Campillejo-La Vereda-Vuelta al Vado

Rutón de aventuras que pasa por el Mítico pueblo de "La Vereda" y ¡¡dá la vuelta al Vado sin ir a China!!, comienza en el bonito pueblo de pizarras negras de Campillejo, recomiendo llegar desde Guadalajara pues las carreteras desde la N-I son chungas.
Salí a las 10:30 (muy tarde por ir por la N-I) bajando poco a poco al río pasando un pequeño puente de pizarras y tomando sendero subiendo a un prado en alto, allí me perdí un poco pues debía tomar camino a la izquierda hasta arriba del monte viendo un conejo en el camino para bajar por caminos mejores hacia el río Jarama. Me fijé en el coche que el Jarama bajaba con mucha agua y mucha fuerza, menos mal que tenía marcado un camino secundario que pasaba por un puente río arriba pero el camino parecía muy malo, además ví que el pantano del Vado estaba a tope y la cola llegaba a la zona donde debía cruzar, esto me pasa por capullo y no fijarme en el nivel del pantano antes de salir, o sea, que bajé al río acojonado una vez más, abajo crucé un río montado y por suerte pasé montado casi sin mojarme, me encontré con unas parejas de senderistas que me dijeron que el camino del puente estaba bien, ¡menos mal!, de echo era un camino unitrack que me llevaba al bonito puente de piso de madera incluso tenía barandillas, un lujo en esa parte perdida de la sierra, pues el río bajaba embravecido, subiendo por el sendero di con un buen camino, de hecho el resto de la ruta transcurre por caminos en muy buen estado por pinares, al llegar arriba me encontré de sorpresa con el bonito pueblo de la Vereda que unos arquitectos han echo una asociación para arreglar el pueblo, para ello cuentan con una concesión administrativa aunque se quejan de que solo dura 40 años. Allí me encontré una pareja sorprendida de que un ciclista llegue allí, hablé con uno de los pobladores y me dijo que por desgracia aún no vive nadie entre semana, había también una pareja en una casa detrás de la iglesia, muy bonita por cierto que estaban haciendo mucho ruido con un motosierra, bajé de nuevo por el camino para volver a subir estando algo estropeado por los todoterrenos que se meten cuando hay barro, encontrándome otra pareja, la chica se quejaba de la paliza que le estaba dando el novio pues la hizo andar desde la presa del Vado seis kilómetros más allá, tras subir el puerto tomé buenas fotos del pantano y bajé a la presa por pinares. La presa es bastante antigua y las fotos me salieron fenomenales, subí por buen camino bajando a la carretera, tenía previsto subir a un camino que había arriba pero estaba muy molido y preferí volver por la carretera a Campillejo, que por cierto tiene uno de los mejores bares de la zona donde tienen muy buenos chorizos y lomo.