Campo Cebas, La Bolera, Repisa y Tranco del Lobo, Poyos de Tribaldo

El parque natural de las sierras de Cazorla, Segura y las Villas, reserva de la Biosfera, es el mayor espacio protegido de España. Estas sierras forman parte del Sistema Prebético, y su máxima elevación es el pico Empanadas (2.127 metros).

No voy a decir nada nuevo, si digo que este Parque Natural es una de mis más grandes debilidades. Reúne y atesora tal cantidad de riqueza paisajista y visual, que es difícil no sentirse atrapado y encantado por la belleza natural y cromática que ofrece, y nos regala a cada instante que levantes la vista y otees el horizonte.

He oído y leído mucho sobre este recorrido, del tranco del Lobo, con comentarios al cual más elogioso, y al presentarse la oportunidad de conocerlo, no he dudado ni un instante decir que sí a la propuesta de los amigos del club FREILA BIKE, que la concertaron con un amigo de ellos (Miguel Ángel) conocedor ampliamente de la zona (reside muy cerca del Embalse de La Bolera, y esta Sierra es como el patio de su casa). Por tanto no podía desaprovechar la ocasión, porque hay rutas que de antemano sabes que dejará un recuerdo y vivencia difícil de olvidar por el escenario en sí de este maravilloso Parque Natural, y aquí estamos.

Desde Campo Cebas, anejo de Castril de La Peña iniciamos el recorrido en dirección al Arroyo de Los Almiceranes, para bajar a unas de las colas del Embalse de La Bolera, solo por el placer de estar en su ribera. Tras las fotos de rigor, desandamos el camino entre vegetación de monte bajo en dirección al Arroyo de La Rambla por los Llanos de Vela y enlazar con el camino del Cañuelo entre cortijos de ganado, vegetación típica de chaparros y quejigos pasando por los Arroyos del Postero y Toril hacia la Cuerda de La Marcoya y Los Poyos de Juan Domingo ganando altura progresivamente, abriéndose el espacio visual. A nuestra derecha según subimos, tenemos la cuerda de la Sierra de Castril, y a nuestra espalda, en la lejanía, el Embalse de La Bolera. La imagen es una autentica belleza adornada por los colores intensos que provoca la primavera.

En la Cuerda de La Marcoya, (próxima a las antenas de telefonía, único elemento discordante) el camino se bifurca. A la izquierda (que lo tomaremos en la bajada) nos lleva a los Poyos de Juan Domingo. Nosotros giramos a nuestra derecha y entre grandes pinos Laricios o Salgareños (un endemismo de estas sierras) vamos ascendiendo de forma suave pero continua, por la pista que discurre por la Cañada de la Peguera hacía el Tranco del Lobo. Conforme más avanzamos, más espectacular es todo lo que nos rodea. La vegetación, el verdor, el silencio, la naturaleza ofreciéndonos lo mejor y más bello que tiene........

En el camino, encontraremos una verja que pasaremos y a partir de aquí, el camino es un sendero. Llegamos a un cruce. En él, giramos a nuestra izquierda, y..........

¡¡¡¡Indescriptible, inenarrable!!!!. De pronto se abre el escenario y recibimos una explosión visual que embarga todos los sentidos. El alma, la mente, el espirito...
Estamos en la explanada del Maquis, (1) ("Ramiro" último maquis de la Sierra) y el Mirador del Tranco del Lobo, un lugar excepcional, (abstenerse de asomarse al vacío los que sufran de vértigo) vistas impresionantes del Valle del Guadalentin, Sierra Seca de Castril, Vado de Las Carretas, La Nava de San Pedro, La Cañada de Castril...

