Desde Hoya del Portillo hasta Tajos del Cerro. Ida y vuelta (invernal arriba)

Exigente ruta con los amigos de la sección de bicicleta del CUMM con la idea original de subir al Veleta desde el aparcamiento y Área Recreativa de la Hoya del Portillo (a la que se accede por asfalto y pista, tras 10,5 kms desde Capileira). Ya desde abajo se veía que la cosa iba a estar difícil porque había caído una buena nevada recientemente y aunque se veía precioso, la cosa no pintaba demasiado bien para subir en bici.
La ruta en sí ya es bastante dura, incluso si no hay nieve, que es lo lógico para tener alguna posibilidad.
La Hoya del Portillo se encuentra a unos 2100m y el primer tramo hasta el Alto del Chorrillo es exigente físicamente pero se hace bien ya que es una pista en razonable buen estado. De hecho por este tramo circula en verano un bus que sube desde Capileira hasta este punto. Pero desde aquí la cosa se pone mucho más exigente, ya que el camino que continúa es bastante más empinado y tiene un firme bastante malo, con mucha piedra, que obliga a ir en tensión y atento todo el rato. También hay algunos puntos en los que ha habido desprendimientos que obligan a bajarse de la bici para pasarlos a pie. Pero la mayor dificultad está en que aquí no tardamos en toparnos con los primeros neveros, que conforme ganamos altura iban ganando tamaño. Al principio era divertido y fácil pero poco a poco, conforme nos acercamos a los Tajos del Cerro, la nieve se fue poniendo más dura y la ladera tenía una pendiente considerable. Llegó un punto en que vimos que era muy peligroso continuar hasta el cercano Circo de la Caldera (con su refugio y laguna homónimos), así que tomamos la sabia y dura decisión de darnos la vuelta para no arriesgar más. El primer tramo de bajada lo realizamos con mucho cuidado y después también extremamos la precaución por el mal firme hasta el Alto del Chorrillo.
Una ruta dura de por sí, que con la situación invernal arriba, lo fue más todavía. Aún así la montaña estaba preciosa y mereció mucho la pena pese a la frustración de no alcanzar nuestro objetivo. Aunque el primer objetivo en la montaña siempre es volver sanos y salvos. Muchas gracias al grupo y en especial a Pedro, que fue el organizador!