Activity

Cádiz, Via Verde de la Sierra, Puerto Serrano - Coripe - Olvera

Download

Trail photos

Photo ofCádiz, Via Verde de la Sierra, Puerto Serrano - Coripe - Olvera Photo ofCádiz, Via Verde de la Sierra, Puerto Serrano - Coripe - Olvera Photo ofCádiz, Via Verde de la Sierra, Puerto Serrano - Coripe - Olvera

Author

Trail stats

Distance
45.79 mi
Elevation gain
3,291 ft
Technical difficulty
Moderate
Elevation loss
3,271 ft
Max elevation
1,527 ft
TrailRank 
36
Min elevation
494 ft
Trail type
Loop
Coordinates
4318
Uploaded
August 24, 2014
Recorded
August 2014
Be the first to clap
Share

near Puerto Serrano, Andalucía (España)

Viewed 1769 times, downloaded 20 times

Trail photos

Photo ofCádiz, Via Verde de la Sierra, Puerto Serrano - Coripe - Olvera Photo ofCádiz, Via Verde de la Sierra, Puerto Serrano - Coripe - Olvera Photo ofCádiz, Via Verde de la Sierra, Puerto Serrano - Coripe - Olvera

Itinerary description

La Vía Verde de la Sierra, por cuyo trazado nunca pasó tren alguno, discurre durante 36 Km al pie de las sierras más meridionales de la península ibérica, entre los pueblos gaditanos de Puerto Serrano y Olvera.

Esta excepcional ruta, que sigue paralela a las orillas de numerosos ríos, pasa por lugares tan espectaculares como el peñón de Zaframagón, una de las reservas de buitres más pobladas de Europa.

El Ferrocarril de la Sierra, que discurriría entre Jerez de la Frontera y Almargen, fue un proyecto con el que soñaron, a principios de siglo, generaciones de gaditanos y sevillanos que moraban en las tierras aledañas al Guadalete y las más altas de Olvera.

Por su parte, los militares también deseaban la construcción de un ferrocarril que enlazara sus bases de Cartagena y Cádiz. Con todas las bendiciones, las obras se iniciaron con celeridad bajo la batuta del General Primo de Rivera, jerezano a la sazón. La Guerra Civil supuso un fuerte parón a las obras. Superada la contienda, la dura posguerra no fue el mejor marco para retomar esta difícil construcción. Así llegamos a mediados de los sesenta, cuando un informe del Banco Mundial determinó el definitivo abandono de las obras, estando concluIdas las estaciones, viaductos y túneles, a falta del tendido de vías.


De este vasto proyecto, de los 119 kilómetros previstos sólo llegó a funcionar el tramo de 21 kilómetros que iba de Jerez a la azucarera de Jédula. Se tendieron las vías hasta Arcos de la Frontera, pero por ellas no llegaron a pasar más que los trenes de prueba. Incluso una familia de ferroviarios residió unos pocos años en los edificios de la estación, como esperando durante décadas la llegada de un tren que aún está por venir.

La ruta:

La ruta comienza en la antigua Estación de Puerto Serrano, que se eleva sobre un cortado presidiendo la vega del Guadalete. En sus veteranos edificios se ha ubicado hoy un pequeño hotel y restaurante para los visitantes de la Vía Verde y un aparcamiento. A partir de este lugar, la Vía Verde no ofrece ninguna duda sobre el camino a seguir y, de forma natural, nos enfila al primer (y último) desvío de la traza original del ferrocarril. El largo túnel de El Indiano se resistió a ser recuperado por la Vía Verde. Múltiples derrumbes en su interior han provocado un desvío que nos conduce al paso del primero de una larga serie de túneles que jalonan este recorrido.