Recuperados de la impresión (de lo que estamos contemplando) volvemos sobre nuestros pasos por el sendero hasta el cruce donde dejamos las bicis y continuamos andando en dirección este, en subida, sin seguir una traza evidente, aunque hay algunos hitos, hasta el punto más alto, el pico del Tranco del Lobo (1761 metros). pero si aún no hemos tenido bastante, queda otro gran golpe que nos va a dar un vuelco el corazón:

LA REPISA DEL TRANCO DEL LOBO:
Todavía nos queda pasar por una de las zonas más llamativas del Tranco del Lobo. Cresteando los cortados del Tranco, por un terreno algo complicado hacia el Este y teniendo excepcionales vistas en todo momento llegamos a la entrada de la repisa, pasando antes por el Pico Tranco del Lobo (1.761 m). La repisa es sin duda el objetivo con mayúsculas de esta ruta y es todo un emocionante reto el recorrerla. En este enorme farallón de roca, la naturaleza esculpió a "mordiscos" esta repisa donde solo cabe la pared y el autentico vacío de la profundidad del cortado. Ni que decir tiene que el peligro es real y mortal en un mal paso dado, si bien es verdad que es mucho más impresionante y sugestivo ver en la distancia como la pasan los compañeros que el pasarla uno mismo. La repisa termina en la cueva del arco de piedra, otro lugar impresionante.

Una vez recuperados de la impresión, desandamos el camino hasta encontrar las bicis, y reanudar el camino de vuelta con la emoción tan intensa de lo visto y vivido a sabiendas que aún queda otra parte intensa por vivir:

SENDERO DE LOS POYOS DE JUAN DOMINGO:
Desde los Poyos de Juan Domingo, con vistas excepcionales sobre el Valle del Guadalentin, la Cañada de Castril, Rasos del Peral, tomamos a nuestra derecha un carril muy perdido que conforme avanzamos se va perdiendo más y más hasta convertirse en un sendero súper descompuesto y súper técnico que zigzagueando en algunos tramos por cortados con la pared de roca en un lado y el terraplén en otro, bajamos a la Cañada de Castril por las inmediaciones de las ruinas del cortijo de Poyo Tribaldo.

A partir de aquí el camino ya es conocido por mí, pero no por ello deja de ser bello, ya que la Cañada del Mesto con la vista de la cola del Embalse de La Bolera no deja indiferente a nadie, así pases frecuentemente por ella, como tampoco deja de llamarte la atención el paso por el puente de La Cerrá de La Herradura.

Pasado este, solo queda un tramo hasta el antiguo Refugio forestal del Cortijillo (hoy convertido en corral de ganado) y transitar por el carril de la Dehesa del Rincón hasta las proximidades del dique del Embalse de La Bolera, incorporarnos a la carretera de Pozo Alcón a Castril hasta Campo Cebas, donde los vehículos pacientemente esperan nuestra llegada.

Nueva mente en Campo Cebas, finalizalizamos un día grande entre los grandes, de los que tienes la absoluta certeza que lo recordarás siempre, y que más fresco quedará en la memoria.

Proclamo mi agradecimiento y gratitud por invitarme a la ruta, a los amigos Juan, Emilio, Fede y de forma especial y significativa a Miguel Ángel que ha sido el guía de esta genial ruta. Sin él no hubiese sido posible ya que ninguno conocíamos el terreno con la claridad que él tiene.
MUCHISMAS GRACIAS MIGUEL ÁNGEL.

(1) EXPLANADA DEL MAQUIS "RAMIRO"
Independientemente de las sensaciones sobrecogedoras de la explosión visual vivida en el mirador del Tranco del Lobo y en La Repisa, el relato sobre el último (presumiblemente) maquis de España, Manuel Calderón Jiménez, apodado el "Ramiro" me ha encogido el corazón. Por la muerte que tuvo, ("hizo frente a la Guardia Civil cuando esta lo perseguía como malhechor y fugitivo de la pasada guerra de 1.936") y por la vida que llevó a pesar de haber ocurrido estos hechos hace 63 años.
¿Cómo pudo un hombre vivir 13 años en estas sierras?....no ya en verano, sino en invierno, con todo nevado siendo fácil detectar sus huellas, y temperaturas sumamente bajas sin hacer fuego para no declarar su ubicación....alimentarse... superar enfermedades....es de suponer que bajaría a las aldeas y pueblos esquivando a la Guardia Civil, y que contaría con ayuda de personas afines (a estas en caso de descubrirse, les iba la vida) algunos pastores de la sierra, ganaderos, pero aún así. Este hombre vivió una odisea. Hizo algo mucho más duro que enfrentarse a la Guardia Civil (si realmente lo hizo, o se rindió. o lo hizo porque ya no había escapatoria) Vivir 13 años, sin vivir, ya merece un merecido homenaje, y para mi esa placa, más que un relato lo es hacía él y su persona.