Circular a la Sierra de Aizkorri desde Brinkola: subida a Biozkornia y descenso por San Adrian,pasando por la cima de Askiola

Recorrido: Brinkola – Collado de Oazurza – Iturribeltz- Aurriurdinetako txabolak eta iturria – Amabirjinaren Sillea – Collado de Biozkornia – Refugio de Eskista – Collado de Iferrutz – Urbia – Azkiola (1208 m) – calzada y túnel de San Adrián – Santi Espiritu ermita – Collado de Oazurza – Brinkola

Exigente ruta, ya que el tramo entre la fuente de Iturribeltz hasta el collado de Biozkornia e Iferrutz no es ciclable, salvo algún corto tramo. Al igual que el paso del túnel de San Adrián y la calzada.

A pesar de todas estas dificultades que nos obligarán a hacer varios kilómetros empujando la bicicleta, y de que algunas bajadas son bastante técnicas, resulta una ruta muy “disfrutona”, donde destacaría varios tramos de extrema belleza:

- El descenso del collado de Iferrutz hasta las campas de Urbia. Es una rápida bajada que se realiza por terreno herboso y sin ninguna complicación.

- El suave descenso de casi 10 kilómetros desde la boca norte del túnel de San Adrián hasta Brinkola.

Otros aspectos que destacaría:

- El tramo entre la ermita de Santi Espiritu-Collado de Oazurza-Brinkola, a pesar de ser en descenso, es muy fácil de seguir ya que se encuentra balizado como PR GI 3009.

- El tramo entre las campas de Urbia y el túnel de San Adrián se encuentra balizado como GR 121. Es importante destacar que si se quiere alcanzar la cima de Askiola nos deberemos desviar ligeramente de la ruta balizada. Es un corto tramo, pero merece la pena ya que la cima, aprovechando uno de los pocos claros del espeso hayedo, nos brinda una magnifica panorámica hacia el cresterío del Aizkorri.

- El tramo entre el collado de Iferrutz y las campas de Urbia lo hicimos aprovechando en balizaje de la PR Gi 3006. Es una bajada extraordinaria, pero que se ve interrumpida en dos momentos puntuales por pequeños tramos rocosos. Si se quieren evitar estas dos interrupciones, a mitad del descenso deberemos dejar el balizaje y lanzarnos hacia el fondo de la vaguada, siempre por terreno herboso y totalmente ciclable.