Cáparra (por Carcaboso) 🏛
near Montehermoso, Extremadura (España)
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Trail photos
Itinerary description
Parada obligatoria en el lugar para visitar las ruinas de lo que en su día fue la ciudad romana e incluso ir hasta el Centro de Interpretación y ver el vídeo de unos 15 minutos sobre cómo era el lugar en aquella época.
Por otra parte, esta es la manera de llegar a Cáparra casi íntegramente por caminos. Hay que tener en cuenta que hay pasar dos veces por las veredas que llegan a las ruinas de la ciudad romana y tiene zonas lentas y poco recomendables si ha llovido recientemente.
El lugar del inicio de la ruta es desde el quiosco del albadil de Montehermoso, vamos por la Cañada de Rebollares, para nosotros también conocido como "El Cordel". Nos apartamos por el Camino del Hinojal para cruzar Las Pasaeras y bajar por "la Matahombres" hasta salir al cruce de la carretera para cruzar por el puente del Río Alagón. Nos desviamos a la izquierda, por Ventafría, hasta llegar a Valdeobispo. Ahora viene un pequeño tramo asfaltado paralelo a la canal para después rodar por el Camino del Lomo del Albarizo y el Camino Nuevo de los Medianos hasta Carcaboso. Justo al entrar en la población, nos desviamos a la izquierda por un camino que sube hasta la canal. Después de apenas unos metros de asfalto, abrimos la cancela de "El Portalón". Aquí hay una rampa empedrada que se clava. No mucho después de abrir la primera cancela sale un desvío a la derecha: las veredas de la Vía de la Plata, el tramo más bonito de la ruta donde es habitual encontrarse con algún peregrino haciendo el Camino de Santiago. Tras abrir varias cancelas y cruzar algún paso canadiense y regatos, salimos a la carretera. Seguiremos por la Vía de la Plata unos 4 kms hasta llegar a las ruinas de Cáparra, lugar de interés y parada recomendable. Vuelta por el mismo lugar.
⛲AGUA: Valdeobispo y Carcaboso (ambas en ida y vuelta)
Waypoints
Desvío a la derecha
Dejamos la Cañada de Rebollares y entramos al Camino del Hinojal, en dirección a Las Pasaeras.
Las Pasaeras
Dependiendo de la época en la que se haga la ruta puede haber agua en el camino, aunque se cruza sin problema.
Desvío a la derecha
Al finalizar la bajada hay que seguir por este desvío que llega hasta el cruce de la Carretera de Plasencia.
Cruce a la izquierda
Salida a la carretera para cruzar el puente del Río Alagón.
Desvío a la izquierda
Fin del tramo asfaltado y desvío por Ventafría. Tramo muy llano.
Desvío a la izquierda
Un nuevo desvío que nos lleva a Valdeobispo. Llano al principio, luego va picando para arriba hasta el cruce.
Desvío a la derecha
Entrada a un tramo asfaltado del canal paralelo a Valdeobispo.
Cruce (seguir recto)
Seguimos recto, aún por asfalto. Al fondo se ve el próximo desvío, ya por camino.
Desvío a la derecha
Volvemos a los caminos en este desvío. Apenas unos metros cementados, el desvío se ve al fondo.
Desvío a la izquierda
Ahora sí, el camino. Casi todo se hace bajando, salvo un tramo del final, antes del siguiente desvío.
Desvío a la derecha
Desvío hacia el Camino del Lomo del Albarizo. Buena pista para rodaje... de no ser por los numerosos baches.
Desvío a la izquierda
Entramos al Camino Nuevo de los Medianos. Terreno favorable casi en su totalidad.
Puente en Arroyo del Santo
Puente sobre el Arroyo del Santo a su paso por el Camino Nuevo de los Medianos.
Desvío a la izquierda
Apenas divisar Carcaboso, sale este desvío que hay que tomar. La fuente está justo enfrente.
Desvío a la izquierda
Nuevo desvío. Seguimos por la Vía de la Plata hasta salir al canal. Terreno que pica para arriba, pero llevadero.
Cruce a la izquierda
Salida al canal. Seguimos la indicación de la Vía de la Plata, hacia la cancela de El Portalón.
Cancela (El Portalón)
Nada más abrir la cancela viene una dura rampa que no tiene muy buen firme. Hay que armarse de paciencia, pues la subida se alarga un poco.
Cancela
Terreno llano, ahora hay que ir atentos al siguiente desvío: las veredas de la Vía de la Plata.
Desvío a la derecha
El desvío anteriormente mencionado. Como se ve en la foto, está bien señalizado. Esta es la parte más bonita de la ruta, sin duda. El inconveniente son las cancelas que hay que abrir hasta salir al cruce de Ventaquemada.
Veredas I
Primer tramo de veredas que hasta llegar a la cancela. Como se ve en las fotos, está bien señalizado.
Cancela
Abrimos la cancela y seguimos por el segundo tramo de veredas. En los alrededores de esta cancela se pueden ver restos romanos, entre ellos un miliario.
Veredas II
Segundo tramo de veredas en la que también hay que abrir una portera. El paisaje espectacular y la Vía de la Plata bien señalizada.
