Castell de Ferro- Olias-Rubite- Castell- 5-8-2012

Para esta ruta desplazamos la salida estival hasta Castell de Ferro, donde Antonio Reyes nos espera a Pepe y a mí para hacer la prolongación de la ruta a Olías donde habíamos acabado una ruta el verano anterior.
Pues nos ponemos en marcha un poco antes de las ocho de la mañana dirección Lujar y comprobamos que han asfaltado este primer tramo de la etapa. Como el año anterior, antes de alcanzar este pueblo nos desviamos a la derecha por un carril de tierra, que por el trajín de maquinaria y estacas en el suelo, intuimos que pronto va a ser asfaltado.
Este es el acceso a la aldea de Olías desde la costa, por siete u ocho km. de polvoriento carril, una vez en la aldea paro a echar unas fotos a sus estrechas y empinadas calles así como a su ermita de la Virgen de Gracia en cuyo honor se celebran las fiestas el 8 de septiembre y en el lavadero del pueblo (aun lavan las mujeres la ropa a mano allí) paramos a reponer fuerzas y llenar un poco de agua,(aunque reconozco que aun no se me ha pasado el miedo a que se aligere la barriga por que no se de cierto de la potabilidad de la misma, hasta la redacción de esta crónica no ha pasado nada) allí nos encontramos a dos mujeres lavando sus ropas.
Luego seguimos ascendiendo otros cinco kilómetros de asfalto por una carretera estrecha y empinada que nos deja en la carretera de la Contraviesa, he de comentar que a la salida de Olías pasadas unas pocas curvas hay un tubo que emana agua a ras de suelo fresquita aunque no se de que calidad (adjunto foto). Hacemos un tramo dirección Albuñol y una vez pasado el cruce de Alcázar, hacia la izquierda y Fregenite hacia la derecha, tenemos una pequeña ascensión y alcanzamos un punto en la que si giras el cuerpo se puede ver de derecha a izquierda; el Mulhacén, el Veleta, el pico del Caballo, la Alpujarra, la aldea de Fregenite, Olías, la ascensión que acabo de redactar y mas al fondo el mar, una vista impresionante que inmortalizo con una foto panorámica.
Un poco mas adelante alcanzamos el cruce de Rubite. Tras un leve descenso hacemos alto en la fuente de este pueblo que ya nos ofrece un caño de agua mas apetecible y tras refrescarnos continuamos nuestro descenso hasta Castell donde, tras cuatro horas, nos espera el coche para cargar las bicis y volver a Torrenueva en la que ha sido la ruta mas dura de este verano hasta ahora.

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