Camino Santiago Sanabrés, Mozárabe o Vía de la Plata desde Ávila. 2ª etapa: Salamanca - Zamora

Dificultad física, fácil. Dificultad técnica, muy fácil.
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Salamanca es una ciudad realmente monumental, así es que no es difícil encontrarse con edificios de renombre histórico. En la proximidad de nuestro alojamiento teníamos la iglesia de santo Tomás y el Colegio Calasanz (wp01). No podíamos, estando en esta preciosa ciudad, dejar de pasar por su Plaza Mayor (wp02). Partimos de la Ciudad por la N-630 y enseguida nos desviamos a la izquierda (wp03), una vez cruzado el Camino Viejo de Villamayor, para tomar los caminos que nos irán llevando hacia nuestra meta. La ruta discurre casi en su totalidad por anchos caminos de muy fácil ciclabilidad con escasos desniveles en ascenso o descenso. Llegados a la población de Calzada de Valdunciel (con su frontón imponente) comienza una bonita zona por una estrecha senda (en esta época del año completamente floreada). Se llega así hasta un punto en que hemos de pasar el viaducto de la A-66 por debajo, la cual salva la vaguada del Arroyo Cañedo (wp04). Desde aquí hay dos opciones paralelas para seguir la ruta: una por el camino ancho de gravilla o, por el contrario, por una estrecha senda que como decimos discurren paralelos entre si y con la autovía (wp05). Nosotros continuamos por la senda hasta llegar a la población conocida como El Cubo de Tierra del Vino, población en la que cambia el paisaje, un encinar atravesado por la vía de ferrocarril (wp06), actualmente en desuso. Siguiendo por la Cañada Real de la Vizana llegamos a la intersección con el Cordel de las Merinas (wp07). Siguiendo nuestro Camino de Santiago llegamos a un entorno con gran cantidad de vides (wp08). Una vez sobrepasada la población de San Marcial hacemos unos pocos kilómetros de carretera por la ZA-305, de la que saldremos en un desvío a la izquierda para seguir por la Cañada Real de la Vizana, en bajada, a través de una senda y prados hasta el cruce con el Cordel del Ledesma (wp09). Por él llegamos a Zamora, allí nos encontramos con el Río Duero y el Puente de Piedra (wp10). Unos metros más y entramos en la Ciudad por la Plaza e Iglesia de Santa Lucía con su pintoresco reloj de sol (wp11). Tras subir la cuesta de San Cipriano callejeamos hasta llegar a nuestro lugar de descanso en Zamora.
Una etapa tranquila y llana que nos lleva por paisajes castellanos inolvidables. Si hacéis la ruta disfrutarla tanto como lo hemos nosotros.