Ermita de San Jorge (Ida por el Canal Imperial de Aragón, regreso por el GR.99)

Inicio el recorrido desde el final de la linea 42, cojo el camino que va paralelo al Canal Imperial de Aragón, y continúo por el, pasando por el conocido barranco de la Muerte, donde se inicia la Senda de Valdegurriana.

A pesar del nombre de "senda", el camino es una amplia pista de tierra, totalmente llana, por el que voy avanzando, dejando a un lado las almenaras de San Antonio y San Lamberto, siempre siguiendo el curso del Canal Imperial de Aragón, que me acompañará durante el trayecto de ida.

Nada más pasar la Almenara de San Lamberto, desciendo hasta el parque de Valdegurriana, donde me detengo un instante para ver las exclusas de Valdegurriana, donde el Canal Imperial de Aragón, se canaliza.

Tras la pausa, continúo por la pista siempre por la margen derecha del canal, llego hasta la antigua ubicación de las exclusas de Torrecilla, y salvo por un túnel la carretera de Torrecilla de Valmadrid, dejando a mi derecha el polígono industrial Empresarium.

Tras dejarlo atrás, cruzo durante unos metros a la margen izquierda del canal, por una corta zona de pinar, y continúo por amplio camino de tierra, entre campos de labor, ya con vistas a la Ermita de San Jorge.

Después de una larga recta, rodeo por su izquierda una balsa de riego, y unos metros más tarde el cementerio del Burgo de Ebro, donde abandono el Canal Imperial de Aragón, y giro a la derecha para enlazar con el camino que sube en fuerte pendiente hasta la Ermita de San Jorge, cuyos últimos metros debido a su fuerte pendiente y el mal estado del suelo, tengo que realizar a pie.

Una vez en la Ermita de San Jorge, aprovecho para descansar y disfrutar de las amplias panorámicas que obtengo desde lo alto de la atalaya en la que se sitúa. Tras la pausa, comienzo el corto, pero rápido descenso hasta el cementerio, donde continúo unos metros por el canal, hasta que giro a la izquierda y enlazo con el camino del Cementerio, por el que salvo el Canal Imperial de Aragón, la N-232, y llego hasta las estribaciones del Burgo de Ebro, donde sin entrar, alcanzo la pista de tierra, por la que discurre el GR.99.

Ya dirección Zaragoza, continúo por amplia pista entre las aguas del río, y pequeñas lagunas que se forman por las filtraciones de este. Siguiendo la Cañada Real de la Peña, llego hasta las estribaciones del Soto del Burgo de Ebro, donde el camino debido a las últimas riadas se ha derrumbado, y me toca echar pie a tierra, y caminar con la bici al hombro, con cuidado durante unos cincuenta metros.

Sorteado este pequeño escollo, sigo por la pista, ya paralela a la carretera nacional, alcanzo un mirador, desde el que tengo una amplia panorámica del soto del Francés y el Galacho de la Cartuja.

De nuevo en marcha, comienzo a descender, hasta alcanzar las estribaciones del barrio rural de la Cartuja, que rodeo sin entrar en el, hasta enlazar con el Camino Natural de la Alfranca, donde giro a la izquierda, y continúo recto dirección Zaragoza.

Por cómodo camino y sin apenas viento, avanzo rápidamente, me detengo un instante en un mirador, desde el que puedo ver el Soto de Villarroya, y después prosigo alternando tramos de senda, con otros del camino principal, para hacer más ameno el recorrido.

Tras pasar por debajo del puente de la Z-40, continúo durante dos kilómetros hasta alcanzar el Soto de Cantalobos, en el que me introduzco, por una estrecha senda, invadida por la vegetación, y con algún árbol caído en medio, que me obliga a echar el pie a tierra en varias ocasiones.

Con alguna que otra dificultad, alcanzo la orilla del río Ebro, disfruto de la puesta de sol, y nuevamente por senda, salgo al camino principal, por el que continúo hasta el puente del tercer cinturón, por el que subo, y enlazo con el carril bici de la Z-30, por el que voy, hasta llegar al barranco de la Muerte.

Una vez aquí, giro a la izquierda, abandono el carril bici, y subo por camino de tierra hasta el puente que salva la Z-30, paso por el, y en un par de minutos llego al final de la línea 42, donde finalizo el recorrido.