Cogolludo-Monasterio-Fraguas-Santotis-Cuevas-Jocar-Abancon (Guadalajara, España)37km

Comenzé la ruta en la impresionante plaza de Cogolludo, con sus soportales y el Palacio de Medinacelli (creo) que aún no estaba abierto al público, tras bajar del pueblo comprobé que los frenos de atrás estaban totalmente gastados lo cual me daría problemas seguramente, salí de la carretera apenas salir del pueblo para ir por pistas con bonitas arboledas de chopos como los de la primera foto, más adelante tuve que cruzar el río, el camino tenía mala pinta pero apenas unos metros después se puso bueno y pude montar sin problemas, un labrador del camino me advirtió que por ahí no se podía ir a Monasterio. Seguí junto al río hasta que me desvié encontrándome con un labrador llamado Juan Rabadán que me dijo que por el cortafuegos era totalmente imposible ir y me dijo que fuera por el río, desgraciadamente esa ruta no la tenía bien trazada y aunque casi lo consigo no dí con el camino (OJO: luego pude verlo en fotos aéreas y lo he marcado con waypoints, ver fichero adjunto) pero sí con unas zarzas que me dejaron las piernas y los brazos echos unos zorros (esa parte del track la he borrado para ahorraroslo), así que volví por donde estaba previsto, llegué al huerto de Juan y subí campo través al campo de arriba, yendo luego al cortafuego que si bien no estaba muy bien poco más adelante tenía un sendero single track ciclable, desgraciadamente había perdido mucho tiempo, al fin llegué a Monasterio donde me lavé en la fuente, le dije a una vecina que le dijera a Juan lo que me había pasado, la vecina insistió en que el camino existe y me indicó como llegar y que mis arañazos no importaban le pregunté y que digo cuando me bañe en la piscina, pues que me había peleado con un gato, yo le dije que tendría que ser por lo menos diez gatos, nos reímos y me fuí por un camino junto a prados de trigos segados junto a un bonito río, desde allí pasé un par de valles y me metí en un pinar, luego entré en un camino increible entre robledales, desde luego lo mejor de la ruta, lástima estuviera todo seco después del verano. Fuí a Santotis donde esperaba encontrarmelo igual que la vez anterior, no creía aguantaran el invierno sin tejado, me llevé una sorpresa pues encontré por lo menos doce personas, muchas chicas muy guapas todos trabajando haciendo adobes, cortando madera y la casa estaba casi acabada, le faltaba poner las tejas y una ventana de arriba, sin duda Domingo el Carpintero y sus amigos habían hecho un trabajo impresionante, incluso tenían agua corriente y estaban arreglando pinchazos de bicis y un generador. No obstante pararon un poco para invitarme a café, me llamó la atención el entusiasmo y lo contentos que estaban todos, me fuí con ellos a ver a Demetrio en Santotis, me acompañaron dos chicos, dos chicas que tiraban más que nosotros y otro en una moto, yo me quedé atras pero me esperaron arriba en el puerto, me adelanté a Santotis para advertir a Demetrio de que venía acompañado. Demetrio estaba encantado con la visita, incluso sacó sus famosos tomates y unas cervezas, estuvimos hablando de los problemas y cosas que ocurrieron y salimos muy contentos de la visita, me alegro que se ayuden, nos separamos pues los chicos volvieron a Fraguas a almorzar lentejas y yo bajé pasando cerca de Cuevas, que es un pueblo abandonado llamado así porquie habían muchas cuevas ¡atención espeleólogos! que los vecinos tapiaron para que no se perdieran las cabras, bajé a la carretera pasando junto a Jodar, poco depués paré a cojer unas manzanas salvajes que comía mientras ciclaba, esta vez no usé las barritas energéticas y luego seguí hacia abajo hasta Abarcón, todo muy rápido gracias a que bajaba por carretera, en abarcón bajé a un camino muy bueno por donde iba a gran velocidad y pasaba junto a unos maizales, además habían más manzanos con unas manzanas buenísimas. En la plaza fuí a la bollería donde la dependienta me dijo que conocía a los chicos de fRaguas y en concreto a Domingo, se vé que se van haciendo conocidos en la zona. En suma una ruta que además de bonita y emocionante me gustó más por las personas que encontré, y ya desde hoy Fraguas ya no es un pueblo abandonado, sino con mucha vida, me alegra ser testigo de como comenza la vida en un pueblo empezando desde la casi nada.