Nuestra singladura prosigue sobre el paraje de Los Llanos de la Reyerta, evocador de quién sabe qué litigio. En este llano paraje se localiza el primero de una serie de molinos hidráulicos que aprovechan la bravura (en ciertas épocas del año) de las aguas del Guadalete. Al igual que éstas, el terreno se torna levantisco y fiero, aflorando desde el subsuelo ingentes masas rocosas. El río ha sido implacable con la roca y, poco a poco, ha excavado un escarpado cañón por el que se desliza entre abundantes rápidos. El paso sobre el Arroyo de los Azares, situado en el Km. 5,9 nos descubre el primero de los cuatro grandes viaductos de la Vía Verde. Estas espectaculares obras, sumadas a los abundantes túneles, permiten que nuestro camino pueda franquear limpiamente, sin perder altura, las sorpresas del camino.

A la salida del túnel de los Azares, la Vía se "cuelga" sobre el río en una sorprendente balconada, seguida de un nuevo túnel de casi 500 m. de longitud en curva. Esta larga galería será la primera iluminada que encontraremos. De todos modos conviene llevar linterna por si fallara la técnica...

Km 9

A la salida del túnel, el valle se abre para que las aguas del Guadalete reciban los más magros caudales del Guadalporcún: nos hallamos en el paraje de la Junta de los Ríos (Km. 9). En este lugar se ha habilitado un pequeño aparcamiento para facilitar la incorporación de aquellos que deseen iniciar la ruta aquí. También en este paraje, la cercana Finca de la Toleta ha sido acondicionada como área recreativa y de acampada, en donde podremos pernoctar si vamos equipados para ello.

En la Junta de los Ríos, Vía Verde y Guadalete se separan, hermanándose el ferrocarril con el Guadalporcún. En este nuevo tramo, el trazado ferroviario repite las curvas del difícil relieve de estas montañas béticas. Aquí fue preciso de nuevo "tirar de hormigón" para salvar, sobre un bello viaducto, el paso del Arroyo de Gillete (Km. 12,3). También fue preciso vaciar alguna que otra montaña, destacando el túnel que atravesó por su base el Cerro del Castillo, el más largo del recorrido con 990 m. de longitud.

Km 15

Por un largo viaducto llegamos en el Km. 14,5 a la Estación de Coripe (rehabilitada como Hotel-Restaurante) otro de los accesos recomendados a la ruta.

Desde aquí hasta Zaframagón atravesaremos cinco túneles. La naturaleza sigue haciendo valer su poderío alrededor de la Vía. Ni carreteras ni pueblos perturban la placidez y la armonía de un paisaje en el que el único sonido de fondo lo ponen los pájaros y las chicharras. En el Km. 20,5 aparecerá ante nuestros ojos la Estación de Zaframagón, antesala del paraje estrella de esta Vía Verde: El Peñón de Zaframagón.

El edificio, ya rehabilitado de su estado ruinoso, acoge el Centro de Interpretación de la Vía Verde de la Sierra.

En este centro, existen varios paneles informativos sobre los parques naturales de Andalucía, las Vías Verdes, los buitres leonados, etc. así como un aula de información y una pequeña biblioteca. Gracias a un convenio firmado entre el área de Medio Ambiente de la Diputación provincial de Cádiz y la Fundación Vía Verde de la Sierra, desde septiembre de 2006, se puede disfrutar de un proyecto que trata de facilitar el conocimiento de las costumbres y peculiaridades del buitre leonado, sin duda uno de los mayores atractivos de la Vía Verde de la Sierra para todos sus visitantes.

A través de una cámara que puede ser manejada a través de un jostick por los visitantes del centro de interpretación de Zaframagón, gracias a su fácil manejo, su potente zoom y a su amplitud de movimiento (360 grados), se puede enfocar varios de los nidos existentes y algunos de los lugares donde suelen posarse estas aves. Las imágenes, se observan en una pantalla de grandes dimensiones instalada en el mencionado centro. Esta infraestructura, está sirviendo igualmente de soporte de información para los técnicos medioambientales encargados del estudio de estas aves, ya que todas las imágenes, son grabadas de forma continua lo que permite la obtención de gran documentación gráfica sobre estas aves. Como dato cabe apuntar, que a pesar del poco tiempo que este centro lleva abierto (y por lo tanto promocionado) en septiembre de 2006 se contabilizaron casi 400 las personas que visitaron el centro, quienes mostraron un alto grado de satisfacción.

