Cañisola, Mamellones y Columbares

La pretensión de esta ruta era conocer parte de los carriles y sendas que encadenan entre sí a este grupo de sierras tan queridas. Espacios cubiertos de plantaciones de limoneros y terrazas expresamente preparadas para cultivos que, en algunos casos, permanecen todavía en espera. Barrancos diseñados por la propia naturaleza para advertir de la dureza de una zona que, sin agua, avisaba a sus antiguos pobladores de las dificultades de vivir de ella. Muchos de esos inconvenientes hoy han sido superados por los modernos sistemas de riego por goteo. Restos también de antiguas construcciones que, estando hoy en día abandonadas, permiten imaginar unos atardeceres gratificantes después de las duras jornadas de trabajo de sus habitantes.

SOBRE LA RUTA

Iniciamos en Santo Angel y recorremos las pedanías de la costera en dirección al Puerto del Garruchal hasta divisar la esbelta y llamativa mole del Puntarrón, de tonos rojizos y paredes verticales. En su cara oeste creo que se esconde una vía de escalada que deberé de investigar y, de ser posible, ascender.

Tras sobrepasarlo abandonamos la carretera y tomamos el carril que sale a la izquierda a lo largo de toda la Sierra de la Cañisola y por el centro de la Rambla del Soldado para cruzar la de los Pérez y continuar por el carril más evidente, eludiendo desviaciones y tomando siempre en dirección al inicio de los Mamellones. Tras sobrepasarlos la pista inicia un continuo descenso en dirección a la Casa de las Cuadras donde tomamos a la derecha por la RM-F56, con unos impresionantes parajes de barrancos y miradores que nos llama la atención y nos invita a parar para una mejor observación de la belleza de este lugar.

Siguiendo esta carretera tenemos a nuestro frente la bella imagen del Collado de los Ginovinos, situando a su izquierda la verde Sierra de Altahona y a derecha la cara este del pico Columbares, Tras llegar a él y reponer fuerzas durante unos breves minutos tomamos inmediatamente el primer carril que sale a nuestra derecha a todo lo largo de la cara sur de la Sierra de Columbares. Recorrido bastante emocionante para hacerlo en bicicleta y por personas como nosotros con poca experiencia en terrenos irregulares. Esto hace que en algunos momentos tengamos que echar pie a tierra para superar esos pequeños tramos de dificultad.

Siguiendo su trazo llegamos hasta la carretera del Puerto del Garruchal y en lugar de tomar hacia nuestro punto de origen tomamos la pendiente que nos lleva hasta la venta en donde nos premiamos con una buena cerveza y unas apetitosas tapas. Una vez que nos quedamos satisfechos tomamos nuestro camino de vuelta hacia Santo Angel. Satisfechos y contentos por la realización de una ruta nueva y sorprendente.