Camino de Santiago-Día 11:Hospital de Órbigo-Molinaseca
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Trail stats
- Distance
- 39.78 mi
- Elevation gain
- 4,334 ft
- Technical difficulty
- Difficult
- Elevation loss
- 5,404 ft
- Max elevation
- 4,943 ft
- TrailRank
- 35
- Min elevation
- 1,873 ft
- Trail type
- One Way
- Coordinates
- 2097
- Uploaded
- November 30, 2014
- Recorded
- February 2013
near Hospital de Órbigo, Castilla y León (España)
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Itinerary description
DÍA 11.- HOSPITAL DE ÓRBIGO-MOLINASECA (64km)
Muy entretenida y dura, esto empieza a empinarse de nuevo; me refiero a la etapa de hoy, claro está. A partir de Astorga empieza la cuesta, en Murias se empina un poco más pero es a partir de Rabanal del Camino cuando la cosa se pone, nunca mejor dicho, cuesta arriba de verdad. A partir de aquí y hasta el final de la jornada, como aconsejan a los bicigrinos, continuamos por la carretera. La Cruz de Hierro nos recibe e invita a cumplir con el tradicional rito de la piedra. Llegados a este punto, conviene comprobar que los frenos responden bien porque la bajada a Manjarín nos anuncia lo que se nos avecina. Paramos a sellar en el curioso y famoso albergue templario e iniciamos de nuevo el ascenso al alto de Cerezales (1507 m.) considerado el techo del Camino. De aquí en adelante, lo dicho, frenética bajada (conviene extremar la precaución porque compartimos vía con los vehículos a motor), pasando por los pintorescos pueblos de El Acebo y Riego de Ambrós para terminar la etapa en el bonito pueblo de Molinaseca, en cuya entrada vemos con envidia como la gente se baña en la playa, dicen que el agua baja fresquita, del río Meruelo.
Muy entretenida y dura, esto empieza a empinarse de nuevo; me refiero a la etapa de hoy, claro está. A partir de Astorga empieza la cuesta, en Murias se empina un poco más pero es a partir de Rabanal del Camino cuando la cosa se pone, nunca mejor dicho, cuesta arriba de verdad. A partir de aquí y hasta el final de la jornada, como aconsejan a los bicigrinos, continuamos por la carretera. La Cruz de Hierro nos recibe e invita a cumplir con el tradicional rito de la piedra. Llegados a este punto, conviene comprobar que los frenos responden bien porque la bajada a Manjarín nos anuncia lo que se nos avecina. Paramos a sellar en el curioso y famoso albergue templario e iniciamos de nuevo el ascenso al alto de Cerezales (1507 m.) considerado el techo del Camino. De aquí en adelante, lo dicho, frenética bajada (conviene extremar la precaución porque compartimos vía con los vehículos a motor), pasando por los pintorescos pueblos de El Acebo y Riego de Ambrós para terminar la etapa en el bonito pueblo de Molinaseca, en cuya entrada vemos con envidia como la gente se baña en la playa, dicen que el agua baja fresquita, del río Meruelo.
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