Calzadilla de la Cueza - Oncina de la Valdoncina (7ª Etapa Camino de Santiago desde Teruel)

Lo bueno de haber dormido tan pocos en el albergue es que hoy he descansado un poco más, ayer me acosté pronto.
Salgo muy temprano, las calles casi no están ni puestas, todavía es de noche y está empezando a amanecer.
La etapa de hoy va por caminos paralelos a una carretera sin apenas tráfico, por lo que para evitar ir molestando e ir pidiendo paso a los peregrinos voy bastante por la carretera.
Antes de llegar a Sahagún me desvío para ir a ver la Ermita de la Virgen del Puente, allí se encuentra un arco mudéjar, con las esculturas de Alfonso VI "el bravo" y de Bernardo de Sedirac, una enfrente de la otra. Una línea de piedra a ras del suelo señala el "ecuador del camino", se supone que allí se encuentra el punto medio del Camino de Santiago desde Roncesvalles.
Almuerzo en Sahagún y contino viaje. Misma tónica que antes. Camino al lado carretera, así que los kilómetros están cayendo muy deprisa, además la etapa es bastante llana.
Poco a poco se van viendo más edificaciones, León ya se deja ver.
La entrada se me hace larga por las calles con bastante tráfico, hasta que entro en el centro de la ciudad, calles estrechas y a visitar el casco antiguo y la catedral, de las más bonitas que he visto. La tercera o cuarta vez que estoy en León y cada vez me parece más impresionante.
Después de un buen paseo y de hacer un montón de fotos por el centro, hago marcha para llegar a la Virgen del Camino, allí vive mi amigo Luís, así que me alojaré en el albergue y pasaremos la tarde juntos.
Al llegar busco el albergue pero está cerrado, lleva desde la pandemia cerrado. Hablo con Luís y me dirijo a Oncina de Valdoncina. Allí me alojo en el albergue, hay una pareja de coreanos que tienen ganas de hablar, me quedo sorprendido que con mi inglés aún nos entendemos algo, o eso creo yo.
Me doy una ducha y dejo todo preparado para la noche ya que viene a buscarme Luís en coche para pasar la tarde en León.
Comemos en su casa y conozco a sus dos hijos, un encanto de críos. Luego pasamos la tarde/noche por León haciendo turismo, cerveceando y charrando, de los mejores ratos del camino. Al final me deja nuevamente a Oncina.
Allí en la misma habitación dormimos la pareja de coreanos, una inglesa (o eso parece) y yo.