Circular por Vega de Liébana

Impresionante y dura ruta por los agrestes e imponentes terrenos de Liébana. Ruta ciclable, pero en gran parte dependiente de la condición física de cada uno. Aún y así, hay algunas zonas en las que es inevitable echar pié a tierra, tanto subiendo, como bajando. Principalmente en el último ascenso al Collado de Robadorio y en la bajada por la vaguada desde éste hasta alcanzar la pista que nos lleva al refugio del Tajahierro.
Salimos de Vega de Liébana (460) y nos dirigimos hacia Bárago (612) por carretera. Una vez aquí nos deviamos a la izquierda y poco más alante a la derecha, para empezar la primera parte dura de la ruta, en dirección a Las Retuertas. Vamos ganando altura rápidamente por rampas duras y constantes, sin apenas descanso, y llegamos finalmente al primer punto para coger oxígeno: el collado de Ijande, a 1577. Vistas espectaculares al macizo central, donde cada uno trata de dar nombre a las diferentes siluetas que aparecen ante nosotros... Un poco de descenso hasta los Invernales de Ranes (1145) y de nuevo dureza en las rampas para llegar a una cabaña particular: Choza de Vega de la Canal (1735). Aquí podemos reponer agua, puesto que dispone de una manguera (deberemos abrir la llave de paso!!). Retomamos el camino cruzando el Río Frío, para coger la pista que nos lleva a los puertos del mismo nombre (Puertos de Riofrío, a 2052), a los pies del impresionante macizo de Peña Prieta (2539). La pista es preciosa, atravesando una vega espectacular, sin apenas presencia humana (únicamente encontramos a unos recolectores de té del puerto), y con un verdor increíble para la época del año en la que nos encontramos. Desde aquí nos quedará subir al collado que vemos a lo lejos por una pista (unas rodadas, más bien...) que impresiona de imposible y que, efectivamente es imposible (alguno habrá por ahí que lo suba en bici, pero para los mortales ye imposible!!). Una vez arriba, estaremos en la cota máxima de la ruta: el Collado de Robadorio, a 2096. A partir de ahora, se acaba la pista y tendremos que buscarnos la vida para bajar hasta la Vega del Naranco, que es la que queda al otro lado del collado. Con cuidado y con algún episodio de ensayo-error, conseguiremos llegar hasta la pista que la surca. Una vez en ella, fácil descenso hasta el Refugio Amalio Fernández Mariñas (o del Tajahierro, a 1560), donde de nuevo podremos reponer agua. Retomamos la misma pista por la que llegamos allí, y al poco la abandonamos a la derecha (si siguiéramos recto por ella llegaríamos a LLánaves de la Reina) para volver a ganar altura poco a poco por el Portillo del Boquerón, que nos lleva a una vega muy bonita (Vega de Tarna) a través de un sendero estrecho y ciclable que acaba desembocando en el alto del Puerto de San Glorio (1609). Bajaremos unos 5 km por carretera para soltar las piernas y nos meteremos por una pequeña pista (espectacular y divertida) a mano derecha que nos lleva en rápido descenso hasta el cauce del Río Vejo, que seguiremos por senderos frondosos y estrechos pero totalmente aptos para hacer en la bici, pasando por Vejo y llegando a Vada, donde volveremos a la carretera para hacer los últimos 3 kilómetros que cierran el círculo a esta impresionante ruta. A pesar de que la distancia y el desnivel pueden no parecer excesivos, la media de velocidad puede dar idea de la dureza de la misma... (al menos para los del montón!!)