Km 20

El Peñón aparece rebanado en su flanco oeste por las aguas del Guadalporcún, que han tajado un angosto paso: El Estrechón. Estas mismas aguas son superadas a varias decenas de metros de altura por nuestro camino, que pasa airoso sobre el elegante viaducto de Zaframagón. En este tramo es preciso atravesar la base del Peñón por otro largo túnel de 700 m., recta galería presidida al fondo por el punto de luz de su boca de salida.

Al otro lado se abre un paisaje de praderas, con la silueta en la lejanía de los angulosos perfiles de la Sierra de Líjar. Fincas ganaderas orlan el entorno de la Vía, que discurre ganando poco a poco altura en dirección a la Estación de Navalagrulla, situada en el Km. 27,3. Será preciso superar cuatro nuevos túneles, tras los cuales llegamos a esta solitaria estación. Como la anterior de El Peñón, esta estación queda a leguas de cualquier pueblo, tan remota que resulta difícil imaginar a viajeros en sus andenes.

Km 29

Afrontamos el último tramo de esta Vía sobre la loma que separa las cuencas de los ríos Guadalporcún y Guadamanil. Entre estos "guadas", el trazado prosigue por un paisaje suavemente ondulado, atravesando otros seis nuevos túneles. En el Km. 29,5 encontraremos un curioso tobogán por el cual la Vía desciende a una vaguada que antes salvaba un desaparecido terraplén.

Al poco de este pequeño divertimiento, nuestra Vía se cruza con la Colada de Morón (Km. 32), antiguo vial pecuario. Desde aquí hasta la imponente Estación de Olvera sólo distan tres kilómetros, corta distancia en la que los elementos se conjugaron contra la obra del ferrocarril, que casi fue borrada de la faz de la tierra. Se mantuvieron algunos túneles, de los cuales tres fueron aprovechados finalmente por la Vía Verde.

Km 36

Entre túnel y túnel, la nueva traza se pega a las laderas en un sinuoso recorrido que arriba finalmente a los andenes de la Estación de Olvera.

En el edificio de la estación, sin duda el más bello de todo este ferrocarril, se ha instalado un hotel y restaurante con un encanto más que singular. Con la estampa del Castillo como fondo, y tras una moderada subida, llegaremos hasta este monumental pueblo blanco.


View more external

Waypoints

PictographWaypoint Altitude 1,001 ft

4eh

4eh

PictographTree Altitude 814 ft

Chaparro de la Vega

Chaparro de la Vega Chaparro de la Vega. El Chaparro de la Vega (36°57′28″N 5°25′36.3″O) es un ejemplar de encina, a las que en la zona llaman chaparro, de más de 200 años y de grandes dimensiones (13 m de altura y 30 de diámetro), situado en el municipio de Coripe (provincia de Sevilla, España), en el entorno de la Sierra Sur de Sevilla.1 El 23 de noviembre de 2001 fue declarado Monumento Natural por la Junta de Andalucía2 Chaparro de la Vega con ciclista para apreciar tamaño. Localización[editar] El acceso se realiza desde la nunca utilizada estación de ferrocarril de Coripe, en la carretera entre dicho pueblo y Algodonales, actualmente acondicionada para servicio y punto de entrada a la Vía Verde de la Sierra, la cual hay que seguir aproximadamente 1 km al Oeste hasta la entrada al primer puente de la antigua vía, punto en el que hay que seguir a la izquierda por una pista de 2 km hasta llegar al Chaparro de la Vega junto al río Guadalporcún. Durante el segundo domingo de mayo tiene lugar la Romería de la Virgen de Fátima, en la que la imagen de la virgen es acompañada por carretas y romeros hasta el entorno del Chaparro de la Vega.

