Batalla de Seseña: Seseña - Borox + cueva de Canjino

Sencilla ruta para visitar los escasos restos bélicos que aun quedan de esta desconocida batalla.
Salimos del pueblo de Seseña junto a la CM4010 que cruzamos enseguida para rodar por el camino de la Vereda Larga de la Laguna que desemboca en un camino cortado que nos obliga a desviarnos hacia las vías del Ave y así visitar los primeros restos de la ruta en forma de ruinoso parapeto de hormigón.
Retomamos la vereda y junto a los edificios de una explotación ganadera nos detenemos para visitar una interesante antigua acequia.
Seguimos dirección sur y a los pocos metros nos metemos campo a través hacia el vértice geodésico del Canto construido sobre las ruinas de un antiguo búnker.
Giramos a Oeste para contemplar una línea de trincheras a derecha y rodamos paralelos a otra línea de trincheras en un camino poco definido a izquierda que nos lleva a un altiplano con excelentes vistas del valle. En este punto nos llevamos una sorpresa al caminar por las trincheras pues descubrimos un interesantísimo refugio que no teníamos catalogado.
Desandamos unos metros cogiendo el camino de Borox a Aranjuez que nos lleva en subidas y casi todo bajada hasta la orilla del río Tajo.
Entre maizales buscamos un búnker que fue imposible alcanzar debido a lo avanzado y tupido de la cosecha. Retomamos la CM-4001 dirección Toledo buscando la curiosidad de la barca que cruzaba los vehículos sobre el río Tajo, pero de aquellos tiempos no queda más que una casa desvencijada. Vuelta atrás por la misma carretera para tomar a la izquierda el camino de Aranjuez que nos lleva en suave pendiente por el valle de San Sebastian y entre bonitos pinares hasta la cueva del Canjino.
Atravesamos Borox haciendo una parada hídrica en la plaza del pueblo y buscamos primero una carretera muy poco transitada y después un camino que nos lleva hasta Seseña entrando cerca del castillo de Puñónrrostro y así vuelta hasta el punto de partida.

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Esta batalla fue conocida por ser la primera intervención destacada de los carros de combate soviéticos T-26 durante la Guerra Civil Española.El 25 de octubre de 1.936, una decisión del General Mola modificaba el plan de avance de las columnas rebeldes sobre Madrid.El plan inicial preveía una marcha armónica de todas las columnas que avanzaban hacia la capital y asignaba a las fuerzas del sector Norte la misión de ocupar el triángulo Navalperal-El Escorial-El Tiemblo, con lo que se buscaba la caída del frente de la Sierra de Guadarrama por envolvimiento, maniobra a la que ahora se renunciaba. Las dificultades que las columnas del sector Norte encontraban en su avance obligaron a mantenerlas en una defensa activa a donde concentrar todos los medios en las columnas del sector Sur: Castejón, Delgado Serrano, Asensio Barrón y Pujalte. Intentaban proteger el flanco derecho del avance.
La razón de este cambio no era otra que la prisa por llegar a Madrid, acuciados por la noticia de la llegada a la zona gubernamental de importantes partidas de material de guerra procedentes de la URSS. Esa información la recibieron los mandos nacionales de los diplomáticos alemanes, quienes les avisaron del paso por los Dardanelos de barcos soviéticos abarrotados de armamento.