Baza-Benajara por Caniles y vuelta por Prados del Rey. 2019-05-19 14:09:37

Una aventura con mis amigos BTT P.A.M.

Llaneando por las crestas alpinas, formadas por los collados que separan las zonas de la cuenca del Arroyo Bodurria y la Zona de Benajara. Supone crestear la linde entre las dos provincias de Almería y Granada rodando sobre las dos ruedas de tu bici, sintiendo el vértigo del vacío a ambos lados, el verde de los pinos a tus pies como alfombras que dibujan el contorno del camino, al fondo el blanco de Sierra Nevada aún esboza su majestuosa silueta .Los Calares de la Rapa y de San Sebastián asoman sus picos a nuestra altura. Estamos volando y apenas nos hemos dado cuenta.

Objetivo del Día.-
Benajara.

La zona Sur de la Sierra de Baza, la única perteneciente a la cuenca del Mediterráneo, no a la del Guadalquivir como todo el resto. Gran extensión de terreno donde podemos encontrar la preciosa aldea del Raposo y la señorial cortijada de Benajara, según se dice su nombre proviene del morisco de Guadix "Alí Benajara", señor de clase alta del siglo XVI, al tener que convertirse al cristianismo tomó el nombre de Don Diego de Benajara.
Información que podemos ampliar en esta página de" Proyecto Sierra de Baza":
http://www.sierradebaza.org/Lugares_de_interes/Benajara/Benajara.htm.

Datos Técnicos.-

En realidad hemos realizado "86" Kilómetros, cuando quise conectar el Garmin, estábamos casi en Caniles. Bueno, pongo los datos grabados en el Garmin, ya sabéis que hay que sumarle 6 kilómetros. lo siento.

