El molinar Pura Vida. Con la peña el Cuc. Alcala, Tolosa, la central, el tunel, la Gila, casas del cerro. Rutón

Cuando el amigo Pepe me dijo que junto a su peña se venían a nuestras tierras, que son de todos, para hacer la ruta del pantano del Molinar, lo tuve bien claro. Me apunto si o si. Habrá que estar preparado y en forma porque esa cita no me la puedo perder de ninguna manera.







Pepe propone una ruta que ya se que es una preciosidad y le añade una zona que no conozco, además de la zona del llano de la Gila que tampoco he hecho. Voy encantado.
A las 8 en Alcalá y ya me esperan preparados. Un gustazo saludar a varios de los cucos que ya conozco de otras rutas como a Juan, Juanma, Raul, Iker, Pepe, Paco etc y también al resto que no conocía, Miguel, Jose etc. Café rápido y salida hacia Tolosa por pista siguiendo la margen derecha del río.
Mañana fresquita y despejada muy agradable. Buena charleta y disfrute del cañón del Júcar que deja impresionados a los que no conocen la zona. Fotos en el puente de Tolosa y seguimos por una senda divertida con algún punto para hacer a pié en la zona del barranco del cura. Enlazamos con pista y seguimos dejando en el río algunas construcciones hidráulicas por la zona del Molino de Don Benito. Seguimos la pista que poco a poco se va llenando de hojas secas, y los árboles muestran toda la paleta de verdes salpicados de marrones. Una preciosidad. Así llegamos al tranco del lobo y bajamos por senda hasta el puente colgante de madera.
Nos espera la dura subida al llano para buscar el pueblo de Villa de Ves. La idea era comer los bocatas acompañados de cerveza y refrescos en el bar, con su buen carajillo final, pero el bar estaba cerrado por lo que nos quedamos con las ganas.
Bajada al barrio del Cristo de la vida de Villa de Ves por la técnica senda que sale a la derecha. Cuidado con esta senda. Es la única que aporta verdadera dificultad a la ruta. Puede hacerse con cuidado y descabalgando cuando no se vea un paso claro, o bien podemos bajar por la carretera si no lo vemos claro.
Una vez abajo llegamos a la fuente donde nos sentamos a dar cuenta del bocata con unas vistas privilegiadas del pantano.
Cachondeo, buena charla y nos ponemos en marcha bajando a la presa por la carretera con cuidado pues podemos encontrarnos coches. Saludé con gusto a los integrantes de la peña los abanicos de Albacete que estaban haciendo la etapa pero en sentido contrario y les quedaba una buena subida.
Al cruzar el muro de la presa oímos una alarma que nos indicaba que abrían compuertas por lo que el río bajó cargado de agua. De las múltiples veces que he hecho este recorrido esta ha sido la ocasión en la que más agua he visto que llevaba el río. Esto quizás deslució un poco el paisaje ya que en las pozas y remansos del rio en ocasiones podemos incluso ver peces.
Subida y bajada de la pista que nos deja en el comienzo de la senda idílica que sigue en río y que nos va regalando un paisaje impresionante, con un cañón de paredes altas y angostas lleno de vegetación y vida salvaje. Disfrutamos del sonido del rio, del entorno y observamos como el hombre se fue abriendo paso poco a poco por el cañón dejando polvorines, túneles, caminos derruidos etc. La senda se rompe en un par de puntos y nos toca pasar con cuidado ayudándonos de árboles. Después del primer túnel, casi llegando al segundo la senda nos obliga a ir a pié pero ya casi hemos llegado a la central abandonada.
Central hidroeléctrica de 1910. La primera de España y la segunda que se hizo en el mundo. Impresionante.
Una pena que solo quede el edificio pelado, aunque nos da una clara idea de cómo se conseguía el salto, donde estaban las turbinas, los trasformadores etc.
Se puede subir a la azotea, “aventura” que recomiendo a todos pues las vistas son muy bonitas.