PictographWaypoint Altitude 1,342 ft

Est

Est

PictographWaypoint Altitude 1,637 ft

Esta

Esta

PictographWaypoint Altitude 1,007 ft

Gfg

Gfg

PictographProvisioning Altitude 873 ft

Estación de Coripe

Coripe es un municipio español de la provincia de Sevilla, Andalucía. En el año 2008 contaba con 1.456 habitantes. Su extensión superficial es de 52 km² y tiene una densidad de 28,29 hab/km². Sus coordenadas geográficas son 36º 58' N, 5º 26' O. Se encuentra situada a una altitud de 325 metros y a 77 kilómetros de la capital de provincia, Sevilla. Índice [ocultar] 1 Historia 2 Situación geográfica 3 Monumentos 4 Naturaleza 5 Demografía 6 Enlaces externos Historia[editar] Coripe es una villa de apenas 1400 habitantes. Está situado en la Sierra -Sur de la provincia de Sevilla (Piedemonte Subbético). Y aunque forma parte de un paisaje natural de gran belleza y entreteje diversos episodios históricos relevantes, pocas veces aparece representado casi como un simple puntito apenas perceptible en los mapas topográficos o temáticos de la provincia. Arropado entre olivares de montaña y bosques naturales, ha sido testigo de numerosos acontecimientos históricos muy significativos a lo largo del tiempo. El lugar donde se ubica presenta una abundante variedad arbórea y arbustiva fruto de un suficiente abastecimiento de agua que la regula. Esto, junto con su agradable clima templado mediterráneo proporciona un ecosistema único propicio que ha dado lugar desde tiempos muy remotos a infinidad de asentamientos humanos que datan desde el Paleolítico inferior. La diversidad de hallazgos prehistóricos es muy notable en todo su entorno. Casi todos corresponden desde el Paleolítico inferior hasta la edad de los metales. Entre ellos se encuentran varios utensilios de caza, como hachas de piedra, y trozos de vasijas de barro, así como algunos restos humanos encontrados bajo monolitos y cercanos a lugares donde hay agua. Estos asentamientos también indican que podía haber abundante caza dentro de una fauna muy variada. Pero Coripe no siempre ha estado situado en el lugar en que ahora data. Su origen se remonta hacia el siglo VI a. C., a unos dos km de su ubicación actual, en una zona denominada "Navalahiguera". Este asentamiento supuso la construcción de numerosas viviendas (sólo se conservan escasos cimientos hoy cubiertos por tierra de labor) y posterior permanencia durante varios siglos, creando una cultura urbana y una agricultura evolucionada basada principalmente, en el cultivo de la vid. Tenían su propio alfabeto (herencia tartesa) y trabajaban los metales como el oro, plata, cobre y estaño que comerciaban ya que era el propio lugar un punto de confluencia entre comerciantes fenicios y griegos. Estos negociaban sus mercancías con los productos turdetanos, de gran calidad artesanal, creando un desarrollo comercial a través del mediterráneo. Por los restos de vasijas y contenedores de barro y cerámica hallados se supone que también eran productores en buena cantidad de vinos. La economía turdetana debió de ser bastante próspera ya que se utilizaban monedas de diversos metales y eso hace pensar que también se recaudaban impuestos. La necrópolis turdetana estaba situada a unos 1.500 metros del complejo urbano, y por el gran número de restos humanos localizados en diversos puntos de la zona, debió de abarcar una amplia extensión de terreno. Este pueblo sentía un gran respeto por sus difuntos y esto se refleja en los grabados de los trozos de lápidas de mármol encontrados, tanto por el esmero de la talla como por la calidad de la piedra. Más tarde, la expansión cartaginesa deterioró notablemente la economía y abastecimiento de los turdetanos al quedar éstos sometidos bajo su dominio, controlando también las vías comerciales. En el siglo III a. C. los romanos acabarían con el dominio cartaginés, ocuparon y organizaron el territorio, desarrollaron de nuevo la agricultura y el comercio, e implantaron su derecho y administración. Se han encontrado restos arqueológicos que confirman estos datos, como algunos trozos de columnas romanas, monedas, vasijas y cerámicas de la época de Trajano y de Claudio I. Tras la caída del Imperio romano entran en la Península Ibérica los vándalos y los visigodos. A unos 6 km de Coripe tiene lugar una de las batallas más importantes de la historia de España que supondría el fin del reino visigodo: La Batalla de Guadalete (en el 711). Las fuerzas invasoras musulmanas de Musa ibn Nusayr y el ejército del rey Rodrigo (Roderico, duque de la Bética) establecieron un combate en el que la deserción de parte del ejército