Desde Lladó-Arnes por la Vía Verde del Zafán, hasta el túnel del Equinoccio en Valdealgorfa y regreso.

Bonita ruta que nos llevará en su mayoría por la Via Verde del Zafán hasta la pintoresca población Turolense de Valdealgorfa.
A diferencia del tramo de la Terra Alta en Catalunya, este que os presento en esta ocasión, para mi es más "autentico" pues tiene varias guindas en su recorrido.
La primera observación es que partir de cierto punto el firme del trazado es de tierra y eso en cualquier vía verde es un plus para mi.
El Túnel del Equinoccio con casi sus 3 km de distancia es sin dudar la joya del recorrido, aunque lamentablemente en esta ocasión no pudimos cruzar el mencionado túnel (tampoco circular por el tramo de tierra anterior) ni seguir hasta la ciudad de Alcañiz que en principio era nuestro destino final, obligándonos a tomar una opción señalizada como recorrido "oficial" pero que es de asfalto y donde compartimos circulación con todo tipo de vehículos.
Volviendo a la ruta, después de cruzar el viaducto sobre el rio Matarraña, que por cierto en esta ocasión bajaba con mucho ímpetu debido a las torrenciales lluvias que habían caído el día anterior, cruzamos un túnel corto pero convertido en un verdadero lodazal que nos dejo nuestras bicicletas llenas de un pegajoso y abundante barro.
A la vuelta este barro había tomado una consistencia mas densa y causó algún problema en la trasmisión de Josep mi compañero de ruta, obligándonos a parar y solucionar esta circunstancia.
Un poco antes habíamos pasado por el Hotel La Parada del Compte donde hay una maquina de "vending" con refrescos en el exterior, tomad nota para épocas cálidas, pues las antiguas estaciones de esta vía verde a parte de la de Cretas que sólo abre durante unas épocas del año al publico, están completamente abandonadas y sin servicios de ningún tipo.
Valdealgorfa fue el punto de regreso de esta ruta y donde nos comimos nuestros bocatas, aunque antes compramos agua y unos refrescos en el Bar Restaurante Herrero y tomamos también algunas fotos para nuestra colección y que compartimos con vosotros aquí.
Comentar que nos embriago la calma y paz reinantes en este pueblo a pesar de ser un domingo al mediodía. En general esa fue la constante en toda esta ruta, no "sufrimos" el trafico que suele existir en el tramo de La Terra Alta los días festivos, aunque es cierto que nos cruzamos con bastantes bikers de los dos sexos, sobre todo a lomos de bicis eléctricas.
En definitiva, hubiera sido una ruta fácil, pero las lluvias torrenciales del día anterior convirtieron a algún sector de esta vía verde en verdaderamente complicado, casi imposible de transitar, muchos derrumbes, piedras en el camino y el mencionado túnel que era una auténtica trampa de barro.
Nuestro ritmo fue más bien lento por las continua paradas, pero es que además nos lo tomamos más como una experiencia visual y sensitiva que una típica jornada de BTT. Incluso me aventure a realizarla con mi segunda bici, una ya muy veterana Zeus que aguanto el físico perfectamente, demostrando que cualquier bicicleta es valida para practicar este bonito deporte si así lo deseas.