Empezar de Nuevo, Travesía Bike Tech, Barbosa y Puente Nacional, Enero de 2019
near Barbosa, Santander (Republic of Colombia)
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Trail photos
Itinerary description
Fue muy difícil, pero gratificante, regresar después de tanto tiempo, sufrir con tan pocos kilómetros pero a la vez despertar esa felicidad que estaba en un letargo extenso que se arropaba con el olvido; nuestra amiga la señora Estelita nos esperaba, como excelente organizadora, yo era el único a quien el sol no podía ver, por las secuelas de ese accidente que no me iba a hacer desistir, a pesar que fue fuerte, bastante fuerte.
Comenzamos 208 ciclistas en Bike Tech Barbosa, la más prestigiosa tienda de ciclismo de la región y con la venia de los organizadores y la promesa de regresar por nuestros regalos de travesía, comenzamos un agradable paseo bajo un sol abrazador que a los demás no parecía incordiar, pero a mi me golpeaba con fuerza, sin dejarme casi respirar.
Mis viejos amigos, Luz Mi, Claudia, Rocío, Julian, Maicol y Thomas de los Guarapi@os MTB, los equipos de Puente Nacional y Los Comuneros y su bello uniforme azul evocando el páramo y caras familiares con quienes antes había rodado, se aglomeran en un estrecho y agradable camino, bordeado de infinito verde que hace décadas me daba la bienvenida cuando comenzaba en el ciclismo de montaña y en este día me daba la bienvenida y buen regreso, después de eternos meses de quietud, de los que no deseo acordarme. Thomas evoca que un año atrás nos habíamos encontrado cerca al Hoyo del Aire, cuando él y yo sufrimos los percances de un tensor que besa los radios de la llanta trasera y nos hace volar por los aires, hasta que el suelo nos detiene inclemente, después de frenar en seco la bicicleta, para hacernos regresar caminando pues nadie tenía un troncha cadenas ese día. Pocos días después a esta travesía de hoy, él sufre una caída muy fuerte, quizá más que la mía, sin que eso le robe el ansia de siempre pedalear, justo como a mi me pasó, a pesar de los juzgamientos y los golpes en el cuerpo, el anhelo de sentirse vivo con cada vuelta de las vielas, es inextinguible.
Isa nos daba agüita y bocadillos con su hermosa sonrisa y nunca imaginé que esa era la última vez que la vería, pero así es la vida de injusta y la muerte inoportuna, por quitar su juventud y su agradable presencia de nuestras vidas. Llegamos a La Capilla, la estación en ruinas del tren que cuenta siempre viejas historias con cada centímetro de su corroída silueta y allí regresaríamos por la vía de Payandé y la Quebrada la Cantana que tentaba a dejar el pedalear por un momento para dejarse hundir en sus refrescantes corrientes, pero había que seguir y terminar este día con mis amigos, que siempre pendientes de mi salud y mi continuidad, pedaleaban junto a mi, hasta el final.
En Barbosa terminamos, no sin antes decidir regresar a casa también pedaleando, aunque con mucha dificultad, acompañado por Luz Mi y Andres, unas veces parando para recuperar el aliento y otra vez para rescatar mi sobrero que se escapaba con el travieso viento, para aterrizar en todo el centro de la vía central a casa. Sentir ese cansancio de nuevo, era tan gratificante como saborear esas pocas gotas de nuestro elixir, el guarapo, qué nos da la fuerza para seguir en los duros caminos y con totuma en mano, lo celebramos, nos burlamos de esas malditas caídas en su propia cara.
Mi cabeza retumbaba del dolor al igual que mi tobillo, como si en ellos tuviese metido el corazón y con cada latido, un dolor muy fuerte, lo que me deja comprender que empezar de nuevo nunca es fácil, pero lo importante es hacerlo y qué mejor que con la bendición y compañía de verdaderos compañeros, que son felices, con lo que yo vuelvo a ser feliz, la bicicleta.
Comenzamos 208 ciclistas en Bike Tech Barbosa, la más prestigiosa tienda de ciclismo de la región y con la venia de los organizadores y la promesa de regresar por nuestros regalos de travesía, comenzamos un agradable paseo bajo un sol abrazador que a los demás no parecía incordiar, pero a mi me golpeaba con fuerza, sin dejarme casi respirar.
Mis viejos amigos, Luz Mi, Claudia, Rocío, Julian, Maicol y Thomas de los Guarapi@os MTB, los equipos de Puente Nacional y Los Comuneros y su bello uniforme azul evocando el páramo y caras familiares con quienes antes había rodado, se aglomeran en un estrecho y agradable camino, bordeado de infinito verde que hace décadas me daba la bienvenida cuando comenzaba en el ciclismo de montaña y en este día me daba la bienvenida y buen regreso, después de eternos meses de quietud, de los que no deseo acordarme. Thomas evoca que un año atrás nos habíamos encontrado cerca al Hoyo del Aire, cuando él y yo sufrimos los percances de un tensor que besa los radios de la llanta trasera y nos hace volar por los aires, hasta que el suelo nos detiene inclemente, después de frenar en seco la bicicleta, para hacernos regresar caminando pues nadie tenía un troncha cadenas ese día. Pocos días después a esta travesía de hoy, él sufre una caída muy fuerte, quizá más que la mía, sin que eso le robe el ansia de siempre pedalear, justo como a mi me pasó, a pesar de los juzgamientos y los golpes en el cuerpo, el anhelo de sentirse vivo con cada vuelta de las vielas, es inextinguible.
Isa nos daba agüita y bocadillos con su hermosa sonrisa y nunca imaginé que esa era la última vez que la vería, pero así es la vida de injusta y la muerte inoportuna, por quitar su juventud y su agradable presencia de nuestras vidas. Llegamos a La Capilla, la estación en ruinas del tren que cuenta siempre viejas historias con cada centímetro de su corroída silueta y allí regresaríamos por la vía de Payandé y la Quebrada la Cantana que tentaba a dejar el pedalear por un momento para dejarse hundir en sus refrescantes corrientes, pero había que seguir y terminar este día con mis amigos, que siempre pendientes de mi salud y mi continuidad, pedaleaban junto a mi, hasta el final.
En Barbosa terminamos, no sin antes decidir regresar a casa también pedaleando, aunque con mucha dificultad, acompañado por Luz Mi y Andres, unas veces parando para recuperar el aliento y otra vez para rescatar mi sobrero que se escapaba con el travieso viento, para aterrizar en todo el centro de la vía central a casa. Sentir ese cansancio de nuevo, era tan gratificante como saborear esas pocas gotas de nuestro elixir, el guarapo, qué nos da la fuerza para seguir en los duros caminos y con totuma en mano, lo celebramos, nos burlamos de esas malditas caídas en su propia cara.
Mi cabeza retumbaba del dolor al igual que mi tobillo, como si en ellos tuviese metido el corazón y con cada latido, un dolor muy fuerte, lo que me deja comprender que empezar de nuevo nunca es fácil, pero lo importante es hacerlo y qué mejor que con la bendición y compañía de verdaderos compañeros, que son felices, con lo que yo vuelvo a ser feliz, la bicicleta.
Waypoints
Waypoint
5,829 ft
Estación de Tren Puente Nacional La Capilla
Waypoint
5,499 ft
La Caseta Punto de Hidratación
Comments (1)
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Muy buena ruta para recorrer en compañía de buenos amigos, muy triste por los compañeros que ya no están en este plano terrenal.
Gracias Marius por compartir el trazado.