Corral de Cva-Puente de las Ovejas-Martinete-Duna de San Quintín-Tirteafuera-Corral de Cva.

Iniciamos nuestra ruta en Corral de Calatrava con previsión de lluvia para todo el día, pero con un cielo con nubes y claros que no hace preveer que nos vallamos a mojar, al menos de momento. Primera parada en el Puente de las Ovejas para hacer las fotos de rigor. Continuamos por el camino que discurre junto al canal hasta las ruinas de la antigua Ferreria del Martinete. Desde hace un tiempo han cerrado el acceso con una alambrada por lo que solo podemos hacernos la foto de lejos, con el arco al fondo. Desde aqui buscamos la CR-P-4171 que nos lleva hasta Los Pozuelos de Calatrava. Cruzamos el pueblo y salimos por la Cañada Real Segoviana que vamos a seguir durante 21 Km. con una subida de 3 Km. primero para luego bajar hasta el Arroyo de la Venta, que remontamos hasta la Laguna de la Carrizosa, donde aprovechando el área de descanso de la Ruta del Quijote, paramos a reponer fuerzas. Continuamos cruzando la CM-4112 para dirigirnos hacia Minas del San Quintín, donde nos apartamos unos metros de nuestra ruta para observar la duna que se ha formado con los restos de escoria de la mina. Una autentica sorpresa esta duna en medio de la llanura manchega. Seguimos nuestra ruta cruzando la CM-4110 primero, y el río Tirteafuera y la CR-P-4114 después. El siguiente tramo de la Vía Pecuaria, discurre junto a la finca El Espino, en la que se pueden ver los corrales del ganado bravo. Nuestra sorpresa es que también hay vacas bravas en la Via Pecuaria, que afortunadamente se espantaban a nuestro paso. Poco después dejamos la Cañada Real Segoviana para dirigirnos hacia el pueblo de Tirteafuera, que cruzamos para seguir un camino que nos lleva hasta otra Vía Pecuaria, en este caso el llamado Camio de la Plata, que seguimos hasta Villamayor de Calatrava. Mientras cruzamos el pueblo comienza a llover, por lo que a la salida paramos a ponernos los chubasqueros. Una parte del grupo se adelanta confundiéndose en un cruce. Afortunadamente con una llamada telefónica subsanamos la incidencia, para continuar ya todos juntos por el camino correcto. En el tramo final de la ruta tenemos que subir (y bajar) la Sierra de las Cabrerizas por un camino muy pedregoso, lo que unido la lluvia, deja el piso muy resbaladizo. Se trata de un un tramo corto que pronto se convierte en una pista asfaltada que nos conduce hasta Corral de Calatrava bajo la lluvia, que por suerte solo nos ha acompañado durante los últimos diez kilómetros.