visigodo, mandado por los hermanos de Witiza, facilitó el triunfo islámico y su posterior conquista de Hispania. La zona donde tuvo lugar la famosa batalla se encuentra cerca del cruce de los ríos Guadalete y Guadalporcún más conocido como "los Muertos". Allí fueron enterrados los cuerpos de los soldados caídos mientras que los restos del rey fueron trasladados a una villa de Portugal. Se han encontrado numerosas armaduras y complementos de guerra como lanzas y espadas que hoy se encuentran en una propiedad privada del Castillo de las Guardas. Poco se sabe del antiguo Coripe durante los siglos posteriores pero por alguna razón la población se dispersó y el pueblo quedó sumido en el más solitario abandono. Algunas familias se trasladaron al lugar actual, aunque los motivos de ese traslado se ignoran. Sería hacia los siglos X-XI cuando comenzara otra etapa histórica en un nuevo lugar. De la época musulmana sólo se conservan algunos restos de los cimientos de una fortaleza árabe en le Sierra de Coripe, pero son muy escasos. Esta fortaleza constituía un punto determinado que emitía y recibía información mediante señales luminosas (casi siempre nocturnas) a otras fortalezas cercanas (castillo de Cote, castillo de Morón, etc.). La estrategia y defensa militar estaban siempre vigentes dado que los árabes carecían de tradición en la organización política, y por lo que posteriormente constituirían numerosos pequeños reinos divididos. En el año 1248 Fernando III el Santo tomó Sevilla y el valle del Guadalquivir, pero el arte islámico ya formaba parte de la cultura de esta zona quedando vestigios en la provincia de numerosas construcciones. Coripe fue zona fronteriza entre los reinos cristianos y de Granada. Más tarde formaría parte de Morón de la Frontera. En 1894 consiguió el reconocimiento de villa y se independizó del ayuntamiento de Morón. Y a partir de entonces ya se constituiría como municipio independiente en la provincia de Sevilla. Fue en el primer cuarto del siglo XX cuando Coripe sería partícipe de un proyecto histórico relevante: el trazado de una vía ferroviaria que comunicaría Almargen con Jerez de la Frontera. Este hecho iba a suponer un gran desarrollo económico para el municipio y saldaría el déficit laboral de sus habitantes. Pero las obras no llegarían a concluir definitivamente y daría lugar a un total abandono del proyecto. Esto seguiría así hasta que el programa de la Vía Verde de la Sierra considerara de utilidad el trazado. Fomentar el turismo rural respetando el medio natural es el principal motivo y surge de este modo una empresa prometedora que amplía los conocimientos culturales y sociales del pequeño municipio y de sus visitantes. Todo comienza en agosto de 1.901, cuando se funda una compañía privada denominada "Sociedad de Estudios del Ferrocarril de Jerez a Villamartín y Setenil". Presidida por el marqués de Bonanza, contaba con 774 inversores que disponiendo de un cuantioso capital ponen en marcha el primer intento de iniciativa comercial e industrial. Esta empresa privada se inclina por la construcción de un trazado ferroviario de ancho normal y fracasa al estar vigente una ley que da prioridad a las vías estrechas, junto con otros requisitos técnicos y financieros establecidos. En 1918, el ministro de Fomento Francisco Cambó toma la iniciativa del trazado acogiendo la prioridad de un ancho ferroviario normal por todo el país. De esta forma, al regir la dictadura del general Miguel Primo de Rivera se aprueba por fin el proyecto del ferrocarril Jerez-Almargen de acuerdo con un plan elaborado por el ministro de Fomento, el conde de Guadalhorce. El general Mayandía proponía la idea de "una mejor defensa del país y facilidad en los transportes, indispensables para desarrollar toda clase de industria" mediante la construcción de esta línea ferroviaria. Y su propuesta sería llevada a cabo. La estrategia militar y el desarrollo industrial presidirían finalmente el proyecto. Restaurada estación de Coripe. El día 9 de enero de 1.927 darían inicio las obras del ferrocarril Jerez- Almargen siendo inauguradas por el general Miguel Primo de Rivera y su ministro de obras públicas en la ciudad de Arcos de la Frontera. En marzo de ese mismo año una Real orden adjudica a la empresa "Valentín Vallhonrat" las obras de explanación del tramo Arcos-Olvera y las edificaciones del trayecto Jerez-Arcos. Pero sería el Estado el que llevara las riendas de todo el proyecto. El recorrido habría sido de 129 km, pero sólo se explanaron 110. Se construyeron 19 túneles (el de más longitud es el de la Sierra de Coripe, de l.2OO