Mirador del jabalí - Sierra de Peña Sagra - Hojedo

Ruta no circular lo que obliga a tener varios coches o coger un taxi que te lleve de vuelta al punto de partida.
Esta ruta es muy similar a otra que hice hace 4-5 años pero en sentido contrario es decir predominando la subida y por tanto mucho más dura. Toda la parte central del recorrido coincide siendo distintos el inicio y el final de la ruta.
Salimos del mirador del jabalí que está en la carretera CA-281 que sale de la carretera que sube al puerto de Piedrasluengas y baja por el valle del río Nansa hasta la localidad de Puentenansa. De inicio las vistas desde el mirador hacia Picos de Europa son magníficas. Empezamos con una rápida bajada que se disfruta al no tener esta carretera prácticamente nada de tráfico hasta llegar al pueblo de Pejanda. Ahí tomamos una carreterita que nos llevará ya en dura subida hasta el pueblo de San Mamés donde hay una fuente para refrescarse. Salimos de San Mamés ya por una pista. Esta primera parte de la subida no es excesivamente exigente pero el día súper caluroso nos obliga a beber abundantemente y mojarnos la cabeza en cada arroyo que cruzamos parar para evitar un golpe de calor (increíble en Picos de Europa por mucho que sea el mes de julio).
Poco después de dejar un pilón de agua para el ganado tomamos la pista de la derecha que sube. Aquí enlazamos con la ruta de hace varios años (entonces veníamos de bajada y tomamos la pista hacia el portillo de Brañes y la bajada ya hacia Lamedo y luego hacia Potes - Ojedo).
Este último tramo de subida es mucho más exigente con rampas muy duras y la pista además con más piedra suelta lo que lo dificulta aún más. Se puede hacer entera en bici pero parte del grupo entre la dureza y el calor hizo a pie algún tramo. Llegamos por fin al collado de Invernillas, punto más alto de la ruta.
Aquí abandonamos la pista y tomamos un sendero que nos lleva de bajada (casi toda ciclable) hasta una majada con un precioso refugio de piedra para los pastores. Las vistas son una maravilla. Aquí comienza un tramo largo (2 km) de sendero que hay que hacer casi en su totalidad a pie, entre piedras y arroyos lo cual lo hace bastante pesado. Ojo porque si en un verano tan caluroso hay abundante agua y barro en primavera u otras épocas puede estar más difícil. Eso sí las vistas compensan el esfuerzo de ir cargando con la bici.
Por fin llegamos a un collado donde hay otro refugio y enlazamos con una pista en bajada, en la que enseguida hay que coger un cruce a la derecha y que nos lleva a la ermita de Nuestra Señora de la Luz (así llamada porque desde los pueblos del valle abajo la salida del sol coincide con la ubicación de la ermita). Es un buen sitio para parar comer, beber (hay fuente) y descansar disfrutando de las vistas.
Desde la ermita seguimos por una pista, el primer tramo es un poco sube baja y luego ya comienza una bajada muy pronunciada (terrible cuando la hicimos en sentido contrarío años atrás) y continua hasta el pueblo de Lurienzo y luego Cahecho. En Cahecho paramos en un bar con espectaculares vistas a tomar algo. En este punto la ruta vuelve a desviarse de la de hace unos años.
Salimos del pueblo por la parte alta para tomar una pista que primero llanea un tramo y luego baja. Llegamos a la ermita de San Tirso a la que también merece la pena acercarse. Seguimos con la bajada muy dura a tramos atravesando un bosque donde hay unos castaños enormes ya en el término municipal de Ojedo donde terminamos nuestra ruta.