Copa BTT 2015. Desafío Albacete. Segunda etapa

Crónica de la segunda etapa de la Copa BTT disputada el pasado día 28 de Junio en plena ola de calor.
El día anterior ya sufrimos los 70km y 1.100 de desnivel positivo de la primera etapa, y esta segunda son otros 70km y 1.300 de desnivel positivo, por lo que voy un poco con la incertidumbre de ver como se han recuperado las piernas y con cierto respeto, pues además esta etapa tiene duras subidas y bajadas técnicas.
En la línea de salida me encuentro con varios amigos y compañeros usuales de ruta como Pedro, Sergio, Carlos, Jose, Luis, Emilio y alguno más y matamos esos primeros minutos de incertidumbre con un poco de charleta.
Salida con cierto embudo por lo que hay que tener cuidado de no tocar a nadie y de que no te toquen para evitar caídas. Impresionante el sonido de las calas y de los piñones…tensión¡
Primera parte de llaneo por pista y camino para llegar a Tolos y seguir por camino vecinal asfaltado. Rodamos ágiles sin forzar buscando nuestro sitio. Llegada al Tranco del lobo con una bajada por senda que no esperaba que la hacemos todos andando tras el pertinente embudo y subida de tranco del lobo.
Tranquilita para no quemarme, donde coincido con Luis y hacemos parte de la subida juntos con buenas sensaciones, pero llego arriba cansado y tardo un rato en recuperar piernas. En este primer tramo de llaneo no me adelanta nadie. Estamos todos con las piernas al rojo. Llaneo fuerte con algunos corredores que ya me suenan de la etapa anterior… voy en mi sitio.
Bajada de Las Eras. La han limpiado a conciencia por lo que menos el tramo final, se hace sin problemas y el tramo final andando, como todos lo que iban conmigo. Preciosa la bajada por el pueblo.
Avituallamiento donde coincido con Luis de nuevo que ha recuperado en la bajada de Las Eras y hacemos el tramo de llaneo por camino vecinal hasta la siguiente subida juntos, llaneando a buen ritmo, aunque siempre a un 80% para guardar para lo que nos espera.
Subida del “tranquillo del lobo” más suave, se hace con el plato mediano (como buen globero llevo tres) y es fácil quemarse al ir con demasiado desarrollo. Voy dosificando y adelantando un poco.
Llaneo para llegar a la Casa del conde donde de nuevo nos avituallamos con fruta, agua y bebidas isotónicas. De nuevo a llanear buscando la senda del jinete.
Puñetera senda con zona de senda limpia con alguna roca al principio, zona rocosa con algún escalón técnico y después tramo recto con alguna curva de terreno boscoso suelto y contra peraltado con reguero incluido. Aquí me paro en la primera curva y entorpezco un poco el paso de un participante que tiene un pequeño susto aunque sin consecuencias. Reitero mis disculpas por si me esta leyendo. La recta la bajo cruzado con la rueda delantera en la senda y la trasera colgando… sin comentarios. Aún adelanto a algún compañero.
Una vez en cota río entramos en la senda de Las Rochas. Desesperante. Es un rompe piernas, con continuos sube-baja y pequeños obstáculos que al ir cansados cada vez más invitan a poner el pié. Hago tapón por lo que dejo pasar a unos 4 compañeros y el resto de la senda lo hago solo, sin nadie delante y sin nadie detrás, varios tramos a pié…anímicamente desesperante, pese a que ya nadie me adelanta llevo la sensación de que no hago más que perder tiempo.
Por fin camino favorable y llegada a Alcalá donde animo a la gente para que me animen en el paso por el puente y afronto la subida por el pueblo con cierto bajón físico y anímico.
Subidón de energía cuando en plena rampa las chicas de Jose y Luis me animan y me dan agua, al menos hago tres curvas seguidas… Las cuestas más duras andando, me pasan un par de corredores o tres y voy sobreviviendo. Los vecinos me riegan cual lirio mustio, especialmente una señora ataviada de palangana y cazo que me descarga como medio litro por la espalda y me sienta de lujo¡¡
Sigo subiendo para afrontar la subida por cemento para dejar atrás Alcalá. Ligero descanso para hacer la subida a Las Eras.
