Circular al Mandoia desde Usansolo

Este fácil recorrido de unos 30 km parte desde Usansolo. En Pertxin Kalea cogemos el bidegorri hacia el este unos pocos metros hasta encontrar el camino peatonal que va hacia el sur y que continúa siempre paralelo a las vías del tren y al río Ibaizabal. Al igual que el río, a la altura de Eroso-Ugarte el camino continúa hacia el este hasta llegar a Lemona. Pasadas las gasolineras se interna en el pueblo atravesando el único cruce peligroso (la N-240) de todo el recorrido. Luego de atravesar Lemoa se dirige hacia el sur por un hermoso camino rural pasando por los barrios de Aristi, Errekalde y Zabala. Vuelve a cruzar la N-240 por debajo y pasada la rotonda cambia la dirección hacia el oeste. Esta parte del trayecto recorre una cantera a medida que va ganando altura por la pista principal en dirección al Mandoia. Alejándonos de la cantera nos vamos internando en el bosque y vamos subiendo por pendientes suaves. Hay numerosos cruces de caminos pero nuestra ruta nos lleva siempre por el principal que está en excelente estado alternando tierra con piedras. Poco a poco las vistas van ganando en importancia a medida que vamos subiendo por las laderas del Mandoia en dirección principalmente oeste y sur. Rodeando la cima llegamos al precipicio de Mandoiko (ver waypoints) que es la parte más elevada del recorrido. Vale la pena hacer una parada para disfrutar de las vistas y del lugar. Desde allí todo es bajada muy suave y sin dificultades técnicas en dirección Upo y luego hacia el pantano de Lekubaso antes de encarar hacia Usansolo paralelos al río Lekubasoerreka.
Es un paseo muy fácil y muy agradable. Apto para cualquier nivel aunque habrá que tener un poco de piernas en ciertas rampas. Por lo demás no tiene ninguna dificultad técnica y los caminos, pistas y senderos son muy transitables. Sólo en la bajada hay algunas balsas de agua que se pueden esquivar fácilmente. Como anécdota personal, me distraje un momento bajando a buena velocidad y por esquivar una rama de una zarza que se internaba en el camino a la altura de la cara tuve un accidente bastante majo. Varias vueltas de campana y la bici despeñada unos cuantos metros por un barranco. Por suerte (y por el casco) nada grave, y tanto la bici como yo salimos bastante bien parados del trance (raspones, golpes... lo típico) La dureza de la caída quedó patente en el soporte que va sobre el manillar para llevar el GPS, que se partió a la mitad. La verdad es que los que practicamos este deporte en soledad tenemos que tener mucho cuidado con las caídas. Sobre todo en los entornos muy solitarios como es el caso. Pero yo al menos no soy consciente de ese peligro hasta que me voy al suelo (cosa no muy frecuente por suerte) ¡Tendré que ir con más cuidado en adelante!

En el enlace podéis ver el recorrido animado: Circular al Mandoia desde Usansolo