Distancia.- 80,2 Kilómetros

Total Tiempo Transcurrido.- 5:48:35
Tiempo en Movimiento.- 5:20:08

Velocidad Media.- 15 km/h
Velocidad Máxima.- 51 Km/h

Altura Máxima.- 2.022 metros
Altura Mínima.- 852 metros

Ascenso.- 1.848 metros
Descenso.- 1.834 metros


Recorrido.-

Salimos, como siempre desde la puerta de la nueva biblioteca, a las ocho de la mañana. Hoy la ruta la plantea nuestro amigo "Kini", Joaquin García, en principio nos plantea el objetivo del Raposo, ruta muy larga con unos desniveles bastante fuertes. Ninguno de nosotros hemos ido con la bici a dicha aldea, así que se plantea llegar a Benajara, también es un reto a tener en cuenta. Así que Kini nos plantea coronar la sierra por la carretera asfaltada de Caniles GR-800 que une con el pueblo de Excullar (Almería).
Pasamos por la calle principal de Caniles para coger dicha carretera en sus afueras junto a las naves industriales de Agrocaniles y Plantas Aromáticas.
Esta carretera nos hace el ascenso más agradable y cómodo, intentamos ir de dos en dos para no ocupar toda la calzada y dejar libre el carril opuesto. La conversación es inevitable, pues el paisaje, aunque conocido, es motivador y provocador en estas primeras horas de la mañana. Nos vamos alternando según el ritmo de cada uno y en cada momento, sin desgastar demasiado nos damos cuenta que los primeros se han parado para retomar el total del grupo, justo en un cruce al poco de haber dejado el primer desvío a Tablas a nuestra izquierda, también hemos dejado el desvío a la aldea de Los Mellizos, ruta de Los Álamos centenarios. Este cruce donde han parado, un poco antes del desvío de Tablas a la izquierda y El Raposo a nuestra derecha, nos adentra en los collados, cresta de los dos valles, de hecho estamos a pocos metros por encima del nacimiento del Arroyo Bodurria. Es la cuerda desde Gor y Charches a Bacares límite de provincias, límite de comarcas y separación de las dos cuencas la del Bodurria y la de Benajara o Valle de Zalamí.
Nos adentramos en el camino, hacemos un giro a la derecha y enseguida se nos abre un camino ancho, donde se juntan los vértices de ambas laderas, sus ondulaciones se divisan inmensas, bajadas de un vértigo bestial, subidas duras a pesar de la inercia de las bajadas, el camino se hace cortafuegos, el cortafuegos se hace camino, hay que decir que los picos se pueden salvar gracias al camino que los bordea. Nosotros hemos preferido ascender y descender las crestas, excepto el último. Vamos dejando a nuestra derecha toda la cuenca del Bodurria, los álamos centenarios, la fragüilla, la aldea en ruinas de Los mellizos, pasamos junto al Peñón de la Lechera, antiguo refugio de los "Maquis", guerrilleros antifranquistas, a nuestra izquierda la cortijada de la Lechera. Llegamos al primer desvío, tomamos el camino que se nos ofrece a nuestra izquierda, enseguida topamos con el camino que oficialmente viene desde la carretera GR-800 para llevarnos al Cortijo de Benajara, lo tomamos a nuestra derecha, unos inmensos prados asoman al girar, al fondo el inmueble en ruinas, nos adentramos en sus inmediaciones, es una verdadera lástima un edificio de tales dimensiones en un estado tan lamentable. Tras comer un poco y beber algo de agua, volvemos al camino que se bifurca en dos, el de la izquierda va hasta la aldea del Raposo, nosotros tomamos a nuestra derecha dirección el Cruce de Cuatro Caminos, aquí en este punto como bien indica su nombre, podemos tomar todas las direcciones, a nuestra izquierda se nos muestra el indicador de Charches y Gor, a nuestra derecha Mirador de Varea (cta.GR-800), y enfrente, que es el camino que finalmente decidimos tomar nos lleva hasta Los Prados del Rey. Ascendemos entre los espesos pinares, a nuestra derecha se nos muestra un paisaje bestial, todo el valle del Bodurria, pinceladas del verde fresco y claro del los álamos y chopos en contraste con el oscuro verde de los pinares, nos muestran los barrancos de las Casas donde se forma a ambas laderas de dicho barranco la aldea de Las Casas de Santaolalla, el de Sabina, ambos barrancos aportan sus cristalinas aguas al arroyo Bodurria. Cruzamos un cortafuegos donde encontramos una balsa llena a rebosar de fría y limpia agua, en unos metros la Fuente de la Peguera, un generoso caño de agua que nos invita a beber y reponer los bidones, tras un pequeño ascenso, el camino se calma, llaneamos y descendemos entre espesa vegetación de pinos y abetos hasta el cruce de caminos, a nuestra derecha "el Pinarillo y Cortijo de Arredondo, giramos a nuestra izquierda dirección Los Prados del Rey, ahora empieza unos dos o tres kilómetros de dura subida, pasamos un desvío hacia Gor y Charches, no hacemos caso y seguimos nuestra dirección, enseguida a nuestra izquierda se va abriendo un enorme valle, un paisaje precioso, prados, minas abandonadas, llegamos con el cansancio de las piernas acumulado sabiendo que en cuanto alcancemos la cima en los prados, la recompensa del descenso será mágico.
Ponemos todo el desarrollo a la bicicleta, cada golpe de pedal multiplica nuestra velocidad y nuestra adrenalina, la sonrisa vuelve al gesto de la cara. Llegamos al cruce de los neveros, aquí tomamos un precioso sendero a nuestra izquierda, es un verdadero lujo conducir entre los estrechos márgenes, el camino se intuye perfectamente. Este camino o sendero recuperado por personas que aman la sierra y quieren aportar historias pasadas generando valor a nuestro entorno, desde aquí agradecer a estas personas su trabajo, dedicación y sobre todo su ilusión. Salimos al área de recreo La Canaleja Alta, nos dejamos caer por la pista hasta la Canaleja Baja, a nuestra derecha tomamos el camino que se adentra en la espesa vegetación, topamos con el camino de Hellín, lo tomamos a nuestra derecha para en breves metros tomamos el de la izquierda que nos llevará hasta las cercanías de Cortijo de Santaolalla, salimos de nuevo a la pista para adentrarnos en un precioso sendero, pista de nuevo hasta la ansiada cerveza en el pueblo.

Agradecer la compañía, y sobre todo la paciencia que muestran conmigo a mis amigos P.A.M., Daniel, Sergio, Jorge, Kini y Julio.

Ha sido un verdadero placer.

Nos vemos en la próxima ruta.

Diego Salas Quirante 19-05-2019