Cueva Castillo del Rey Moro - Torreón de Jorquera - Azud del Quipar - Cañadas Cerealistas. Anthercas

Por la carretera de Caravaca a Lorca y Águilas desde la Venta Cavila con gasolinera, accedemos a La Encarnación y partimos pedaleando por la Avenida Arco Iris hacia el Arrabal.

Hacemos una breve parada ante la Ermita de la Encarnación, cruzamos el Barranco de Los Canteros, seguimos por La Venta, pasamos el cruce con la pista que asciende hacia la Ermita Vieja de La Encarnación, el templo y las ruinas romanas, objeto de la mayoría de las rutas por esta zona.

Rectos abandonamos el asfalto poco antes de llegar al Cortijo y Molino de La Encarnación, para coger la pista del Barranco de La Virgen en el estrecho de Las Cuevas, que nos deja en la Cueva Castillo del Rey Moro, (restos de una fortificación edificada en un abrigo rocoso, servía para controlar el paso del antiguo camino de Caravaca de la Cruz a Granada), nos acercamos a ver el Molino del Estrecho de Abajo cruzando el río Quipar, pero la senda se halla en muy mal estado y hay un cercado.

Bajo el paredón rocoso del Cerro de Los Villaricos con muestras de erosión alveolar, vemos el Cortijo del Estrecho y el de Las Casicas, hacemos foto del acueducto en las Casas del Cabezo y salimos a campo abierto en la Cañada de Las Canales.

Por la derecha abrimos un portón en la pista que nos eleva hasta el Torreón de Jorquera (torre vigía de los Templarios, para dar la alarma al Castillo de Caravaca de incursiones musulmanas), iniciamos el descenso al río Quipar en El Tejar, nos encontramos en una zona boscosa de pinar, un tramo de cañar y el Azud del Quipar.

El camino que cruza por el Azud conduce a una finca particular, cuya apertura se realiza en el Maratón Alpino Al-Mudaina, donde andarines, bikers y maratonianos, en la parte final de recorrido se juntan hasta llegar al pueblo de La Almudema.

Salimos de la ribera para pedalear por los vastos campos cerealistas, salpicados de pinadas, cortijadas , carriles tractoreros con grandes y dispersas encinas que nos relajan la vista y elevan el ánimo.

Tomamos la barrita en el Cortijo de La Jorquera, cruzando por la Cañada del Pino llegamos a Casa Quiñonero haciendo una breve parada a la sombra de sus pinos, el sol comienza a calentar y el aire nos trae olores de los campos de labor que nos circundan, activando recuerdos olvidados de juventud.

Comenzamos la vuelta por el asfalto del Camino de La Cañada Riquelme, dejando atrás el Cortijo de Tres Carrasquicas, realizamos un corto tramo paralelos a la carretera de Caravaca de La Cruz C-330 hasta su cementerio, entramos por nuestro propio pie en este barrio de los callados.

Avanzamos nuevamente por la pista del Llano de La Tejera al camino que trajimos en la ida y a la salida.

Hoy se celebra en Caravaca la fiesta de Los Caballos del Vino, nosotros vamos a Archivel, comemos de maravilla en el “Chita”, compramos en una casa particular miel de espliego y nueces, volviendo a casa satisfechos con nuestra preciada carga.

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