Bubión - Veleta - Mulhacén

Ruta larga para el fin de semana de otoño en La Alpujarra granadina del Club En Ruta de Cuenca.

Todo aquél ciclista de montaña que sea amante de las cumbres, debe acudir, al menos una vez, a la llamada del pico Veleta. Habremos subido montados en nuestras bicicletas hasta sus 3.398 metros de altitud y, en la península ibérica, sólo tendremos por encima al vecino Mulhacén (3.497 m) y al Aneto (3.404 m).
El objetivo prioritario de esta ruta es el Veleta, pero una vez conseguido éste, ya en nuestro descenso hacia Capileira, hemos puesto en el track la posibilidad de subir andando al Mulhacén por su cara oeste, desde el Refugio de la Caldera. Este entretenimiento supondría salvar unos 400 metros de desnivel en 2 kilómetros de distancia y regresar al mismo punto donde dejamos las bicicletas. Esta opción queda abierta siempre que el horario lo permita y el grupo considere la posibilidad de subir al techo de la Península.
Hace años se podía hacer la subida al Mulhacén en bicicleta desde Capileira por su cara sur, abandonando la subida del Veleta a la altura del Alto del Chorrillo, para coger a la derecha otro camino en el que había que emplearse a lo largo de 6 duros kilómetros de molinillo, y desmontar en los últimos metros finales hasta la cima. Para continuar hacia el Veleta, se hacía el descenso trialero por la cara oeste hasta el Refugio de la Caldera, que es precisamente nuestra propuesta de senderismo comentada anteriormente. La ruta se podía calificar de “extreme” en cuanto a dureza, pero tenía el aliciente de subir montado a las dos cumbres. Ahora subir al Mulhacén en bicicleta está prohibido, aunque no he encontrado nada sobre esta regulación en la normativa del Parque Natural de Sierra Nevada. He consultado foros ciclistas donde se dice que está prohibido subir al Mulhacén en bicicleta y que a menudo se colocan guardas y vehículos del Seprona, que multan a los infractores e incluso confiscan sus bicicletas. También dicen que el guarda que custodia el acceso al Parque Natural que está nada más pasar el área recreativa de Hoya del Portillo, advierte a los ciclistas sobre la prohibición de salirse de los caminos y de subir al Mulhacén. En las dos veces que pasé por allí, debí madrugar demasiado porque no había nadie.
Hecho este comentario, nos centraremos en la subida al Veleta: la ruta BTT de mayor altitud de Europa. La primera parte tiene muy buen firme y se rueda sin otra dificultad que la propia pendiente, y en la segunda parte, una vez abandonado el límite arbóreo, el camino es algo más agreste y en ocasiones habrá que ir buscando la trazada buena, que es la que van pisando y marcando los senderistas y ciclistas que nos han precedido en el tiempo, en esta popular ascensión. Habrá muchos tramos en los que el camino nos parecerá un sendero.
Cada vez que se sube al Veleta es una sorpresa y podemos encontrarnos algún desprendimiento de rocas que haya que sortear, pero generalmente y salvo algún tramo con mayor pendiente, donde hay que tener algo de técnica, toda la subida presenta buena ciclabilidad.
El entorno es espectacular, yo diría que sobrecogedor. Pasamos de la frondosidad del bosque al mar inmenso de roca, propio del paisaje alpino. Pasaremos por bellas lagunas como la de La Caldera, en las faldas del Mulhacén, miradores con vistas de infarto como el del Collado de los Lobos, pudiéndose ver la costa africana, incluso los picos del Atlas que distan más de 280 km del Veleta. El glaciar del Corral del Veleta, que tenía el honor de ser el más meridional de Europa, se extinguió aproximadamente en el año 1.910, albergando en la actualidad hielo fósil y permafrost alpino. No obstante veremos neveros perpetuos, algunos de gran tamaño y las formaciones típicas de la glaciación.
Vamos a rodar durante más de 20 km por encima de la cota 3.000. Esto supone un esfuerzo extra por la menor cantidad de oxígeno que entra en los pulmones. Al ir en bicicleta con un ritmo de ascensión lento, la ganancia de altura es muy gradual, facilitando la aclimatación, aunque podremos sentir más fatiga de lo normal. De todas formas si queremos evitar el mal de altura, será necesario portar buena cantidad de agua en bidones o camelback para hidratarnos bien. Hay que advertir que no hay fuentes en el recorrido, aunque sí es cierto que en caso de necesidad existen cascadas de agua provenientes del deshielo que discurren y caen por las rocas de la base del Veleta.
Por mi experiencia en las dos ocasiones en que he subido al Veleta, he comprobado que es mejor hacer los casi 40 kilómetros de subida de una tacada, parando sólo lo imprescindible para reagruparnos y avituallarnos. Al ser una escalada tan larga y un recorrido muy expuesto al sol, rompes a sudar con facilidad, pero a más de 3.000 metros de altitud, sientes lo que yo denomino “sudor frío”. Es una sensación de calor sofocante y frío al mismo tiempo que se lleva mejor si no dejas de dar pedales.
Por otro lado, algo muy importante en nuestra mochila es el chubasquero o el windstopper, que se hace necesario sobre todo en la cima y en los primeros compases del descenso para protegernos del frío y del viento. Además allí arriba puede lucir un día espléndido y en cuestión de segundos convertirse en un verdadero infierno.
Como referencia, se pueden emplear entre 7 y 8 horas en completar el recorrido a un ritmo normal, incluyendo las paradas para el descanso y la contemplación. Si a esto le sumamos la subida andando al Mulhacén podría alargarse a las 9 o 10 horas. No importa el tiempo, porque a saber cuándo volveremos al Veleta, “El Everest de las rutas BTT en Europa”, y eso hay que disfrutarlo.