Salida a camino
Salida al camino, pero por poco tiempo. En breve volvemos a las veredas.
Cancela
Otra cancela más, esta entra en un cebadero de vacas. Vamos a la derecha, como indica la flecha en la puerta.
Paso canadiense
Ahora nos encontramos con este paso canadiense, agradecidos de no bajarnos para abrir la cancela.
Veredas VI
Y el sexto y último tramo de veredas. En breve salimos al cruce de Ventaquemada.
Paso canadiense
Paso canadiense de salida a la carretera. Ambas fotos es el mismo: ida y vuelta, en este orden.
Cruce (seguir recto)
Cruzamos la carretera y seguimos recto (fotos de ida y vuelta). Poco más de cuatro kilómetros, cuatro arroyos que se cruzan sin problema gracias a su cimentación, y llegamos a las ruinas romanas de Cáparra. Pero aún nos esperan gratas sorpresas: más veredas.
Arroyo
Dependiendo de la época en la que se haga la ruta puede haber agua en el camino, aunque se cruza sin problema.
Arroyo de Charcos Blancos
El último de los arroyos que hay que cruzar... en la ida, porque a la vuelta volvemos a pasar por todos.
Arco Tetrapilo de Cáparra
El conocido tetrapylum es el edificio más importante que ha sobrevivido hasta la actualidad. Se trata de un arco cuadrifronte, el único en España de sus características. Se sitúa en el centro de la ciudad, bordeado por el Foro y los baños públicos y otros monumentos principales. Es muy probable que en él confluyeran las dos calles principales: el cardo y el decumano. Se encuentra muy bien documentado, gracias a las inscripciones conservadas en él y en concreto a una que está en el pilar de la derecha del frente sur del monumento, en la que se alude a Marcus Fidius Macer, a un nuevo Fidius Macer, así como a Bolosea, hija de Pellus, su mujer. Se da a entender que este Fidius Macer fue la persona que mandó erigir el arco cumpliendo de este modo el testamento de sus padres. Por otras inscripciones se sabe de la relevancia de este ciudadano de Capera, pues se le menciona tres veces como magistrado, dos veces dunviro y como praefectus fabrum, o jefe de los obreros municipales, y que estuvo casado con Iulia Luperca. En cuanto a la fecha de su erección, se le sitúa en la época Flavia, a finales del siglo I. Tiene unas medidas en su planta de 8,60 m por 7,35 m, estimándose una altura de 13,30 m en su estado originario. El monumento se eleva sobre cuatro pilares que soportan cuatro arcos de medio punto adornados con una arquivolta o moldura que envuelve el trasdós. Cada pilar se asienta sobre un basamento rematado por una cornisa bastante resaltada. Los frontales norte y sur disponen de dos pedestales adosados sobre los que se colocarían esculturas representativas de las parejas citadas en las inscripciones. No sería de extrañar que, por sus dimensiones, en los pedestales del norte se encaramaran retratos ecuestres, al menos así lo presenta García Bellido en la reconstrucción ideal del arco.
Cáparra
Cáparra fue una ciudad romana situada entre los términos municipales de Guijo de Granadilla y Oliva de Plasencia, Cáceres. Formó parte del Convento Emeritense, en la provincia de la Lusitania, cuya capital política era Augusta Emerita. La ciudad estuvo amurallada con una extensión aproximada de 15-16 ha, y un perímetro aproximado de 1525 m, aunque está atestiguado que en el área noroeste de la ciudad hubo muchas viviendas situadas a extrarradio de la ciudad, con lo que el área poblacional inicial antes del amurallamiento, pudo reducirse posteriormente a la construcción de una muralla como defensa, al igual que muchas de las ciudades romanas cercanas a finales del siglo iii, en previsión de los acontecimientos que ya se vislumbraban de incursiones de bárbaros, salteadores y grupos desertores del ejército, que ya discurrieron por estos entornos. La ciudad fue más pequeña, pero no menos importante que otras ciudades romanas de la península ibérica, ya que los geógrafos antiguos citaban la ciudad, encontrándose entre los principales núcleos urbanos entre el río Tajo y la sierra de Gredos, junto con Caurium (Coria), Augustóbriga (Talavera la Vieja) y Egitania (Idanha-a-Velha). Su organización urbana corresponde a un planteamiento ortogonal, teniendo como eje principal la Vía de la Plata, que la atraviesa de norte a sur. El nombre de la ciudad no es de origen latino, sino prerromano, probablemente vetón, relacionado con esta cultura. Se le conocen otros nombres, como Capara, Cappara, Capera o Kapasa. Posiblemente su significado viniera de estas raíces, que podrían significar lugar de intercambio, trueque o mercado, ya que la situación de Cáparra es un cruce de caminos, uno hacia el valle de río Jerte a través del puerto de San Gamello, en las estribaciones de la Sierra del Gordo, en el término municipal de Oliva de Plasencia y otro camino que se dirigía hacia el norte, este y oeste a través de los puentes romanos del Ambroz y el Pontón en el término de Guijo de Granadilla, en el río Alagón.
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