Finde, Sierra de Segura (18-11-22) Río Madera, Calar del Espino, Aldea Tres Aguas, Arroyo Canales, Prados de la Mesta

Una vez más convencido, que una escapada al paraíso justifica todos los imponderables posibles, nos reunimos un pequeño grupo de enamorados de esta sierra con el fin de disfrutar (también) penar de un finde por estos escenarios que tanto magnetismo transmiten.

Llevamos tanto tiempo sin caer una gota de lluvia (desgraciadamente) que no se nos ocurrió pensar que no tuviésemos mal tiempo, cuando de viaje al Río Madera, a veinte klm del Embalse del Tranco la lluvia se hace presente....

Lo que por esta zona era agua, por la Cumbre de Pontones era nieve...

El día amanece sin llover pero muy nublado el cielo. Da igual si llueve o truena, que más da. No hemos hecho un viaje de casi cuatro horas para estar titubeando.

Desde los cortijos del Prado de la Mesta, en penitencia nos dirigimos al nacimiento del Río Madera, en la finca Herrerías del Madera. Desde que abandonamos el tramo de carretera y nos adentramos por la pista que accede al nacimiento, entre la lluvia de anoche y la niebla, el lugar se cubre de un manto bucólico y misterioso aumentando su inusitada belleza. Apenas iniciado el carril nos desviamos a la izquierda a Montesinos. Precioso lugar.

Vamos avanzando al nacimiento y nos sorprende los cortijos Río Madera y Herrerías del Madera. Excelente conservación y habitado el primero. Al pasar, no advirtieron que estábamos en una finca privada. Aún así, nos permitieron continuar, lo que agradecimos sinceramente.

Del Río Madera, sorprende que desde su nacimiento a morir en el Segura en una distancia de apenas 25 klm lleve tal cantidad de agua, pero la lleva.

Hasta aquí, todo ha sido un paseo (aunque el cielo amenaza, sigue respetándonos) ahora llega la "pelea". Nos dirigimos al Calar del Espino en constante subida hasta llegar a los tornajos de la Hoya del Trigo. Aquí, acaba el carril. Para subir a la zona alta del Calar no hay otra que empuging. Conforme ganamos altura, la niebla es más densa y si faltaba algo, un fuerte viento se hace presente.

Vamos ganando altura en constante pelea contra Eolo y su "primo" el frío. Hay momentos que me hacen dudar, pues no vemos nada mas allá de cuarenta metros...aún así no cejamos y coronamos el Vértice Geodésico y próximo a él, el mirador norte. Hace frío, fuerte viento, una niebla que impide ver nada de nada. La niebla nos desorienta, solo queda confiar en los GPS y aún así terminas dudando de donde estás.

Del mirador norte, cresteamos toda la cuerda del Calar en dirección al Alto de la Morilla y mirador sur. El viento, ya no es viento, es ¡¡VENTISCA!! y antes del Alto de La Morilla, cerca del abrigo que hay para el ganado abandonamos la idea y sobre nuestros pasos desandamos el camino y volver a los Tornajos de la Hoya del Trigo y desde aquí por la pista en dirección al Collado y Peñón de Gontar.

Conforme vamos acercándonos al C. de Gontar, la niebla nos va dejando, pero el cielo sigue encapotado y amenazando. Apenas unas fotos en Gontar y proseguimos al Arroyo de la Cañada del Saucar. Aquí la pista se bifurca en tres direcciones: A la derecha lleva a los cortijos de Prado Espinosilla. De frente a Prado Maguillo y Los Anchos, y a la izquierda al Calar del Cobo, el famoso Puntal de la Misa, el cual lo tenemos en mente. Mientras divagamos en este cruce estratégico comienza a llover. Levemente pero eso no garantiza que termine torrencialmente....ante la duda, la incertidumbre y el ¡¡REJÓN!! del Calar del Espino, optamos por desechar el Puntal de la Misa continuando a Prado Maguillo, Refugio el Bodegón, Aldea de Tres Aguas y A.R. La Morringa.

En la Morringa retomamos la carretera en dirección al Arroyo Maguillo, por el cual accedemos al Collado de Los Asperones y por sendero a la Aldea Arroyo Canales, ya a un paso de la Casa Rural del Prado de la Mesta.