de Viana fue reedificada por Fernando II de León en 1180, tras las esporádicas incursiones árabes. Durante las guerras carlistas el castillo fue aspillerado para vigilar a las partidas que merodeaban la zona"; y su bonita plaza Mayor: edificios barrocos con soportales, un frontón semicircular, pináculos, gárgolas, balconadas, galerías acristaladas...... y su fuente llamada "el pilón". Después de equivocarme de carretera y hacer entre seis u ocho kilómetros de más que me pasarían factura, salí del pueblo por la carretera OUR-CV-3 y atravesé o pasé junto a Punxeiro, San Martino, San Martina de Froxais, Froxais y Penouta. Al rato de pasar por este último pueblo, pregunté ante una bifurcación de la carretera a un paisano de la zona que me recomendó un atajo hasta el pueblo siguiente, Valdín, para cambiar unos cinco kilómetros de asfalto con bajada y subida por dos y pico de camino más o menos llano. Todo hubiera ido bien si yo no lo hubiese confundido con un camino tradicional que me condujo a un "patatal", o qué se yo, sin salida. Tuve qué desandar el kilómetro y pico largó equivocado para volver a la carretera. He borrado del trak todos mis errores que supusieron unos dolorosos 10 kilómetros más de los planeados. Al poco encontré el atajo correcto justo al cruzar un puente (tal y como dijo el simpático paisano) y llegué poco después a Valdín, donde seguí de nuevo la carretera hasta llegar a Porto unos quince kilómetros después. Esta parte del recorrido, de Viana do Bolo hasta cerca de Porto, fue la más dura: constantes subidas, pocas bajadas y muchos falsos llanos que se me acabaron atragantando bajo el implacable sol de Agosto que quemó mis brazos. Siempre olvido echarme el protector solar. Porto estaba en fiestas, compré unas galletas de chocolate y una bebida isotónica que reavivasen las escasas fuerzas que me quedaban. Después del descanso tomé la carretera ZA-102 para regresar a Barjacoba ocho horas y pico después de la salida y completar 96 kilómetros que tras eliminar los errores cometidos se quedan en los 86 colgados. Tuve días mejores físicamente y orientándome con mi GPS, parece mentira.