Canal de Castilla. Frómista-Palencia

La segunda etapa de los Ramales Norte y Sur del Canal de Castilla la iniciamos en la base de la esclusa cuádruple de Frómista.
Una primera observación es la espléndida señalización que ahora encontramos. Se trata de unos postes de madera bien conservados en la que junto a los logos de Castilla y León y del logo internacional de vías ciclables aparece el de la Eurovelo 1 sobre el fondo azul y las estrellas de la bandera europea. Además si se realiza el camino hacia el sur se lee Portugal, y si se realiza hacia en norte, Francia. La razón es que el tramo del canal Valladolid-Frómista forma parte de la Eurovelo 1 que desde Sagres, en el sur de Portugal, recorre 8.138 k. hasta el Cabo Norte, en Noruega. En Bobadilla del Camino enlaza con el camino francés de Santiago para entrar en Francia por el puente de Behovia en Irún.
El segundo repechón que encontramos por encajonamiento del canal lo pasamos al lado del puente del Gallo y al descenso nos encontramos con una nueva maravilla de la ruta. Se trata de Calahorra de Ribas. Ahí se empezó la construcción del canal y hay un monumento que lo recuerda. Su esclusa triple conserva las compuertas y abajo se unen las aguas del Pisuerga con las del Carrión. Descendiendo observamos que el Carrión acumula o embalsa agua y la presa existente constituye un excelente modo de regulación del canal.
Continuamos la ruta hasta el puente y venta de Valmudo en la Cañada Real leonesa. Ahí perdemos un poco la ruta pues nos encontramos con modernas rotondas o enlaces de carretera. Seguimos las marcas blancas pintadas en el asfalto y éstas nos colocan en la margen derecha del canal, cuando nuestra intención era continuar por la sirga izquierda hasta Palencia.
Por la margen derecha seguimos hasta el paraje del Serrón, donde se produce la separación del Ramal de Campos que llega hasta Medina de Ríoseco y del Ramal del Sur que va Hasta Valladolid. En el Serrón nos encontramos una compuerta moderna que regula los aportes a ambos ramales y por su pasarela metálica, bici en mano, atravesamos sin problema el canal para incorporarnos a su margen izquierda por el puente bajo la triple esclusa.
En Grijota nos avituallamos y después recorremos los ocho kilómetros que nos separan de la dársena de Palencia. En ella observamos que se conservan dos almacenes de grano de la época de actividad del canal. Uno de ellos, en ruina, muere lentamente. El otro ha sido magníficamente rehabilitado como Museo del Agua en lo que constituye una pequeña y muy interesante muestra de arquitectura contemporánea en Palencia.