m), varios viaductos, de entre los cuales cuatro se encuentran muy próximos a Coripe, y varias estaciones ferroviarias. Entre los viaductos de más longitud está el de la Sierra de Coripe con 247m. El de mayor altitud, dentro del entorno coripeño, es sin lugar a dudas el viaducto de "Gillete", con unas vistas impresionantes y bellísimas del fascinante paisaje que lo envuelve. Estos viaductos presentan una estructura con carácter meramente funcional, pero hay que destacar los fuertes pilares que los sostienen y la excelente calidad de sus materiales. Para la construcción, tanto de los túneles como de los puentes, hizo falta abundante mano de obra, que necesariamente tuvo que venir de diversos puntos de España y de Portugal dada la poca población que había en el entorno. Los trabajos eran duros pero bien pagados y aunque se sumaba el riesgo, el sueldo de un obrero era mucho alto que el de un agricultor. Muchos obreros acabarían estableciéndose en el lugar y creando una familia, por lo que el crecimiento urbano de Coripe aumentó con notoriedad. Para el transporte de los materiales se utilizaron vagonetas y animales de tiro. La maquinaria en aquella época no era muy numerosa pero dado el ritmo de los trabajos y la urgencia del proyecto se trataron varias del modelo “Marion nº 25”, diseñadas especialmente para trabajos duros en terrenos escarpados. La intensidad de los trabajos requería la colaboración de muchos obreros, capataces y ayudantes que trabajarían duramente durante varios años. Coripe vivió una época de esplendor económico en comparación a periodos anteriores. La vida rural se hizo más factible y evolucionó considerablemente el desarrollo económico. Muchos obreros tuvieron la oportunidad de acogerse al régimen del "Retiro Obrero", creado por entonces, pagando una cuota de 10 céntimos. En la "Casa Social" (hoy una casa particular) se gestionaban los trámites de los trabajadores, que más tarde pasaría a ser un molino de aceite. Pero debido a las crecientes desavenencias en la política de la Dictadura y la falta de apoyo de sus propios compañeros de armas, el general Miguel Primo de Rivera presentó su dimisión el 28 de enero de 1.930 ante el rey Alfonso XIII. Tras de sí quedaba una España en franca decadencia, y un debilitado sistema monárquico. El posterior exilio del general en Francia y más tarde su muerte supuso el final de la dictadura y el abandono de la monarquía. Esto motivó la paralización de las obras del proyecto ferroviario. Se anunciaba un nuevo régimen político. Viaducto de la vía férrea. Durante la II República se declara esta línea de interés local, y son los pueblos interesados los que tienen que saldar el costo de las obras ferroviarias. Más tarde se hacen rectificaciones (1934) y se reanudan, aunque no por mucho tiempo. El asesinato de José Calvo Sotelo da lugar al adelantamiento del golpe militar (18 de julio) encabezado por el general Franco, que desencadena en la Guerra Civil Española (1936-39). Las diferencias entre partidarios republicanos originan un sistema político que se diversifica y debilita, y será el precedente de un nuevo régimen franquista. Ante estos hechos quedan paralizadas nuevamente las obras del ferrocarril. Coripe nunca vería realizado el proyecto ferroviario. Y a través de sus diversos paréntesis quedaría poco a poco silenciado en el olvido. Durante la Guerra Civil Española el pequeño municipio sufre las consecuencias del trama. Al igual que en otros pueblos, la miseria y el hambre asolan el lugar y sus habitantes más jóvenes se ven obligados a participar en la guerra. La decadencia de una España sumida en el más irracional de los conflictos se va abriendo paso a paso, dando lugar a una represión posterior que tiene como fin la implantación de una dictadura y el sometimiento de la población. Fueron unos años muy duros y teñidos de sangre que nunca lograrían borrarse de la memoria de España. La escasez de alimentos junto con la falta de trabajo y el miedo motivarían a muchos españoles a refugiarse en otros países. Después de la guerra la vida rural se hace muy difícil. La pobreza se acentúa y sólo queda como solución salir del país en busca de trabajo. Comienza la etapa del "emigrante" en la que gran número de personas tienen que abandonar sus hogares para poder subsistir. Coripe padece esta situación y se ve inmerso en un nuevo episodio de descenso de población. La falta de recursos hace que se acelere el nivel de mortandad, sobre todo infantil. Tuvieron que pasar muchos años para que este pueblecito lograra recuperarse a nivel económico. Los sueldos eran muy bajos y las