Muy blandito, media senda andando, me pasan varios compañeros.
Una vez arriba me tomo mi tiempo en el avituallamiento y me dicen que Yago hace unos 20 minutos que ganó la prueba, por lo que ya no es necesario apretar los dientes (JA … JA … JA )
Como mucha fruta y bebo mucha agua, pero lo más importante es que me tomo dos vasos de Coca- Cola que me hacen espabilar un poco y recuperarme emocionalmente pues desde la senda de Las Rochas iba con la cabeza gacha.
Sé que me queda un tramo de camino roto, un buen llaneo con un par de sendas y poco más por lo que decido apretar un poco para no penalizar, pero me veo con ánimo para terminar la prueba.
Camino roto que paso lento y recuerdo cuando hace unos días lo hice entrenando a toda pastilla fijándome en las trazadas, los puntos donde bajar piñones, donde apretar para aprovechar bajadas etc. De risa, tal y como voy de cansado todo eso de poco sirve.
Voy solo y llego al llaneo solo, nadie por delante, nadie por detrás, llaneo al 80% de nuevo…aún estando cerca de la llegada, no termino de apretar.
Llego a ajengibre y en el avituallamiento recupero un poco y cuando llego se van un par de corredores… Hay vida.
Bajada de los escalones del pueblo donde el representante de protección civil sale loco al verme entrar y pita y mueve los brazos no se si con idea de incluso levantar el vuelo, hasta que le digo que conozco la bajada.
En la curva una chica también de protección civil me indica como dar la curva y bajadón por el cemento y la pista a toda mecha.
Subidita por senda con la entrada y la salida al camino arreglada por la organización, pues el martes estaba imposible. Ese trabajo no se ve si no has ido antes a ver el recorrido y luego es injusto quejarse por algunas cosas.
A estas alturas soy consciente de que mucho tiene que torcerse la cosa para que no termine la etapa y voy más menos en el tiempo esperado, por lo que el subidón de adrenalina y de orgullo me eriza el vello de los brazos y le sensación de disfrute es máxima. Solo hay que mantener la concentración un poco más para evitar percances.
Más llaneo y me voy acercando a un compañero, mientras tres de un mismo equipo me van alcanzado.
Nos juntamos todos en la senda de la cornisa, muy bonica aunque para hacer con cuidado y al salir van los tres del equipo por delante llaneando con fuerza con un servidor y el otro compañero a rueda.
A la altura de la laguna del Galayo solo quedamos 4 y me descuelgan en la senda de la raja del culo, donde adelantamos a un compañero que va cojeando y con mucho cansancio y un par de voluntarios me dan un último empujón para salir del tramo.
Queda un poco de pista en bajada que voy disfrutando ante la inminente llegada y bajo el arco mis amigos me dan la enhorabuena y la organización me entrega mi medalla de finalizador de la prueba. Todo un gustazo difícil de plasmar en papel, y que recomiendo de forma encarecida que cada uno a su nivel y en su momento disfrute alguna vez en su vida.
4 horas y 18 minutos para esta segunda etapa, solo 16 más que la primera siendo esta mucho más exigente y con el cansancio de la
Primera, luego estoy satisfecho y contento.
Me recupero con cervezas frescas que me saben a maná del cielo y un bañazo en la piscina del pueblo mientras intercambiando impresiones con distintos compañeros, ya los conozcas o no. Todos estamos contentos, satisfechos y animados.
Comida de paella y gazpachos buenísimos preparados por la organización que terminan de recuperarme y de regalazo unas natillas buenísimas, todo esto con más charla con compañeros y acompañado de mi señora madre que me ha traído y llevado las dos etapas ocupándose de la logística y dejándome la cabeza despejada para la carrera.
Todo un disfrute que de nuevo recomiendo a todos.
Pura vida¡¡