Tras ver todo el entorno de la central buscamos la subida a pié con la bici al hombro que parte de un gran árbol que hemos dejado a la derecha al llegar. Es una rampa labrada en la pared rocosa de la izquierda que después se torna en empinada senda y que hay que seguir siempre hacia la izquierda.
Llegamos al techo del túnel y hay que bajar las bicis.
Aquí cada uno se apaña como puede, algunos usan cuerdas para bajarlas por los agujeros del suelo, otros usan un gancho y las pasan por el agujero con grapas en la pared del túnel y nosotros las bajamos haciendo una cadena por el terraplén que hay al final del techo, a la derecha de la salida del último tubo.
Dejo fotos y videos para que se vea bien.
Tomamos el túnel con los focos y nos sorprendemos al cruzarnos con un coche. La primera vez que me pasa, aunque suele ser algo común que la gente haga este recorrido con coche.
Nos deja el túnel lleno de polvo…
A la salida nos quitamos ropa y comemos todo tipo de mixturados de higos, pasas, frutos secos, etc para afrontar la parte de etapa que nos queda, donde tenemos ya para empezar una buena subida hasta el cortijo.
Esta subida la comparto con Raul, y los dos rueda a rueda vamos sufriendo y disfrutando de la subida poco a poco, manteniendo ritmo. Un disfrute.
Una vez en el cortijo que dejamos a la izquierda siempre he seguido recto pero Pepe propone un camino que sale a la izquierda y que después coge uno a la derecha que está en desuso y poco a poco se va colonizando por la naturaleza. Tiene dos puntos de árboles caídos que hay que pasar con la bici al hombro y este debe ser el motivo de que no se use. Para la bici es muy divertido este camino del capaor.
Nos deja en una fuente con pilón a la que le han quitado el grifo, por lo que seguimos a la izquierda para buscar un par de zonas de preciosas vistas y la fuente del pilón, donde en verano raro será que no nos tiremos de cabeza. Antes de la fuente tenemos en una curva a la izquierda unas bonitas vistas y si nos fijamos veremos una senda para bajar a pié y llegamos a una terraza natural a dos alturas donde tenemos una foto espectacular.
Tras la fuente nos queda un poco de bajada y subida al llano. Llegamos a una bifurcación que nos baja al tranco por la derecha o nos sube al llano por la izquierda, que es lo que hacemos.
De nuevo subida disfrutando del esfuerzo que comienzo con Iker y cuando no puedo seguirlo me amoldo al ritmo de dos compañeros con los que disfruto el resto de la subida a ritmo.
Llegamos al llano y como no, viento de cara, que esto es Albacete.
Pasamos por la casa del conde, una buena finca de ganado y seguimos por pistas largas rodeados de campos labrados y salpicados de algún árbol solitario.
Al ritmo que nos dejan nuestras fatigadas piernas llegamos a La Gila. Una aldea que frecuenté mucho en mi niñez y a la que hacía muchos años que no había regresado.
A la salida pasamos por un primer Tollo que ya es impresionante y seguimos enlazando senda y camino en dirección a Casas Del Cerro.
Antes de llegar pasaremos por un impresionante Tollo bajo el cual antiguamente vivían los lugareños y hoy en día ha quedado de refugio para el ganado.
Seguimos el camino y salimos al cruce que baja a Alcalá. Nosotros bordearemos el cañón del Júcar dejando unas impresionantes vistas de Alcalá a la derecha y disfrutando de una senda que nos lleva a un mirador y de este a Casas del Cerro, donde nos espera otra senda preciosa que baja serpenteando al río regalándonos unas vistas y sensaciones únicas. No hay mejor final para esta ruta.
Una vez en Alcalá, guardamos bicis y a comer, que nos lo merecemos tras casi 8 horas de ruta preciosa y de compañerismo a tope, que es sin duda lo más importante.
Pepe¡¡¡¡ organiza otra¡¡¡
¡Pura vida¡