Cabezuela Bike 2016

Hasta 9 Sexmeros y 3 mujeres de Sexmeros nos juntamos en la localidad de Cabezuela para recorrer o bien los 62 o los 46 kms de caminos de pura diversión, ya sea ascendente o descendente…eso sí, con mucha arena (lógico, por los pinares de la zona) y con mucho polvo: cuánta falta hace que llueva ya, coño!! Atravesamos el Río San Juan en varias ocasiones, más seco que la mojama. Con lo divertido que sería con agua!!!

Allí nos dimos cita Pipe con su Mónica, Guillermo con su Aurora, Adri, Jaime, Fernando Fresneda, Fernando Cardona, David Horcajo, Fonsi y Jarri con su Henar.

Salimos poco después de las 9:30 con bastante calor ya, y es que la marcha tuvo demasiado calor, la media fue de 29ºC, con eso se dice todo. Qué bien venían las zonas arboladas, una bocanada de aire fresquito, pero qué mal sentaba cuando subías por los terruños pedregosos y empinados de narices, donde la temperatura externa superaba la corporal, valgamelseñol!!!

La marcha, al formar parte del Circuito Provincial, era puntuable y la gente salía toa looooca!! Preparando una polvareda cojonuda, tragando más polvo que el caballo de un cowboy en Arizona.

Salimos agrupados Fonsi, Guiller y Jarri. Al resto les veíamos por el camino, en los avituallamientos o en la meta. A un buen ritmo, pero sin ese pedalear frenético de las y los primeras/os. A los 5 km atravesamos la primera zona con bastante arena, empezando por un tramo ascendente y algo roto, donde ya íbamos adelantando a “l@s ansios@s” que apretaron en el llano, pero la gravedad “pesa” un poco más cuesta arriba. De igual manera, al haber un pequeño tramo descendente, con mucha piedra suelta, nos volvieron a adelantar pidiendo paso a voces…pero un nuevo repecho les hacía sufrir oootra vez, ya no por el esfuerzo de superarlo, sino porque se les escapa tiempo de su batalla contra el crono!!
Y así, entre pedales, arena, polvo y adelantamientos alternos llegamos a Rebollo. Bueno, casi, porque giramos a la izquierda poco antes, para encarar una cuesta algo empinada, que dio paso a una vereda sinuosa y divertida en ligera bajada, con algún que otro tobogán, convirtiéndose en pista ancha hasta llegar a Aldeonsancho, donde llegamos al tercio total de la ruta.
Tras esta localidad, el terreno descendente continuó hasta llegar a un breve pinar pero muy arenoso. Demasiado, diría yo. Los bikers evitaban la arena como podían, yendo fuera del camino, sobre las acículas y ramas de los pinos. Tras este punto, hubo confusión general y se hicieron varios grupos de despistados bikers, donde cada uno trataba de averiguar hacia dónde seguía la ruta. Cuando por fin lo averiguamos, pasamos por una de las zonas más bonitas de la marcha: una especie de mini cañón natural, una vereda con curvas, muy divertida y un pelín técnica que culminaba en el primer avituallamiento, pasando justo antes por una pared donde se practicaba la escalada.

Qué bueno el primer avituallamiento!!! Todo muy rico y muy fresquito!! Tras rellenar los botes con agua fría y comer una raja de sandía, seguimos la marcha.

Los siguientes kms trascurrieron por o cerca del cauce del Río San Juan, destacando la subida hasta Villar de Sobrepeña, la posterior bajada para rodear el pueblo y volver a subir a la mencionada localidad. Estos kms se hacían ya algo pesados, debido al calor, no había sombra alguna, y en las subidas no soplaba ni pizca de viento.
Tras una bajada de una estrecha vereda muy rocosa y piedra suelta, culminando en unas zetas zigzagueantes, volvimos al cauce seco del Río San Juan, pasando por un breve tramo peligroso donde se juntaban los dos sentidos de la marcha. Respiramos un poco de aire algo más fresco, entre el sombrío del Río y la zona que era más llana…hasta que giramos en un tramo pelao y nos tocó una cuesta terrible y muy rota, con una fuerte inclinación, donde la mayoría se veía obligado a echar pie a tierra…y algunos algo más que el pie…

La parte siguiente era puro disfrute, con bajadas muy rápidas y breves subidas, hasta llegar a una bajada muy pronunciada y con mucha arena suelta, debido al paso de los bikers precedentes. Pasamos de nuevo por el pequeño tramo donde coinciden los dos sentidos de la marcha y en apenas 2 kms más llegamos al segundo avituallamiento, recorriendo otra vez el cauce del río San Juan.

Si el primer avituallamiento nos supo bien, éste nos supo a gloria bendita!!! Bebimos y comimos con calma, degustando la sandía y refrescándonos con el agua fría.

Bien que hicimos, porque tras un camino cómodo nos encontramos una rampa empinada de cojones!! Y además con mucha piedra suelta!! Allí encontramos a dos de las chicas: Henar y Aurora, subiendo la rampa como podían. Mónica, la tercera, del grupo de las chicas, decidió terminar la marcha kms antes y subirse a la furgo escoba, que la llevó a la meta. Tras culminarla y seguir un tramo juntos, las chicas decidieron seguir a su ritmo, y nosotros al nuestro. Aún quedaba trecho. El viento hacía acto de presencia ahora y, aunque nos daba de cara, como no teníamos hora de llegada ni prisa alguna, lo agradecíamos.

Los cambios de mi bici, me había estado dando problemas toda la marcha, provocándome alguna que otra caída, salidas de cadena, ruidos varios y pérdidas de ritmo cuando iba bien y se cambiaba de piñón espontáneamente. Pero al llegar de nuevo a Aldeonsancho y venir otro terreno ascendente (no con mucha inclinación pero de unos 5 kms) decidí pedalear con el piñón que no saltara, que era uno de los más pequeños y el plato grande. Lo cual me hacía ir atrancado en los tramos ascendentes y demasiado revolucionado en los más favorables, provocándome molestias musculares…y sobre todo genitales!!

Pero todo se pasa cuando llegas a la meta y te dan una cerveza bien fresquita!!!
Y la paella de Javier como siempre: cojonuda!!!

La Marcha de Cabezuela es pura diversión. Está bien organizada y los voluntarios los mejores (como en todas las marchas!!!). Es dura o muy dura dependiendo del ritmo que quieras llevar y de la temperatura si es alta. Hay zonas técnicas pero con algo de destreza se sortean sin complicaciones, salvo un punto concreto de cuya ubicación no me acuerdo…

Los avituallamientos muy bien situados y perfectos en cuanto a bebida y comida. El tema de las duchas muy bien también. La comida cojonuda y el lugar para degustarla: en una zona arbolada, sentados en la hierba, a la sombrita.