familias apenas podían paliar sus necesidades. Gracias a la entrada del turismo en la década de los años 60 España lograría reponerse en el sector económico-social y comenzarían obras de infraestructura y trazados de carreteras que darían empleo a gran parte de la población. Pero sería la iniciativa hostelera la que resolvería el problema laboral de muchos andaluces. Coripe fue uno de esos pueblos que tuvo la oportunidad de rehacer su economía por medio de la hostelería. Muchos vecinos de la localidad emigraban cada verano a diversos puntos de las costas españolas e Islas Baleares. De este modo, la mayoría de los negocios y establecimientos del lugar corresponden al esfuerzo y trabajo de sus dueños fuera de la provincia durante muchos años. Actualmente, aparte de la hostelería, el campo supone también un medio de subsistencia aunque en menor grado. El olivo de montaña y el cultivo de cereales abarcan casi todo el entorno. También el bosque forestal es en gran medida promotor de empleo rural. Pero hace algunos años, daría comienzo una labor que transformaría el curso habitual de Coripe dándole un nuevo giro económico y ambiental: el antiguo proyecto ferroviario emergería del olvido para un fin de desarrollo turístico rural. La joven empresa Vía Verde de la Sierra propone la ventajosa ocasión de poder valorar gran parte del trayecto como un paisaje singular que merece la pena visitar respetando siempre las normativas del medio ambiente. Gracias a las obras realizadas para la mejora del trazado, éste puede ser recorrido tanto a pie, como en vehículos sin motor. La antigua estación de ferrocarril también ha sido reformada como hotel-restaurante para que el visitante pueda disfrutar de alojamiento y comidas. Otra antigua estación ferroviaria, más alejada del pueblo (Estación del Peñón), ha sido reconstruida como Observatorio Ornitológico para el estudio de una gran variedad de aves y pájaros que habitan en el lugar. Allí sobrevive una especie de buitre que hasta hace poco estaba en fase de extinción (buitre leonado) y que hoy se recupera gracias al ser ésta una zona protegida. Estas reformas se han llevado a cabo con la intención de promover, además del turismo rural, un desarrollo cultural y una mayor conciencia por el respeto de la naturaleza. El trayecto cuenta con un sistema de vigilancia apropiado que se efectúa diariamente no sólo para la conservación del entorno, sino también para el bienestar de los visitantes turísticos. Situación geográfica[editar] Viaducto sobre el Río Guadalporcún junto a la Estación de Coripe. En plena Sierra de Algodonales, en la confluencia del Arroyo Guadalporcún con el río Guadalete. Se encuentra en el límite de las provincias de Sevilla y Cádiz al sudeste de la provincia de Sevilla, a 77 kilómetros de la capital. El término municipal tiene una extensión de 60 km cuadrados y una altitud de 325 metros sobre el nivel del mar. Monumentos[editar] La iglesia "San Pedro" de Coripe es el único templo de la localidad, se define por su estructura moderna, la cual se ha impuesto desde el siglo XIX sobre la pequeña capilla del Sagrario. Esta iglesia fue construida en 1859, sobre el solar de otro templo del que sólo se conserva la capilla sacramental. Consta de una sola nave de planta rectangular. Exteriormente presenta una portada de estilo muy sencillo que se sitúa a los pies de la nave. La nave se sostiene con arcos transversales y la capilla del Sagrario está cubierta por cúpula sobre pechinas de finales del siglo XVIII la cual es lo único que resta de la edificación anterior. La capilla primitiva contiene un retablo pequeño el cual albergaba un Sagrado Corazón que, actualmente, se encuentra en la Casa de Hermandad de la cofradía del Gran Poder. Dicho retablo encierra la Virgen de Fátima desde los años 70 en que se trasladó en romería al templo. La capilla se cubre con bóveda de cañón y cúpula con linterna abriéndose con arco apuntado de estilo gótico. La única nave de la iglesia tiene en su cabecera un templete con una imagen de San Pedro que ha sustituido a otra antigua de composición sedente. Al lado se halla un Crucificado llamado el Cristo de la Buena Muerte. También se encuentran la Virgen de los Dolores y Nuestro Padre Jesús Nazareno. La nave, en sus pies, se abre con arquería de tres arcos góticos ojivales recientes. A su derecha, Corazón de Jesús y a su izquierda, Inmaculada. Naturaleza[editar] Chaparro de la Vega. Parte del término municipal forma parte de la Vía Verde de la Sierra de Cádiz. En concreto, la estación de Coripe. También destaca el monumento natural del Chaparro de la Vega.

