bidasoako pedalak / pedales de bidasoa en 4 Dias 14-17 del 08-2017

Tras unos años sin subir al norte y con el ojo puesto en el País Vasco, este verano pusimos la mente en una de las travesías que no ha de faltar le a un enamorado de la Naturaleza y la rutas de varios días.
Mucho y bien se habla de Pedales de Bidasoa y del trabajo realizado por sus creadores Cristina, Patxi y Eneko; un formidable recorrido que nos lleva por el entorno del Bidasoa desde Doneztebe/Santesteban, pasando por Zugarramurdi, Urdax, Ainhoa, Ascain, Hondarribia/Fuenterrabía, Bera, Lesaca, Arantza y vuelta a Satesteban.

Aún sabiendo que la ruta se encuentra ya subida, si decido subirla es por dar a conocer nuestra experiencia y dar mi agradecimiento a todos aquellos que han hecho posible tras sus vivencias e imágenes que otros decidamos seguir los pasos.

Como a primeros de cada año y para no perder la buena costumbre, empezamos por reunirnos y formar el buen grupete que en esta ocasión íbamos a ser siete, Raul, Toni, Paco, Jorge, Miguel, Diego y el que suscribe. Al finalizar la ruta del descenso del Río Júcar el verano pasado, ya comente que en la próxima no tendríamos los rigores del sol calentadonos los lomos y sesos, ya que la idea se estaba fraguando por el Norte y como hasta en tres ocasiones, ya me rondaba la idea del País Vasco, en este 2017 tocaba cambiar de entorno y recordar otras batallas como la finalización de la Transpirenaica o el inicio del Camino del Norte.

Se decide que nos pondremos en marcha el domingo trece de Agosto, que realizaremos la travesía en cuatro días, y que volveremos con tranquilidad el viernes dieciocho.
Pasan los días y los meses con cierta lentitud, pero el gusanillo empieza a marear las neuronas, con lo que nos entretenemos visualizando fotos y vídeos de otros grupos que ya han hecho esta gesta; con lo que empiezan los contactos y los intercambios de ideas, opiniones, sensaciones a través de Wikiloc, todo ello nos va reconfortando la idea y las ganas de que llegue el mes donde empezar con los preparativos.

Sabedores de que la ruta se puede hacer en tres, cuatro o cinco días, nos decidimos por la travesía de cuatro días ya que la idea como siempre es la de disfrutar, visualizar y admirar todo aquello que la madre naturaleza nos ofrece. En esta ocasión no tendríamos que ir buscando ni alojamientos ni taxis para el traslado de los macutos, ya que la Organización lo tiene muy bien estudiado y con muchas alternativas. Tras pasado Mayo empiezo a ponerme en contacto, y es Cristina quien me empieza a dar la información necesaria para la reserva de todo tipo. Llegado Julio se formaliza la gestión con la recogida de la pasta gansa para transferirla a la Organización, va quedando menos y tras visualizar vídeos y más vídeos, la ilusión, las ganas y el entusiasmo se empiezan a desbordar.

Llegada la noche del día de la partida y como suele pasar "ya sabéis porque", tras no pegar ojo hasta ciertas horas de la madrugada, siendo las nueve de la mañana, damos rienda suelta a toda la adrenalina acumulada y empieza la aventura del 2017. Primera anécdota, a Miguel se le cierra el coche con las llaves dentro, jiji jeje jaja, con lo cual toca despertar al familiar de turno, bueno media hora más, no pasa nada, vamos sobrados ..... tras las paradas correspondientes para vaciar vejiga y rellenar estomago, siendo las 17:30 aparecemos en el Hostal Santamaría donde pasamos la noche y quedamos con Eneko que nos reportó el Breifing necesario. Cervecita con tranquilidad, descargar máquinas, y subida a las habitaciones, todo ello nos lleva hora y media, así que paseo por el pueblo admirando su verdor, ríos, casas y como no, dar lugar a otra cervecita. Hora de cenar y comprobar la hospitalidad vasca, después de cenar, decir que es de muchos quilates la atención de recibida por parte de Laula, un encanto de chica.

Pasan las horas nocturnas y llega el primero de los días de la travesía, empezando con la misma delicadeza que la noche anterior, ahora con el desayuno. Siendo las 8:10 nos montamos a las dos ruedas y poco tardamos en darnos cuenta lo fabuloso del terreno y su entorno, el Camino sobre el Río Baztán nos lleva a Oronoz, al Cedro de Bretiz y a la entrada de su Señorío, durante seis km. y hacia arriba con alguna rampilla para templar cuádriceps, rodamos bajo un señorial bosque en el que los rayos del Sol apenas penetran y empezamos a maravillarnos de este entorno. Cruzamos la NA-4453 para encarar la primera de las rampas fuertes y duras que nos hacen desmontar durante unos centenares de metros, por debajo del Monte Legate con su Monolito y subir al Collado de Atxuela pasando por el Bunker dominando Olaberri y los parajes del Monte Otsondo, hacemos la bajada a Urdax por una senda fantástica entre helechos que nos deja boquiabiertos y con esa sensación de que ahora toca una buena birra, así que a comer. Después de la relajación sabíamos que para llegar a Zurragamurdi, era un tramo corto y engañoso, por su trayecto por senda con engaño debido a su escarpado recorrido "es lo que toca", a media tarde entramos al destino de la primera etapa, el Albergue Graixana, nada que ver con la noche anterior, una vez acomodados toca relajarse con otra cervecita y quedar para la visita a las cuevas de las brujas, sin ser nada extraordinaria, nos sirve de un paseo relax agradable y listos para la segundo día.



