Dehesas en el límite entre la Sierra de Ávila y la Moraña

Dificultad física, fácil. Dificultad técnica, fácil.
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Datos de Garmin:
Altura ganada corregida: 852 m
Distancia 55,28 km
Tiempo en movimiento: 3:52:13 hs.
Velocidad media 14,3 km/h
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Comentario inicial: En ningún punto de esta ruta se muestran prohibiciones que limiten el tránsito por su recorrido, como tampoco en las entradas a las dehesas. Cada una de ellas tiene entrada mediante una portera que conviene dejar en las mismas condiciones en las encontremos, es decir, bien cerradas.
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La ruta la comenzamos por el Cerro de San Mateo, seguimos por el camino paralelo a la carretera de Martiherrero, El Palomar, Martiherrero, punto geodésico de esa población, Cuesta del Caballo situada en plena Dehesa de Hernán Gallego como en: Primera nevada 2016. Cuesta del Caballo. Así llegamos a Casasola. Desde su plaza nos dirigimos hacia la antena, pero pasada la segunda portera nos desviamos a la derecha como en El Chorlito. Molinos de Gorría. Hacemos dos kilómetros por la carretera AV-110 y nos desviamos a la derecha en busca del Caserío y Dehesa de Iván Grande (wp3). Continuamos hacia Bularros, donde tomamos el desvío por el camino que nos llevará hacia Villaverde (wp4), una pequeña población, prácticamente deshabitada. Subimos por el término conocido como La Cuesta y descendemos hacia las inmediaciones de Marlín. Hacemos un giro en codo a la izquierda para seguir nuestra ruta por el camino del roble. En pocos metros podemos contemplar un ejemplar centenario de roble con unas dimensiones excepcionales (wp5). Unos metros más adelante nos encontramos con la portera de entrada en la Dehesa de Mingoblasco (wp6). Seguimos por sus caminos hasta la portera en la que abandonamos esta dehesa para entrar en la de Sesgudos (wp7). En ella pasamos junto al gran caserío que lleva este mismo nombre con apariencia de estar abandonado (wp8). ¡Cuidado! en no pasarse de largo, unos metros más adelante hay un desvío a la derecha (wp9) con una nueva portera que abre paso hacia el Caserío de Terragato, no sin antes tener que pasar una nueva portera (wp10), justo en las inmediaciones del Arroyo de Carpio y Sesgudos. Seguimos rectos hasta la portera que nos introduce en la Dehesa del Montecillo (wp11). Esta Dehesa (wp12) está bien delimitada por una malla metálica, en cuyo interior aparece una leyenda en piedra que nos indica que el interior de esa dehesa es privada (wp12), pero no hay problema, no pasa por el interior, sino por sus alrededores (caminos públicos). Ahora sigue un zigzag que nos lleva a la intersección de la AV-P-102 con la vía de ferrocarril (wp13). Siempre por anchos caminos llegamos hasta las inmediaciones Arroyo Manzaneras (wp14). En este punto quedamos situados entre dos cerros, a nuestra izquierda el Cerro de Cuesta Morena cubierto por un denso encinar, a nuestra derecha el del Bellotar, totalmente dedicado al cultivo de cereales (wp14), poniendo de manifiesto el contraste entre los dos tipos de terrenos que hemos visitado hoy, el de la Sierra de Ávila y el de la Moraña, o dicho de otra forma: de pastos y cultivos de cereales. Así llegamos a un punto que ya hemos publicado en otra ruta: Los 6 puentes. Dehesa de Manzaneros . Se trata de unas ruinas, probablemente de alguna ermita que el tiempo ha ido borrando (wp15). Cruzamos el Arroyo de Manzaneras (hoy totalmente seco) y comenzamos la subida por el encinar (wp16). Subida bonita y divertida que finaliza en el wp17. Seguimos subiendo en suave pendiente hacia Cardeñosa (wp18). Cruzamos la A-50 por el puente-túnel y llegamos a Cardeñosa. Allí tomamos agua en la fuente situada en el wp 19 y salimos de esta población hacia la zona más alta de ella, Las Palomas (wp20), como en Peregrinación (Ida): Ávila - Alba de Tormes. Ruta teresiana . Desde aquí seguimos por esta ruta hacia la charca de la cantera de Cardeñosa (wp21). Cruzamos la AV-804 y continuamos por la calzada romana (wp22) hacia Narrillos de San Leonardo. Desde esta población a Ávila satisfechos de haber “descubierto” una nueva variante para poner a disposición de quien quiera disfrutarla.

Ánimo y a conocer las dehesas de la Sierra de Ávila que limitan al norte con la Moraña abulense. ¡Merece la pena!