El Cabo de Gata /completa

Fin de semana por las costas del fin del mundo. El Cabo de Gata, un paraíso para tantas cosas, también para la aventura en BTT. Una vez más dándolo todo por esta maravilla de la naturaleza siguiendo, en esta ocasión, la propuesta de los amigos CONUNPARDERUEDAS, Amelia y Sergio, a los que, desde este fabuloso escondite en Las Negras donde me encuentro, doy las gracias por la publicación de su libro ESPAÑA EN BICICLETA (Editorial Geoplaneta /Nómadas), indispensable!!😍

DÍA 1/
Toda la noche lloviendo y a la mañana no escampa. A las 11:00 nos sacudimos las sábanas junto al fortín de San Miguel y bajo una suave llovizna avanzamos por pista junto a los flamencos de las Salinas de Cabo de Gata. Por momentos arrecia y nos cobijamos en un mirador. Seguimos a La Almadraba con su iglesia alzada del suelo, y más adelante pasada la aldea de La Fabriquilla comienza la primera cuesta de la jornada que nos lleva directos al Faro de Cabo de Gata. Las fotos y seguimos camino. Ganamos un segundo buen cuestón, el Collado de la Vela Blanca con su imponente faro, y entramos de lleno en este inmenso paraíso volcánico volcado al mar que es el Parque Natural de Cabo de Gata. Las vistas sobrecogen. El descenso pronunciado con el cielo plomizo y la pista flanqueada de flores de todos los colores. ¡Todo un espectáculo!
Visitamos la icónica playa de Monsúl y en la playa de los Genoveses encallamos en un barrizal enorme del que a duras penas salimos con las bicis a cuestas😖. Toca limpiar cuadros, ruedas y cadenas, y ya de paso nos hacemos los bocatas y la fruta que llevamos jeje. Al salir de Genoveses nos cruzamos casualmente con José F., de Aventura Ibérica!!😀 Echamos el rato recordando viejos tiempos y comentando lo que tenemos por delante. Tras despedirnos y tras salvar un pequeño collado entramos en el pueblo de San José. Lo cruzamos sin más y atacamos un rampón del 18, algunos ratos a patita, y más adelante por pistas y sendas muy pedregosas ganamos kms precipitados al vacío donde se suceden calas de imposible acceso. Encarando Los Escullos charlo con un cicloturista de la terreta que se propone ganar desde su pueblo en Castellón Tarifa y luego remontar hasta Estaca de Bares!!!! ¡Eso sí que es un plan!!!!!🤘💪🤘
Las nubes bien negras y entrando en La Isleta del Moro descarga con fuerza. Nos resguardarnos en la terraza de un bar y aprovechamos para hacernos unos tomatitos y unos calamares mientras el granizo golpea con fuerza a nuestro alrededor. ¡Hemos salvado los muebles de milagro!!
No acaba de escampar y tras visitar el pintoresco pueblo ponemos rumbo a Rodalquilar, pueblo minero que lo fue hasta hace poco y hoy día encaladito de arriba abajo, reconvertido en una joyita turística, tan coqueta que quedamos enamorados😍. Vamos luego a buscar El Playazo, donde por fin la nube deja paso por fin al sol, que nos baña como una bendición. Las fotos y de nuevo en subida a un collado y del otro lado ya divisamos Las Negras. Entramos por un precioso barranco que lleva a La Caleta y de ahí por la línea de mar al pueblo, que a estas horas luce con una animación propia de épocas nada pandémicas.

DÍA 2/
El aire fresco en la mañana sahariana invita a dar pedales. Todo alrededor es luz y color. Salimos de Las Negras en fuerte y mantenida pendiente hasta Hortichuelas, rodeada de montañas a cual más seca. Por detrás de una, La Gallinaza, desaparecemos del mundo. Atrás quedan las playas y los pocos turistas, delante los paisajes desérticos. Siempre arriba hasta un collado y tomamos dirección Poniente en bajada. Visitamos el Cortijo de Montano, del que apenas quedan en pie unas cuantas paredes, y más adelante el de El Hornillo, con tierras aún cultivadas. Rolamos a rumbo Sur y ya estamos en el famoso Cortijo del Fraile, con su ermita y su ambiente tan cinematográfico. Cuesta creer que en este inmenso secarral estuvieron rodando personajes holliwoodienses. Las fotos y seguimos camino.
Entramos ahora en Los Albaricoques, pueblecito dedicado al arte del plastiqueo, como tantos otros de la zona. Nuevo cambio de rumbo y por estupenda rambla camino de Presillas Altas. Entramos en la Caldera de la Majada Redonda, que encoje el alma. Deshacemos luego para entrar en Presillas Bajas, donde tomamos pista alquitranada hasta la carretera. La cruzamos y enfilamos Cortijos Grandes, donde tomamos la fruta que llevamos bajo la sombra de una magnífica higuera. Más adelante en Pozo de los Frailes repostamos agua y un lugareño nos indica cómo evitar el asfalto a San José. Hacemos como nos dice y ahí que nos vamos.
Al entrar en Campillo del Genovés tomamos una pista con un muy claro cartel prohibiendo el paso. Aún así le tiramos. Avanzamos temerosos de que alguien nos salga al paso. Veremos dos granados de cabras de enormes cuernos y un par de corjijadas habitadas. Impactan las vistas en todo el recorrido. Del otro lado acabamos saliendo de la enorme propiedad y enfilamos la Ensenada de la Media Luna, con sus bañistas disfrutando del primer verano. Tras el chapuzón en las frías y cristalinas aguas, el bocata y toca subir al Collado de Vela Blanca, con su faro y su torre vigía. Lo ganamos fácil y seguimos al Faro de Cabo de Gata. Último repechón y caemos a la línea de mar de la enorme bahía de Almería. Llegados a La Fabriquilla tomamos una pista que va por detrás de las Salinas de Cabo de Gata. Los mismos flamencos que ayer nos dieron la bienvenida hoy nos despiden. O quizá son otros...🤔 Junto al fortín de San Miguel en Cabo de Gata paramos la carrera y nos damos el último remojón.