El Herrumblar Pura Vida¡¡. Delicioso compendio de sendas, ramblas y vallejos. Bonita, llevadera y entretenida. Indispensable.

La zona del Cabriel y sus barrancos afluentes es sin duda un entorno propicio para la práctica de nuestro deporte favorito. Así toda la zona de Vadocañas, Consollación, Villarta, Villalpardo, etc será destino en el que encontrar múltiples barrancos, sendas y ramblas en las que disfrutar a tope. Si además vas de la mano de buenos ciclistas de la zona como son Julián y Antonio, tienes la diversión asegurada. Muchas gracias a los dos por regalarnos un día impagable por la zona, en un continuo unir de sendas y ramblas a cual más bonita y entretenida.
Con ellos quedamos a las 9:30 en El Herrumblar, pueblo en el que cuando era un crio estuve una semana escolarizado…Cosas de la vida. Juanto, Jose Luis, Juan Luis, Iván y José Antonio también nos acompañaban por lo que nos juntamos una buena grupeta.
Salimos del Herrumblar para buscar la rambla de Villarta, también conocida como las sendas de Alcahozo. La entrada tiene un bonito paso por roca y una bajada arenosa junto a un tollo que realmente impresiona. Una vez abajo solo hay que dejarse deslizar sobre la senda de tierra en la que encontramos pasos puntuales de roca, pequeños repechos, rinconcitos con encanto, etc. Un disfrute para los sentidos. Saldremos al camino de Vadocañas que seguimos un rato para dejarlo en una subida pronunciada en camino entre pinos y haciendo zetas. Saldremos a un llano con cultivos que debemos atravesar y llegamos al camino de Villarta, que seguiremos hasta encontrar una senda a la derecha que nos lleva al camino de la iglesia de Consolación. Senda no demasiado exigente, con pasos puntuales en roca, llana en su primera parte y más pronunciada al final. Muy divertida si como ha sido el caso el terreno está en su punto.
Llegamos la iglesia de Consolación donde reponemos agua en la fuente de los caños y seguimos por el camino que no tarda en comenzar a subir. Lo dejamos para hacer la senda de la Virgen en la que tenemos de todo, con un perfil de bajada al principio y subida en la parte final, alternando partes de camino estrecho en general rápida y divertida.
Hacemos de nuevo el camino de Villarta, el miso tramo que hicimos antes, pero en sentido contrario para buscar la senda del barranco de Alfaro. Curiosa senda en la que varios coincidimos que se parece mucho a la senda de la antena de Valdeganga pues vamos por senda estrecha plana que serpentea por la falda del barraco sin tomar demasiado desnivel. Pasa por una zona quemada y tiene un par de pasos en roca con un par de escalones en los que tener cuidado. Senda limpia, rápida y divertida. Nos deja en el camino de Vadocañas que seguimos bordeando cultivos en dirección a la subida de las zetas por senda, que es lo que le estaba faltando a la ruta para terminar de cuadrarla. Bonita subida por senda entre pinos con un par de curvas cerradas que nos deja de nuevo en un sembrado que cruzamos por el medio en un principio y luego por camino cruzando la vereda de Vadocañas. Cuando ya parece que tomamos el llano de vuelta a los coches tenemos la senda del palet, con dos tramos diferenciados pues el primero llega junto al camino en senda rápida con pasos técnicos puntuales, y el segundo tramo con bajadas rápidas incluso por pista de tierra suelta y un tobogán de los grandes, nos adentra en el barranco de la cueva de la calzada y nos deja en la zona recreativa conocida como el nacimiento. Esta segunda parte es recomendable no hacerla en verano pues es zona de zarzas y juncos y el paso puede ser imposible. La zona del barranco es muy bonita, con un curioso desprendimiento de una pared arenosa y el cruce de un riachuelo donde nos mojaremos los pies y nos reiremos un poco. Tras pasar por el nacimiento tenemos una buena subida por pista tirando de fuerzas y moviendo el plato pequeño…El que lo lleve.
Y seguimos subiendo por camino y pista y a los coches. Nooooo. Resulta que los señores Julián y Antonio que llevaban toda la mañana regalándonos un rutón de sendas de absoluta diversión, con un concienzudo aprovechamiento de la zona, tenían una última delicia guardada en la cesta del disfrute, dispuesta para servir cuando estamos ya cansados de la subida. Senda final por tanto que nos adentra en la zona de Montachinos y nos lleva al Vallejo de la Yedra, del que saldremos subiendo de nuevo al camino de Vadocañas y nos queda un rato de suave subida por pistas en las que comentar los pormenores de la etapa y disfrutar de este deporte que tanto nos gusta.
De nuevo quiero dar las gracias a nuestros guías de excepción y me comprometo a no tardar en dejarme guiar de nuevo por ellos. Seguro que me voy a divertir.
Pura vida¡¡