Desentrañando Arrikapela... y mucho más!

La zona de hoy la tengo trilladísima, es mi patio trasero de juegos y tengo infinidad de rutas colgadas en wikiloc por aquí. Pero aunque parezca mentira, siempre hay algo nuevo: un tramo nuevo, un sendero recién desbrozado, o una forma de unir los senderos que dan sentido a la ruta completa. Y en la ruta de hoy hay un poco de todo esto.

La primera novedad es la forma de llgar al inicio del sendero pasados los depósitos de Iturgitxi. En lugar de bajar a Fadura y remontar por la pista de grijo, subo al insti de Leioa y bajo por un senderillo muy poco conocido que limpié durante el confinamiento pero donde los helechos han vuelto a brotar descontrolados. Tengo que hacer otra pasada por aquí, porque es una bajadita corta pero bonita. Caigo al sendero Bolue secreto que sigue el arroyo por su margen izquierda, pero en lugar de cruzar el primer puente, sigo el sendero a lo largo del arroyo hasta que ya no queda más remedio que cruzarlo. Es un sendero idílico, quizás con la vegetación un poquito demasiado alta, pero se ve, se sigue y se cicla a la perfección. Tras cruzar el arroyo atravieso un par de campas para dar con una pista que me saca a la carretera.

Para remontar hacia los depósitos giro a la izquierda y luego la primera a la derecha para afrontar un dura subida por caminos vecinales muy poco transitados que combinan asfalto y hormigón. Llegado al camino de tierra, subo hasta la modesta cumbre del Arrikapela para meterme en la trialera Larrañazubi secreta. El paso de las motos ha restado dificultad a algunos puntos, y hoy he ido muy fluido en todos los pasos, una maravilla para el que no la conozca. Pero ojo, que sigue teniendo puntos técnicamente complicados. Al llegar al fondo del valle he girado a la izquierda para seguir una sucesión de senderitos estrechísimos, en ocasiones técnicos por la presencia de rocas, pero ciclables siempre con un poco de habilidad. Es un auténtico laberinto de senderos, hay que andar muy atento para no pasarse ninguno y no perder la orientación, ya que volveremos a bajar hasta el arroyo Larrañazubi y remontaremos una subida durísima hasta el baserri abandonado previo a Sustatxa bidea. Empacho de senderos!

Tras coger agua en la fuente y unos cientos de metros de asfalto por Sustatxa, me desvío a mano derecha por una pista por donde sacan la madera los forestales. La parte baja está hecha una pena de roderas, por lo que me meto por una pista a mano izquierda y evito la peor zona. Buen descubrimiento. Trialeras de subida hasta Ubao bidea, y enlazo con la bajada a Urederra por el circuitillo que desbrocé este invierno. Yo había hecho una trazada haciendo eses para alargar un poco el tramo y no bajar tan a saco, pero los moteros que suben por aquí tienen otra opinión e insisten en subir en una asquerosa línea recta. En fin...

Tras superar los charcos del naciemiento del arroyo Urederra, remonto hasta la carretera de Unbe siguiendo senderos y más senderos. La carretera la sigo hasta el cruce, para acceder al cordal de Unbe, donde tras superar un rampón infernal tenemos otra buena ración de trialeras antes de volver a salir a la carretera. Lo que queda a partir de aquí es la clásica ruta de los dólmenes de Muñarrikolanda, una subida por pistas con algunos tramos de senderos para evitar las zonas más encharcadas que nos llevará hasta la cumbre de Muñarrikolanda.

Aquí elijo la opción de hacer la tecniquísima bajada directa, cada vez más rota y más complicada. Los que no anden bien de técnica o aprecien sus huesos pueden seguir por la pista del cordal, ya que ambas alternativas se unen más adelante. Pistas hasta Urkomendi, cuya bajada es el tercer y último punto de doble rombo del día. Es un sendero precioso jalonado con piedras que hay que ir negociando, hasta llegar a un punto donde un rockgarden aterrador nos pondrá a prueba. Hoy he elegido una bajada alternativa que pocas veces había hecho, dejando el rockgarden a la derecha y siguiendo el cordal un poco más. Quien piense que es una alternativa más asequible está saliendo del fuego para ir a parar a las brasas. De todas formas, no son largos ninguno de los dos tramos, por lo que quien no se vea con fuerzas y no se le caigan los anillos por desmontar, puede bajar con la bici en la mano.

Una vez superado este paso nos queda el DH de Infernueta o Ugeraga, que es una maravilla de bajada con saltos, peraltes y varias trazadas que nos llevará hasta el polideportivo de Larrabasterra. Una gozada soltar los frenos por aquí y coger algo de aire, aunque también se puede bajar pegadito al suelo esquivando todos los saltos. Tengo tiempo, por lo que decido enlazar con el pinar de Azkorri para volver por el sendero que va por dentro del Golf. Camino clásico de pinar, cambiando ligeramente la entrada al segundo pinar tras el parking de Azkorri (donde me acerco a rellenar agua), ya que la entrada tradicional está muy cerrada. Senderos y más senderos en el último reducto rural de Getxo para acabar en el clásico senderillo de bajada desde el fuerte de la Galea hasta Aixerrota, muy divertido y algo más abierto que la última vez que pasé. Y ya, de Aixerrota a casa, por bidegorris y carreteras.

En resumen, una maravilla de ruta, para hacer preferentemente con el tiempo seco, ya que con barro la tracción en algunos puntos se complica. Ahora es la época perfecta! La zona tiene una desnsidad de senderos muy superior a lo que la mayor parte de los bikers de la zona creen, y eso que no hemos tocado la zona de Akarlanda... Ojo con dejarse engañar con la poca entidad de los montes por donde trasncurre. Es cierto que no se supera nunca la cota de 250m, pero salen casi 1000m+ y abundan los rampones cortos y exigentes que te van minando poco a poco. Salvo los tres puntos técnicos mencionados, el resto de la ruta es de dificultad moderada... pero ojo con esos puntos! Finalmente la pongo como de dificultad moderada para no desanimar a nadie de hacerla, pero precaución ahí los menos habilidosos. Imprescindible GPS para seguirla, diría que aunque domines la zona.