ENDURO SERRANO: CAMINO DE LOS MOLINOS – SAN MARTIN – EL TEJAR – SEQUEROS – CAMINO DE LOS FRAILES

Ruta de enduro por la Sierra de Francia, esta vez en las localidades de San Martin del Castañar y Sequeros.
Para comenzar diré que esta ruta cuenta con la bajada más radical y técnica que yo he hecho en esta zona hasta la fecha, cuenta con varios tramos de escalones con una pendiente muy considerable, y que para darle más emoción aún, están plagados de numerosos giros cerrados a derecha e izquierda, que harán que saques tu mejor técnica o te veas obligado a poner el pie en el suelo (ese en el mejor de los casos jijiji).
Dicho esto vamos con la ruta: Tras haber aparcado en el parking que hay a la entrada de San Martin del Castañar y bajar hasta su plaza, salimos en dirección al área recreativa del Chiringuito donde tras pasar por encima del puente romano comenzaremos a subir por una calzada romana en dirección al humilladero. Aquí cogeremos una pista asfaltada que nos sube en dirección al camino antiguo de La Alberca. Como a dos kms aprox y al coronar su parte más alta, esta pista hace una curva a la derecha para empezar a llanear, en este punto veremos que nos sale a nuestra izquierda una pista forestal señalizada con una paleta indicativa. Cogeremos esta pista y seguiremos subiendo hasta llegar a otro cruce marcado nuevamente con otra paleta en el que ya pasaremos a ir por senda. Seguiremos subiendo en dirección a La Alberca hasta llegar a un cruce que ya nos marca a la izquierda la entrada al Camino de Los Molinos, el cual cogeremos pasando entre dos rocas grandes que da comienzo a una senda marcada con piedras a derecha e izquierda que delimitan el camino. A partir de aquí iremos llaneando casi todo el rato con algunos repechos de vez en cuando que poco a poco nos harán ir ganando más altura. Al llegar al punto más alto en el cual se intuye claramente ya toda la bajada aprovechamos y paramos a ponernos las protecciones y santiguarnos para que no nos pase nada en el tramo que aquí empieza. La bajada comienza con poca inclinación por una serpenteante zona plagada de escalones, si buscamos con la mirada al frente ya nos damos cuenta de que el terreno pronto cogerá una pendiente que sacara lo mejor de nosotros, o al menos eso intentaremos. Vamos bajando divirtiéndonos cuando de pronto llegamos una escalinata casi vertical que como la miremos dos veces la bajaremos andando, yo afortunadamente solo la miré una vez, así que allá que me lancé y pude bajar, al menos la primera sección, porque enseguida hizo un doble giro a derecha primero e izquierda después que eran tan cerrados que mi torpe técnica no pudo con ellos, pie al suelo, pues pronto empezamos pensé en mi interior. Me vuelvo a subir en la bici y sigo bajando cuando, otro giro cerrado y otro, y otro, breve tramo de descanso y vuelven a comenzar los giros a derecha e izquierda, todos ellos adornados con grandes escalones, mi cabeza ya lleva un buen rato diciéndome “Estate alerta que esta bajada es muy técnica, pero muy muy técnica” sin embargo mi corazón me dice “Adelante!! Te lo estás pasando en grande y lo sabes!!! No te arrugues ahora e intenta bajar todo lo que puedas, llevas meses con este proyecto en la cabeza y hoy es el día de hacerlo realidad!!!” Estoy en una montaña rusa de emociones y no puedo evitar dejar escapar algún que otro grito de alegría al dejarme llevar por el momento. Por fin llegamos a una zona más relajada en la que ya hemos perdido un poco de inclinación y que poco a poco nos llevara a pedalear por la zona que da nombre a este camino, ya que nos encontraremos varios antiguos molinos cuyas ruinas están cubiertas de musgo y le dan un encanto especial a esta parte de la ruta, en la cual vamos pedaleando en paralelo y unos pocos metros por encima del Rio Francia. Al llegar al siguiente cruce tomaremos el camino de la derecha para continuar bajando un poco más y llegar a la pasarela metálica que pasa por encima de La Cascada sin Fin. Hacemos una breve parada en la que aprovechamos para quitarnos las protecciones, ya que a partir de este punto comenzaremos a subir en dirección a San Martin. En la subida vamos alternado tramos perfectamente ciclables con potentes subidas que nos obligan en más de una ocasión a echar el pie al suelo y empujar la bici. Por fin visualizamos a lo lejos las siluetas de la iglesia y el castillo del pueblo, acompañadas por las de algunos tejados que nos indican que pronto estaremos de vuelta en San Martin del Castañar. Afrontamos la última subida en dirección al puente tabla y al llegar a San Martin cogeremos la calle de la derecha (Calle del Camino Nuevo) que nos lleva por enfrente de las antiguas escuelas en dirección a la iglesia, la cual rodearemos por detrás para ir a buscar la pista que baja hacia el antiguo tejar de Diego calvo. Poco más adelante esta pista comenzara a subir, es de pedaleada cómoda y poco a poco nos llevara hasta la carretera de Las Casas del Conde. Cruzaremos con cuidado la carretera y entraremos por unas puertas metálicas en el camino de Los Frailes. Este camino nos va llevando poco a poco hacia Sequeros, en su trayecto nos vamos encontrando diversas obras de arte y algún que otro curioso rincón como La Ermita de Santa Lucia. Al llegar a Sequeros damos una breve vuelta para ver un poco el pueblo y aprovechar a tomar un refresco. Tras la breve parada comenzamos el regreso por el camino que nos trajo hasta aquí, pero al llegar a las puertas metálicas que cogimos junto a la carretera, en vez de cruzar hacia la pista del tejar nos desviamos por la carretera a la izquierda para enseguida coger otra pista que sale a la derecha, empezamos a bajar y entramos en la senda que nos encontramos a la derecha, esta senda es parte del Camino de los Frailes que esta vez nos llevara hacia San Martin nuevamente. Es un camino de bajada en el que iremos sorteando escalones y varios giros que en principio no deberían de suponernos ningún problema, pese a estar lleno de irregulares piedras formando una especie de calzada romana. Tras los últimos escalones entramos nuevamente en una pista y continuaremos bajando hacia la derecha, al llegar al punto más bajo de esta pista nos encontramos con un cruce y tras tomar la opción de la derecha comenzaremos a subir nuevamente. Otra vez nos espera una dura subida, aunque esta vez podremos ciclarla (no sin mucho esfuerzo) si hemos conseguido recuperar un poco de fuerzas durante la bajada anterior. Llegaremos al principio de la pista que anteriormente nos bajó hacia el tejar y seguiremos subiendo en dirección a San Martin del Castañar. Pasaremos nuevamente por la iglesia e iremos en dirección a la plaza para dar por finalizada la ruta y tomarse algo o comer en uno de los restaurantes del publo (lo cual es muy recomendable) para celebrarlo.
En definitiva, se trata de una muy bonita ruta con alguna que otra vertiginosa bajada y duras subidas en las que tendremos que portear varias veces nuestra bicicleta en su primer bucle. Por otro lado el segundo bucle es más llevadero y no nos exigirá tanto esfuerzo ni tanta técnica como el primero. Siempre acompañada por unos bonitos paisajes y bonitos rincones. Una ruta cien por cien de enduro serrano.