PictographFountain Altitude 663 ft

Estación Puerto Serrano

Puerto Serrano es un municipio español de la provincia de Cádiz, Andalucía. Tiene 7.196 habitantes (INE 2012). Su extensión superficial es de 80 km² y tiene una densidad demográfica de 90,12 hab/km². Sus coordenadas geográficas son 36º 54' N, 5º 32' O. Se encuentra situada a una altitud de 168 metros y a 105 kilómetros de la capital de provincia, Cádiz. Estación de la Vía Verde de la Sierra cerca de Puerto Serrano. En sus cercanías se encuentra la estación final de la Vía Verde de la Sierra entre Olvera (Cádiz) y Puerto Serrano, realizada sobre las antiguas infraestructura del ferrocarril entre Jerez de la Frontera (Cádiz) y Almargen (Málaga), realizadas al principio del siglo XX pero que nunca estuvo en servicio. Se ubica en la ribera del río Guadalete. Índice [ocultar] 1 Gentilicio 2 Historia 3 Fiestas populares 4 Demografía 5 Gastronomía 6 Personajes Ilustres 7 Véase también 8 Enlaces externos Gentilicio[editar] El gentilicio que se aplica a sus habitantes es portoserranense, aunque es muy común el uso de la palabra "polichero/a" para denominar a los naturales de Puerto Serrano. El término "polichero" proviene de la palabra bolichero, que hace referencia a la persona que hace carbón en un boliche (según el DRAE: "m. Horno pequeño para hacer carbón de leña."). Al parecer, el uso de esta denominación tiene su origen en los habitantes de esta zona que se asentaron en las faldas del Castillo de Gailir, que fabricaban boliches de carbón de encina. Esos mismos fueron más tarde desplazándose buscando la vega del río, constituyendo el asentamiento actual. Historia[editar] No se conoce mucho de la historia antigua de este asentamiento aunque se le vincula a una población romana de nombre Marciago. Durante la época árabe su nombre era Gailir y pertenecía a la Kora de Morón. A los alrededores de Puerto Serrano se han encontrado restos de civilizaciones romanas y árabes, incluso llegándose a mostrar una columna romana en una de sus plazas. Fue reconquistado alrededor de 1240. A partir de ese momento algunas órdenes guerreras (por ejemplo templarios) se instalaron en la zona, pero el pueblo no se funda hasta 1615 cuando algunos agricultores reciben permiso para erigir un pueblo aparte. Nombrado Villa en 1805 obtuvo la independencia municipal de Morón en 1835. Hoy en día vive de la agricultura y la ganadería.

Comments

    You can or this trail