DueroXtrem 2017 corta: Muelas, Ricobayo, Cerezal, Bermillo de Alba, Fonfría, Pino del Oro, Villalcampo, Ricobayo, Muelas.

Hoy me decidí a coger el coche para salir desde Muelas del Pan. La verdad es que he sudado de lo lindo porque el calor apretaba, pero ha merecido la pena. El recorrido (si no exacto, bastante aproximado) es el de la ruta DueroXtrem que se hará el 24 de junio (hay tres modalidades, esta es la más corta). Como casi con toda probabilidad no voy a poder ir, me he quitado un poco la espinita. Tenía miedo de perderme por ir solo, pero en su mayor parte está balizado y/o transcurre por senderos muy marcados (hay alguna excepción). Llevé puesto Endomondo, Wikiloc para que me pitara el móvil si perdía el camino y el reloj Tomtom que no tiene mapa, pero va indicando la ruta previamente grabada. Pensaba que este último no me iba a servir, pero la verdad es que me ha resultado muy pero que muy útil y gracias a él sólo me he despistado un par de veces y no más de diez metros. O sea, bien. El recorrido es bonito y con numerosos toboganes. Tiene algunas zonas de piedras (de esas enormes de granito típicas de esa zona) y alguna bajada interesante, pero en general las suidas y bajadas son tendidas y fáciles de hacer. Desde Ricobayo hasta Cerezal el camino recorre encinares, aunque no lo suficientemente cerrados como para refrescar el camino con la sombra. Después las encinas dejan paso a los robles y finalmente éstos a las jaras. De Bermillo (de Alba) hasta cerca de Fonfría tenemos la penúltima subida y nos desviamos a la izquierda. Ahí comienza la parte más interesante para la BTT, con senderos estrechos, zonas pedregosas y los típicos puentes de piedra (esos hechos con grandes losas para atravesar los arroyos). Eso dura hasta Pino del Oro (ya sabéis, el pueblo del puente de hierro sobre el Duero). En eza zona me lo he pasado pipa y he renovado los votos de amor hacia mi bici. A partir de ahí, y durante aproximadamente 10 km, se atraviesan praderas, praderas y más praderas. Se me ha hecho pesado, la verdad, estaba deseando que acabaran. Y eso que estaba todo seco (una pena) y la bici avanzaba sin problemas. No quiero ni pensar cómo será el recorrido si están encharcadas o embarradas... Y así, cansado (paradita breve a comer un plátano) y sudoroso llegué a Villalcampo. Me quedaban diez kilómetros. Esa última parte baja hacia el salto y luego hay que girar a la izquierda para entrar por detrás de la central. Me ha encantado ese paso en bajada y lleno de piedras (grandes y pequeñas). De nuevo en la carretera solo quedaba atravesar la presa y subir, esta vez por el poblado de Ricobayo (qué penica da verlo casi abandonado) y de ahí a Muelas. Fenomenal. PD. Nada destacable de fauna: pájaros, vacas y... ah, sí: un lagarto que hizo una paradiña que casí le cuesta la vida... PD2. Os dejo unas fotos.