Bosques autóctonos de Burgos

Para conmemorar el día del medio ambiente visité tres lugares maravillosos de Burgos y su área metropolitana: el bosque de Villafría, el de las Mijaradas y la dehesa de Quintapalla. Son tres testigos que nos hablan de la vegetación potencial de la zona geográfica en la que se ubica la ciudad y de lo que sería nuestro paisaje si de verdad lo valoraran las instituciones y las gentes.
La ruta comienza en el barrio de Villafría y remonta el río Vena hasta Rubena, donde uno de sus afluentes, el arroyo de Valdeherreros, nos lleva hasta la dehesa de Quintanapalla (acceso desde WPT1). Este lugar es un ejemplo de lo que el uso racional de un espacio puede lograr ya que se siguen conjugando los usos tradicionales (ganaderos, talas controladas, aprovechamiento de setas, usos recreativos) con su conservación. En él se mezcla una vegetación compuesta principalmente por robles y fresnos, algunos de ellos de gran porte, aunque guarda una diversidad mucho mayor. Antiguamente se encontraría mucho más adehesado pero las podas actuales son mucho menores. La propiedad real primero y comunal después han salvado esta rareza de correr la misma suerte que el páramo que la rodea. Es probablemente el secreto mejor guardado de este pueblo así que sed respetuosos si la visitáis.
A continuación rodeamos la dehesa y nos incorporamos al camino de los romanos (calzada "De Italia in Hispanias") para alcanzar la granja de Las Mijaradas (topónimo también relacionado ya que deriva de miliario) otro bosque espectacular salvado por ser propiedad del arzobispado. En este caso, si queréis hacer una parada para visitarlo (que bien merece la pena) propongo acceder a él desde la parte superior (WPT2). El esqueleto de un roblón en la cerca nos recuerda que este bosque también vivió mejores tiempos.
Continuamos ascendiendo hacia el páramo de Cótar, máxima altura de la jornada. Lo recorremos hasta la cabecera del vallejo del monasterio de San Esteban de los Olmos. En este páramo también se aprecia el proceso de desaparición del arbolado aútoctono: a nuestra derecha, en término municipal de Hurones, se han conservado en las tierras de labranza y veredas de caminos algunos ejemplares de roble (algunos desmochados por los propietarios), mientras que a la izquierda, dentro del término de Burgos, la vegetación fue arrasada completamente para después ser repoblada con pinos en algunos puntos.
Nos acercamos a Burgos de nuevo por Villafría y con ello vemos otra de las causas de la desaparición de nuestros bosques: el urbanismo sin sentido. Es inevitable tocar asfalto para acceder al último lugar que quería destacar, el bosque de Villafría, paradigma de la sin razón de la gestión de los espacios verdes en la ciudad de Burgos en las últimas décadas (para no enrollarme podéis buscar información sobre "el montecillo de Villafría"). Este bosque es un rincón verdaderamente singular en la ciudad de Burgos, el único bosque auténtico del cinturón verde de Burgos y una auténtica delicia botánica. Es necesaria una inscripción previa para visitarlo: http://www.aytoburgos.es/medio-ambiente/educacion-ambiental/actividades-organizadas/visitas-guiadas-al-bosque-de-villafria.
En definitiva, es una ruta sencilla pero recomiendo hacerla con tiempo seco ya que algunos lugares que atraviesa se encharcan con facilidad. Su principal valor es conocer los últimos bosques caducifolios maduros que nos rodean, un ejercicio que nos ayudará a repensar el paisaje que queremos para el futuro. Para terminar simplemente un dato: a lo largo del siglo XX han desaparecido más del 80% de los árboles singulares y los bosques maduros de España.
Enlaces consultados: http://tierrasdeburgos.blogspot.com/2010/01/dehe losa-de-quintanapalla.html
http://www.encuentrodecaminos.com/index.php/es/component/spsimpleportfolio/item/38-dehesa