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Quizás, hoy haya sido uno de los días más divertidos desde que comencé a montar en bicicleta ahora hace tres años y medio. Divertido no solamente por las zonas que pasamos todas encharcadas y que te obligaban a estar atento sino querías terminar nadando, también por los remojones que se pegaron algunos intrépidos que intentaron hacer lo imposible y terminaron en el agua mojados y casi sin bicicleta, me refiero a Raúl y Ángel.
Algunos se quedaron en casa porque no se querían mojar, pero se perdieron un día divertido de verdad.
Al final salimos del Nuevo Segovia a las 10 de la mañana, cada día nos retrasamos más, lo que lleva a que las rutas sean más cortas para estar de vuelta a una hora prudencial. Esta vez nos juntamos: Tino, Raúl, Ángel O, Luis Alberto y yo; nos acompañaron Kike y Pablo que creo recordar que ya han salido con nosotros alguna vez.
El recorrido no tuvo ninguna complicación salvo el barro y agua, porque frío no hacía. Por el camino de los tanques subimos hasta las ruinas del Esquiladero de Santillana, para coger el camino de la derecha que nos dirige al portón que lleva al camino que desciende hasta Revenga. Nosotros cogimos a la izquierda para subir por el Azud del Acueducto hasta la pista que lleva a Rio Peces si la coges a la derecha, aunque nosotros nos dirigimos a la izquierda para dirigirnos a la subida de la Buitrera (Camino de Santiago), para llegar a los San Leonardos y descender por la Cuesta de Juan, (que así la llamamos nosotros), hasta el Río para por el margen izquierdo llegar hasta Valsaín, con mucha agua y barro, el Río estaba impresionante de caudal y fuerza del agua. Es aquí en el puente que está al lado del Acueducto justo antes de entrar en Valsaín, cuando dos componentes del grupo nos hicieron reír un buen rato al atravesar el río en vez de por el puente, por todo el caudal, donde casi pierden las bicicletas, aunque no la vergüenza. Atravesamos Valsaín para volver a Segovia, descendiendo por un sendero que sale desde las vaquerías que hay en las afueras del pueblo, llegamos a la carretera y decidimos volver por esta para buscar de nuevo el Río hasta el puente de las pesquerías, a partir de aquí no volvimos a pisar tierra firme hasta que cogimos el sendero que bordea el pantano para llegar a Parque Robledo. En los años que llevo saliendo nunca ví el río tan desbordado, gracias a ello disfrutamos de lo lindo. Sólo quedaba el camino verde para volver a Segovia.
Aunque siempre hacemos algún km mas, sólo grabo lo que considero mas informativo de la ruta, al final salieron 38 Km.
Valoro como difícil porque la cuesta de Juan hay que tener experiencia para bajarla.