Empezamos la jornada con la mosca detrás la oreja debido al sirimiri que nos iba acompañar, el chubasquero y el limpiaparabrisas hicieron acto de presencia durante todo el día, con lo que la idea estaba clara, no nos estresemos y continuemos admirando el entorno que por delante nos iremos encontrándonos, a escasos cuatro km. cruzamos los Pirineos para entrar en territorio Francés, por la Venta Du Carrelage, ciclando por el GR-10 y pasando por Ainhoa y llegando por el precioso camino de Lapurdi lleno de baladre por Pont d'Amotz a Ascain, poco antes de llegar a Ibardin se enlaza con el final de la Transpirenaica bordeando el Embalse de Arola, poco más adelante empezamos a divisar el Cantábrico y la desembocadura del Bidasoa entre dos Paises. Una vez alcanzado el Puerto Deportivo de Hendaya, cruzamos en barco a Fuenterrabía con la anécdota de que el Capitán de la embarcación tropieza y acaba dándose su correspondiente baño, con las risas a escondidas de los ocupantes. Pronto alcanzamos el Hotel Jauregui donde volvemos a disfrutar de una buena estancia y atención.
Famosas son las calles de Hondarribia y sus continuos tapeos de bar en bar, así que una ducha un poco de relax y a realizar el circuito. Segundo acto realizado y a buscar la noche que transcurre rápida ya que se descansa bien y el sueño es re-parador.



A la mañana siguiente el sirimiri iba a ser casi insulso, así que tras el copioso desayuno y comprobar que el sol se iba comiendo al nublado, una vez superado el Cabo de Higer, las distintas capas de ropa fueron desapareciendo para dar paso al fresco sobre nuestros cuerpos, puesto que de nuevo tocaba remar de lo lindo para acceder al Fuerte de Guadalupe y la zona del Monte Jaizkibel, toda una zona preciosa para recabar en la Playa Kalaburtzia, ojo al final de la bajada. El paseo por Pasai-Donibane, Lezo y Errentería es de lo mas agradable, alcanzando la Vía Verde de Arditurri, Ergoien, entrada al Parque Natural de Aiako Harria, con rampas de hasta el 28 % llegando al Embalse de San Antón, su Ermita y el Restaurante Ola Berri, punto donde paramos a comer y nos entró la risa al ver la subidita por el GR-11 que enfilábamos, antes del bosque encantado y el inicio de bajada por la senda de acebedas a Bera, cuya entrada hacemos cruzando el polígono y el puente sobre el Bidasoa y acabar en el encantador Hotel Churrut, donde dispusimos de una velada y cena exquisita.



Teniendo la sensación de que estábamos por una zona muy distinta a la nuestra, no parábamos de comentar el acierto en la elección de la travesía de este año, empezamos con el último dé los días con un suculento desayuno y de nuevo con los ánimos por todo lo alto, tras revisar y engrasar nuestras monturas, salimos de Bera por el puente San Miguel sobre el Bidasoa para adentrarnos en otro paraje acogedor sobre el Arroyo Iturri, el cual atravesaremos en varias ocasiones hasta llegar a la subida de Otsango con solo un tramo infernal por su inclinación. Llegamos a Lesaca donde en la Plaza Beheko y por el margen derecho del Arroyo ascendemos hasta llegar al tramo de las curvas antes de llegar a Igantzi, lugar para buscar el bar frente a la Iglesia y refrescar el gaznate. Siguiente paso iba a ser hacia la Gruta de San Juan de Xarr con sus tres caños de agua y sus historias, tras probar de sus aguas, llegamos a Arantza salvando la calle de acceso con un 17 % y la decisión de parar a comer en el restaurante de Pablo Enea, buen servicio, una vez recuperados los líquidos y sólidos perdidos hay que volver a mentalizarse y tomárselo en calma ya que nos esperan cuatro km. con rampas del 15 al 20% hasta el alto de Bulatxiki, teniendo a la vista Irisarri Land y su espectacular Albergue. Desde este punto y una vez analizado el resto de la travesía, la tendencia dice que es hacia abajo, no se equivoca pero algún falso llano había, por la ladera del Monte Menduar y alzando la vista antes de llegar a Ituren llegamos a ver Elgorriaga y su Balneario, el descenso se hace vertiginoso hasta alcanzar Ituren, a su salida y por el puentecillo se cruza el Arroyo Ezcurra, el cual no abandonamos por su margen derecho hasta llegar a Doneztebe/Santesteban.



La amabilidad de Laula del Hostal Santamaria sigue intacta, nos recibe con los brazos abiertos y acercándonos las correspondientes birras, aguas y demás refrescos, mientras esperamos la llegada de Eneko para compartir sensaciones y las experiencias vividas, que fueron muchas de mucha calidad e inolvidables, comentamos los tramos donde la dureza es extrema como la calzada Romana y la subida desde el pantano san Antón, nos obsequia con unas botella de sidra y el maillot de la pedales. Paula por su parte nos explica e indica donde ducharnos y las posibilidades de celebrar el buen recorrido llevado a cabo, fue en Altxunea Erretegia, Calle Consejo 27 en Ituren 948 45 04 10.


Pocas veces ocurre que la satisfacción es tal que en la mente, está la posibilidad de volver, con aquellos que a nuestra vuelta a tierras valencianas les hagamos y pongamos los dientes largos al escuchar la narración de tan buena experiencia.